El titular no es mío, es de Avery Broderick, un físico de la Universidad de Waterloo que, si se sale con la suya, nos dará la primera visión directa de un agujero negro supermasivo. No está solo.
Durante estas dos primeras semanas de abril, una colaboración científica coordinada por la Universidad de Harvard y con más de una docena de radiotelescopios repartidos por todo el mundo está tratando de estudiar el 'monstruo' que vive en el centro de nuestra galaxia. Y, según los mismos investigadores, estamos muy cerca de conseguirlo.
El monstruo de la Vía Láctea
El agujero negro más cercano a la Tierra está a unos 25.000 años luz de distancia, en el corazón de nuestra misma galaxia. Allí vive un agujero negro con un diámetro treinta veces más grande que el Sol y 4,3 millones de veces su masa.
O eso creemos. En 1971, Donald Lynden-Bell y Martin Rees propusieron la hipótesis de que, efectivamente, allí se ocultaba un enorme agujero negro. Y en 1974, Bruce Balick y Robert Brown descubrieron Sagitario A*, una fuente de radio muy compacta y brillante que, según creemos, contiene el agujero en su interior. Desde entonces, las evidencias indirectas se cuentan por decenas.
Verlo con nuestros propios ojos
Pero a los científicos no les bastan las evidencias indirectas: quieren tomar una foto del borde del agujero. Como se suele decir, un agujero negro es un objeto con tal masa que atrapa a toda la luz y a toda la materia que tiene cerca.
Por eso, aunque no podemos fotografiarlo directamente, sí es teóricamente posible fotografiar su borde, el lugar donde las ondas de radio aún pueden escapar de la atracción del agujero. Porque sí, se trata de una 'fotografía' hecha con ondas de radio: entre nosotros y el centro de la galaxia hay una 'nube de polvo' que bloquea la luz, pero no este tipo de ondas.
Broderick, que no sabe lo que significa 'bajar las expectativas', dice que creen que los datos van a ser fantásticos y en diez días tendremos todo lo necesario para construir la fotografía. Su optimismo no es del todo infundado, claro. Dos redes de radiotelescopios repartidas por todo el mundo están tomando datos ahora mismo: el Global mm-VLBI Array y el Event Horizon Telescope. Gracias a la combinación de estas redes podremos crear una imagen de gran calidad.
Es decir, en diez días habremos terminado de "tomar" la foto en una larguísima exposición de más de dos semanas. En revelarla tardaremos algo más: un par de meses que no son nada tras diez años de trabajo para conseguirlo.
Imágenes | NASA/JPL-Caltech
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