Quizás Marte sea el planeta más mainstream con eso de que lo tenemos al lado y bastante vigilado, aunque hace poco hablábamos de los problemas de uno de los rovers por las fuertes tormentas. Pero nuestro otro vecino tampoco se queda corto en fenómenos atmosféricos, y al parecer las tormentas de Venus son tan fuertes que pueden influir en la velocidad de rotación.
Este movimiento, que es el que un planeta hace sobre sí mismo (o lo que es lo mismo, la duración de un día), no se conoce bien del todo en este planeta y es bastante particular. Junto a Urano son los únicos del sistema solar cuya rotación es retrógrada, en sentido de las agujas del reloj, y en el caso de Venus es particularmente lenta. Pero un reciente estudio puede que haya dado en la clave de este movimiento.
La misteriosa rotación de Venus ya no lo es tanto
Entre los misterios por determinar de nuestro gaseoso vecino está la duración de su día, porque es variable. Hasta ahora se estimaba que éste podía ser de 4 días terrestres o durar hasta los 243 días terrestres sin saber exactamente el motivo, pero lo que proponen en un nuevo estudio publicado en Nature es que se debe a la interacción entre los movimientos atmosféricos y la superficie de Venus.
Lo que ha ayudado a plantear esto son la observaciones de la sonda Akatsuki de la JAXA, que detectó una estructura meridional de unos 10.000 kilómetros de longitud en la parte superior de la masa de nubes (a 65 kilómetros de altura). Una estructura que ha estado desapareciendo y apareciendo en esa misma localización desde que las imágenes se detectó en 2015 y que finalmente se interpretó como onda gravitacional, concretamente lo que se conoce como onda de montaña, la cuales son un tipo de onda gravitacional atmosférica creada por elementos topográficos como montañas cuando el viento fluye sobre ellos.

Lo que no se ha podido comprender es cómo se crean estas ondas en Venus, pero gracias a simulaciones con modelos de circulación general los investigadores de este trabajo (T. Navarro, G. Schubert y S. Lebonnois) se considera que las observaciones son consistentes con la generación de estas ondas de montaña en las regiones ecuatoriales. Y lo que es más importante: que estas ondas de montaña contribuyen al par de fuerzas atmosférico total que influye sobre la superficie, y que junto a ondas de presión y temperatura, pueden producir un cambio en la rotación del planeta de en torno a 2 minutos por día.
Este sistema podría explicar la diferencia en la duración de los días, que está bien vigilada tras 40 años de observaciones al planeta. Por su parte, la gran perturbación de 10.000 kilómetros también plantea que la estructura vertical de Venus no es como se pensaba y que las ondas no sólo se crean durante lo que sería la "tarde" del ciclo diario de Venus, si no que también aparecen en la fase diurna.
Un vecino que no es muy de visitas
Lo que se sabía de Venus es que vivir allí no es demasiado agradable, por mucho que la NASA lo incluya como imaginario destino de vacaciones. La propia agencia de hecho ya ha ido trabajando en equipos que sean capaces de soportar las duras condiciones del planeta, en cuya superficie pueden llegar a alcanzarse los 460 grados centígrado.

La idea es observarlo desde más cerca de lo que lo hacen las sondas que como Akatsuki lo ven desde el exterior, orbitándolo. Pero de momento son este tipo de misiones las que han arrojado algo de luz a esa densa atmósfera pudiendo conocer algo más a nuestro vecino más cálido, pudiendo confirmar la presencia de esta onda de montaña de 10.000 kilómetros y también darnos pistas sobre la extraña rotación del planeta, lo cual además sirve para entender mejor la interacción entre la atmósfera y un cuerpo sólido (o lo que es lo mismo, cómo se transmite el momento angular entre un cuerpo sólido y la atmósfera).
Imagen | NASA
En Xataka | 460ºC y lluvias sulfúricas: eso es vivir en Venus y la NASA ya tiene chips capaces de funcionar allí
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chamaruco
A marte no se le presta más atención porque lo tengamos "al lado", que no lo está. Se le presta más atención por sus condiciones actuales y pasadas, que lo sitúan dentro del rango de la "zona habitable" de nuestra estrella según algunos criterios; porque sabemos que albergó gran cantidad de agua en estado líquido durante un período muy amplio de tiempo y porque es MUY susceptible de haber podido desarrollar la vida en pararelo con nuestro planeta. Eso, además de que es suceptible de ser visitado y habitado con tecnología próxima a la que tenemos ahora y, eventualmente, terraformado.
Venus es el planeta gemelo de la Tierra, tiene prácticamente el mismo tamaño, pero sus condiciones son infernales y ni siquiera hemos sido capaces de enviar máquinas que resistan en su superficie más que para enviar unas pocas fotos y algunos datos antes de quedar fritas. Por contra tenemos rovers en Marte que llevan más de una década recorriendo el planeta...
Las propuestas más populares de envío de humanos a Venus pasan por el establecimiento de estaciones flotantes en la atmósfera alta, donde las condiciones son mucho más favorables; con tecnología relativamente sencilla se podría establecer una estación flotante (a modo de dirigible) en una zona donde la temperatura y la presión fuesen tales que se podría estar incluso en el exterior con la ayuda de un equipo de respiración sencillo.
soyeltroll
"Quizás Marte sea el planeta más mainstream con eso de que lo tenemos al lado y bastante vigilado," Vigilado si, pero al lado... Es rara la vez que leo una noticia sobre el planeta rojo en la que no me pregunte, cuantas personas creen que Marte esta más cerca que Venus?
tecnoman
"Entre los misterios por determinar de nuestro gaseoso vecino está la duración de su día, porque es variable".
Venus no es gaseoso, es sólido.
stenmark
Que pena que no se hiciese caso a Carl Sagan y su idea de terraformación de Venus.
Para un planeta mucho más cercano en tamaño y gravedad al nuestro.