La NASA sigue en racha de malas noticias con Artemis, su misión a la Luna: ahora el problema es el Sol

  • El alunizaje previsto por la NASA coincide en el tiempo con un pico de actividad del Sol

  • Un astronauta en la superficie lunar podría recibir una dosis de radiación mil veces superior a la que recibiría en la Tierra

El Sol y la nave Starship lunar en la superficie de la Luna
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El regreso de Estados Unidos a la Luna no está siendo un camino de rosas. A los problemas con los trajes y las naves espaciales de la misión Artemis III hay que sumar el máximo solar, que coincidiría en fechas.

Los plazos de Artemis. La NASA tiene previsto el primer alunizaje del programa Artemis en 2026, con la intención de establecer una presencia continua en la Luna junto a sus socios para la década de 2030.

El mayor escollo es un previsible retraso en el desarrollo de la nave Starship de SpaceX. Pero, aunque Starship esté lista a tiempo —como predice Elon Musk—, hay un problema potencialmente más peligroso.

La Luna es un lugar hostil. Sin una atmósfera ni un campo magnético que la proteja, la superficie de la Luna es bombardeada constantemente por rayos cósmicos y partículas energéticas provenientes del Sol.

La actividad solar se vuelve más intensa, imprevisible y agresiva durante el máximo solar. Las partículas de alta energía del Sol, que viajan casi a la velocidad de la luz, son capaces de penetrar la carne de los astronautas y aumentar significativamente el riesgo de cáncer.

Un año de intensa actividad solar. El Sol sigue un ciclo de actividad de 11 años y estamos avanzando hacia un máximo solar más intenso de lo esperado. Se estima que el actual ciclo solar alcanzará su pico de activvidad en 2026, publica en Space.com Lulu Zhao, científica investigadora en ingeniería de ciencias espaciales y climáticas de la Universidad de Míchigan.

Justo el año en el que la misión Artemis III debería aterrizar en la Luna, los meteorólogos espaciales predicen 20 eventos extremos de partículas energéticas solares. Durante un evento solar de este tipo, un astronauta en la superficie lunar podría recibir una dosis de radiación mil veces superior a la que recibiría en la Tierra, superando el límite recomendado para toda una vida en una sola misión.

La meteorología del espacio pide más financiación. Cabe aclarar que Zhao no lanza esta advertencia por afán al catastrofismo, sino como llamado a los altos funcionarios para financiar más tecnología de predicción de las tormentas solares.

La previsión del clima espacial actual solo detecta las tormentas solares después de que hayan ocurrido o con menos de una hora de antelación respecto a su impacto. Saber cuándo ocurrirán y cuán intensas serán las erupciones del Sol y las eyecciones de masa coronales podría evitar una vida condenada a la enfermedad para los astronautas del programa Artemis.

Laboratorios como el Centro CLEAR de la Universidad de Míchigan trabajan con ese objetivo: revolucionar nuestra capacidad predictiva de tormentas solares utilizando modelos de aprendizaje automático y observaciones detalladas del campo magnético del Sol, tanto desde telescopios terrestres como espaciales.

Imagen | NASA, SpaceX

En Xataka | La mancha solar AR 3664 ha crecido tanto como la del evento Carrington. Esa que fundió el telégrafo hace 165 años

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