Las primeras imágenes del nuevo satélite de la NASA nos ofrecen una vista de los océanos completamente distinta

Un satélite de la NASA añade nueva información sobre lo que sabíamos de los mares que surcan los océanos de nuestro planeta

¿De qué color es el mar? Si le preguntas a un niño te va responder sin dudarlo que su color es azul. Si le preguntas a un adulto, aunque alguno seguirá respondiendo que azul, muchos otros dirán que el color es transparente, y que lo que los niños piensan se debe al reflejo del cielo y/o a la absorción y dispersión de la luz. Para complementarlo todo un poco más, la NASA ha compartido las primeras imágenes de su satélite PACE. ¿Por qué los océanos no tienen el mismo color?

Hacia el extremo oriental del Mar Mediterráneo se revela una diversidad de terrenos. El delta del Nilo (abajo a la izquierda) destaca de color verde en el desierto de Egipto. También se ven manchas verdes a lo largo de las costas de Israel, Líbano y Siria. En el centro de la imagen está la isla de Chipre, ubicada al sur de Turquía

El color depende de muchos factores. Las imágenes que nos acompañan se tomaron a cientos de kilómetros de la Tierra y delatan lo que está ocurriendo en el planeta en clave medio ambiental. No es lo mismo una captura de una imagen directa de un océano cualquiera, que una lanzada a través de infrarrojos de onda corta mostrando también la luz reflejada en colores no perceptibles al ojo humano.

Floración de fitoplancton desde el espacio en el Golfo de Omán

Otro ejemplo se da en enclaves del Ártico, donde el descongelamiento del permafrost y el flujo de agua rica en carbono está causando que parte del océano emita más CO2 del que absorbe. Incluso el color puede variar simplemente por la profundidad, lo que a su vez hace que la luz incida de forma completamente diferente en el fondo del mar. Es más, hay casos donde la tonalidad azul se pierde por procesos como la eutrofización (proliferación de algas y agotamiento del oxígeno en el bien preciado).

Situada en el extremo oriental de Rusia, la península de Kamchatka cubre un área aproximadamente del tamaño de Colorado, pero contiene más de 100 volcanes que se extienden a lo largo de una masa terrestre de 1.000 kilómetros de largo

PACE, midiendo la salud del planeta. El pasado ocho de febrero, la NASA lanzó el satélite PACE ("Plankton, Aerosol, Cloud, Ocean Ecosystem") como parte de una misión que tiene como prioridad proporcionar todo tipo de mediciones clave referentes al clima, calidad del aire o la forma en que la luz se refleja en las aguas que surcan los océanos.

Ambas imágenes incluyen la segunda isla más grande de Japón, Hokkaido, y la isla rusa al norte, Sakhalin. A la izquierda está la imagen en color real. A la derecha, la imagen infrarroja de onda corta muestra la luz reflejada en colores a los que el ojo humano no es sensible

Por tanto, el satélite es un primer e importante paso de la ciencia por obtener sistemas más rápidos de recopilación de datos, proporcionando una evaluación global de la composición de diversas partículas de aerosoles en la atmósfera (lo que a su vez eliminará o no la importancia de estos actores en, por ejemplo, la subida de temperaturas). Así, con estas primeras imágenes obtenemos la verdadera apariencia visual de los océanos desde la órbita terrestre.

La nevada cordillera de Verkhoyansk y los ríos trenzados ofrecen marcados contrastes visuales en esta imagen tomada en una región remota de Siberia

El océano y el cambio climático. Como vemos en las imágenes, con los datos del satélite podremos estudiar la vida microscópica en el océano y las partículas en el aire, avanzando así en la comprensión de cuestiones como la salud de las pesquerías, la proliferación de algas nocivas, la contaminación del aire o el humo de los incendios forestales. Además, también se puede investigar cómo el océano y la atmósfera interactúan entre sí y se ven afectados por el cambio climático.

Aquí, las nubes de hielo y la nieve son de color púrpura, las nubes líquidas son de color rosa, el agua es negra, el suelo árido es marrón y las áreas con vegetación son de color rojo intenso (en la parte superior derecha, por ejemplo)

Observando el océano como nunca antes. A través del Ocean Color Instrument del satélite, los investigadores pueden observar el océano, la tierra y la atmósfera a través de un espectro de luz ultravioleta, visible e infrarroja cercana. Mientras que los satélites de color anteriores sólo podían detectar un puñado de longitudes de onda en los océanos, PACE detecta más de 200 longitudes de onda.

Los colores de esta imagen se procesan para realzar los tonos verdes del océano. ¿Por qué nos preocupamos por estos verdes del océano? Porque son un signo importante de productividad en nuestro ecosistema oceánico y, por tanto, un indicador clave de la salud de los océanos

De hecho, con este extenso rango espectral, pueden identificar comunidades específicas de fitoplancton, una misión clave del satélite, ya que diferentes especies desempeñan una gran variedad de funciones en el ecosistema y el ciclo del carbono (y en algunos casos, incluso son perjudiciales para la salud humana).

Imagen | NASA PACE

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