La Plataforma Orbital Lunar Gateway, o LOP-G, probablemente sea el próximo gran hito de la era espacial humana, a la altura de los planes para conquistar Marte o la confección de la ISS. Esta estación cislunar será en gran medida una sustituta de la actual Estación Espacial Internacional, y los planes para llevarla a cabo ya comienzan a cristalizarse. ¿En qué situación se encuentra y cómo será la LOP-G?
Esta plataforma se está haciendo realidad gracias al esfuerzo conjunto de varias agencias espaciales, lideradas por la NASA americana, entre las que destacan la Agencia Espacial Europea (ESA), la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) o la Agencia Espacial Canadiense (CSA), con la intención de que más agentes se añadan al proyecto en un futuro cercano.
Así será la 'sustituta' de la ISS
A diferencia de la Estación Espacial Internacional, la Plataforma Orbital Lunar Gateway es bastante más pequeña en estos primeros diseños. La composición inicial estaba formada por cuatro módulos principales: el PPE, o módulo energético y o propulsor, el módulo de habitabilidad, el puerto logístico y la exclusa de acceso. Con esta formación, lo cierto es que el LOP-G se queda muy por detrás de la más de media docena de grandes módulos que componen la ISS.
Para que nos hagamos una idea, esta primera combinación será algo más grande que un autobús escolar y se situará orbitando a la Luna, en vez de a la Tierra. Sin embargo, según hemos sabido por Daniel Marín, astrofísico y divulgador científico, la última itinerancia de la LOP-G cuenta con algunos componentes más, ya que al módulo de habitabilidad se le unirían otros destinados para la tripulación. La intención es que esta pequeña estación sea capaz de albergar a varios habitantes, al menos, durante veintiún días.
Hasta a cuatro astronautas habitarán en la nave Orion durante su estancia.
Así, mientras que el primer módulo, el PPE, suministrará energía y movimiento a la estación, el módulo SPIRIT, que será el segundo en llegar a la órbita lunar, llevará tanques de combustible, motores de efecto Hall, además de antenas y herramientas para asegurar la comunicación de los posibles vehículos que viajen a la Luna. Los módulos de habitabilidad comenzarán dando soporte hasta a cuatro astronautas, que habitarán en la nave Orion durante su estancia.
También es muy importante el módulo de esclusa, el cual permitirá a la tripulación salir al exterior, algo importantísimo al principio para realizar operaciones de mantenimiento, adaptaciones y expansión de los módulos. Añadido a todo esto, la Plataforma Orbital Lunar Gateway contará con un brazo robótico capaz de moverse por la estación, permitiendo el transporte de la tripulación para realizar tareas de mantenimiento, entre otras cosas.
¿Y para cuándo la veremos?
Aunque ya hay muchos avances al respecto, el primer lanzamiento relacionado con la Plataforma Orbital Lunar Gateway tendrá lugar en 2022. En este se pondrá en órbita el PPE de la LOP-G. La misión será no tripulada y asentará las bases que, dos años después, permitirán que la Plataforma Orbital Lunar Gateway sea visitada. Así, en 2024 se añadirá el módulo de habitabilidad.
En 2022 se lanzará el primer módulo y en 2024 se llevará, por primera vez, tripulación a la LOP-G
En 2026 se instalará la esclusa, que irá acompañada de la Orion, con cuatro tripulantes. Si todo va bien, en 2027 comenzará lo bueno, ya que se hará la primera prueba con el DST, la nave de transporte espacial profundo. Esta consiste en una cápsula Orión unida a un módulo de propulsión y una célula de habitabilidad.
En 2028 se realizarán los preparativos para realizar el primer viaje largo de prueba, que durará un año y que se realizará alrededor de la Luna. Por fin, en 2030 comenzará la última fase antes de lanzarnos a la conquista de Marte, desde la Luna, en 2033.
Volveremos a la Luna, pero el objetivo es Marte
A la ISS todavía le quedan unos diez años de vida, por lo menos, pero la LOP-G comenzará sus andanzas antes de que jubilemos a la vieja y querida Estación Espacial Internacional. ¿Para qué nos servirá? La idea principal tras la LOP-G es facilitar tres asuntos: el primero es la misión que nos llevará hasta nuestro vecino rojo. El segundo es ayudarnos a mantener una relación más habitual con la Luna. El tercero de los asuntos es darle más cabida al turismo espacial, alojando un espacio para las visitas comerciales.
La conquista marciana es, probablemente, la gran gesta épica de la humanidad en el siglo XXI. Estamos decididos a comenzar este proceso en apenas unos años. Para poder llevarla a cabo, sin embargo, necesitamos solucionar algunos graves problemas. Por ejemplo, la radiación, que podría matar a los astronautas en su camino hacia el planeta rojo. Entre presupuestos, dificultades técnicas y barreras biológicas, Marte todavía es un destino inalcanzable. Pero la LOP-G permitirá hacer estudios más contundentes sobre el espacio profundo y nuestra capacidad de atravesarlo.
Por otro lado, como decíamos antes, la LOP-G tendrá un módulo preparado para sostener las comunicaciones entre los vehículos lunares y la estación, pudiendo utilizarse como base de operaciones o enlace de comunicaciones. Esto permitirá una estancia más larga en la superficie de la Luna, en el caso necesario, y podría permitir acelerar el proceso de construir una base lunar en caso de que fuese pertinente.
Una de las cuestiones más interesantes es que la LOP-G es fruto de un proceso mixto, con financiación privada y pública, que pretende aunar los esfuerzos y objetivos de una multitud de agencias y actores. Probablemente por esta mezcla tan heterogénea, o puede que por cuestiones meramente prácticas, el turismo lunar es uno de los aspectos más interesantes de la Plataforma Orbital Lunar Gateway. Esto, probablemente, ayude a que haya más inversores y entre más dinero en las arcas del desarrollo espacial, aunque también ha suscitado varias críticas.
Las críticas a una estación 'sin propósito'
"Si el objetivo es construir una base lunar, debería construirse en la superficie de la Luna. Allí es donde está la ciencia, donde se encuentra el material de protección, y ahí es donde se encuentran los recursos para fabricar propelentes y otras cosas útiles", decía Robert Zubrin, fundador de la Mars Society en un artículo que criticaba duramente los planes de la NASA.
Ciertamente, la LOP-G expondrá a los astronautas a una mayor cantidad de radiación. La ISS, por ejemplo, se encuentra protegida de esta, pero la Plataforma Orbital Lunar Gateway requerirá de una rotación de personal más temprana para evitar los efectos perjudiciales.
Las de Zubrin no son las únicas críticas vertidas sobre esta estación. El comandante de la ISS Terry Virts, daba también una opinión contraria a la necesidad de construir la LOP-G. Su argumento es que no existe un objetivo concreto en esta acción, la cual está falta de intención científica. Según Virts, no entiende qué adelantos se pueden obtener en una construcción así que no se puedan desarrollar en la actual ISS, por lo que supone un gasto innecesario de recursos y tiempo.
En general, las críticas hacia el proyecto van todas encaminadas a la supuesta falta de propósito, especialmente si hablamos de aspectos científicos. Como sabemos, la NASA y cualquier otra agencia espacial tiende a planear cualquier misión con décadas de antelación. Sin embargo, los planes científicos para la LOP-G parecen estar en pañales o, al menos, esa es la primera impresión. ¿Qué deparará el futuro a la Plataforma Orbital Lunar Gateway? ¿Será un gasto exorbitado e innecesario o superará todas las expectativas en nuestro camino hacia Marte?
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