Los astronautas Tracy Dyson y Matt Dominick de la NASA tienen una misión particular. Durante su próxima caminata espacial, programada para el 24 de junio, se aventurarán en el espacio para recolectar seres vivos adheridos al exterior de la Estación Espacial Internacional.
¿Vida en el espacio? En el exterior de la ISS, las temperaturas fluctúan entre unos abrasadores 120 ºC y unos gélidos -100 ºC. Y sin protección de la atmósfera terrestre, los niveles de radiación son extremos.
Aunque suene a ciencia ficción, la realidad es que hemos documentado múltiples microorganismos capaces de sobrevivir a estas condiciones extremas. Se conocen como extremófilos, y pueden mantenerse con vida en estado latente para recuperar su actividad metabólica una vez que las condiciones del medio ambiente se vuelven más favorables.
El fascinante mundo de los extremófilos. Uno de los ejemplos más conocidos de extremófilos son los tardígrados, que han sido objeto de múltiples experimentos y han demostrado una increíble resistencia al espacio exterior.
Estos diminutos invertebrados de ocho patas podrían estar viviendo incluso en la Luna. En 2019, la sonda israelí llamada Beresheet se estrelló en la superficie lunar. Llevaba tardígrados deshidratados como parte de un proyecto de "biblioteca". Y aunque no sabemos si sobrevivieron al impacto, podrían seguir allí en estado de criptobiosis, una forma de latencia en la que pueden vivir sin agua y en condiciones extremas.
Además de los tardígrados, conocemos bacterias y otros microorganismos aún más pequeños que son aún más resistentes y pueden soportar estas duras condiciones durante años.
Experimentos en el exterior de la ISS. A lo largo de los años, los astronautas han instalado bacterias y hongos formadores de esporas en el exterior de la estación espacial, demostrando que pueden sobrevivir hasta dos años expuestos a las condiciones de la órbita terrestre.
Un estudio publicado en enero detalló cómo algunas especies de bacterias y hongos depositados en algodón y adheridos a varillas de metal fuera de la ISS seguían vivas tras dos años en el vacío del espacio.
"Los principales factores para la supervivencia a largo plazo podrían ser su deshidratación y secado por congelación parcial en el vacío del espacio cercano a la Tierra”, explicaron los autores del estudio. Y no es un caso aislado: un equipo de investigadores japoneses descubrió en 2020 que la bacteria Deinococcus radiodurans puede vivir tres años en el espacio.
Caminata espacial. La caminata espacial estaba prevista para este jueves, pero ciertas molestias de uno de los astronautas con su traje han obligado a aplazarla al 24 de junio, después del regreso de la nave Starliner de Boeing.
Dyson y Dominick recolectarán muestras del exterior de la Estación Espacial Internacional para analizarlas en la Tierra y comprobar si sigue habiendo organismos vivos. Este experimento podría ayudar a desentrañar uno de los grandes misterios del universo: ¿hay vida más allá de la Tierra?
Imagen | NASA
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