La NASA ha retrasado indefinidamente el regreso de la nave Starliner y sus astronautas. Boeing se juega sus futuros vuelos

  • La Starliner llegó para una misión de prueba de ocho días y podría pasar más de un mes en la órbita baja terrestre

  • Boeing necesita más tiempo para analizar los fallos de nave y la NASA lo necesita para hacer dos caminatas espaciales

Suni Williams, Butch Wilmore y la nave espacial Starliner de Boeing con una aurora de fondo
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Después de tres retrasos consecutivos, la NASA ya no tiene una fecha de retorno fija para la nave Starliner de Boeing, que llegó a la Estación Espacial Internacional con dos astronautas el pasado 6 de junio.

Sin fecha de retorno. El martes de esta misma semana, la NASA había anunciado una nueva fecha objetivo para el regreso de la nave espacial Starliner: el 26 de junio. A última hora del viernes, sin embargo, canceló los planes de desacoplar la cápsula sin una nueva fecha objetivo.

La Starliner de Boeing llegó para una misión de prueba de ocho días y podría pasar más de un mes en la órbita baja terrestre, pero tiene autorización para regresar a la Tierra en el caso de que se produzca una emergencia a bordo de la Estación Espacial Internacional.

Los fallos de propulsión. Uno de los motivos de este retraso indefinido es que los ingenieros de la misión necesitan más tiempo para estudiar los fallos en el sistema de propulsión de la Starliner.

El comportamiento errático de cinco propulsores frustró el primer intento de acoplamiento de la nave con la Estación Espacial Internacional el pasado 6 de junio. Además, se han detectado cinco fugas de helio y una válvula de propelentes defectuosa en el módulo de servicio.

Más tiempo para analizar los datos. Aunque hay helio suficiente para regresar y una válvula redundante que sustituye a la defectuosa, la NASA ha dado más tiempo a sus ingenieros y los de Boeing para analizar los fallos de la nave.

No solo con la intención de garantizar la seguridad de sus dos tripulantes —los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams—, sino también para recopilar la mayor cantidad de datos posible del módulo de servicio, que se quemará en la atmósfera y no aterrizará con la cápsula.

Desatascar las caminatas espaciales. Además de recopilar datos de cara a futuros vuelos de la Starliner, la NASA reconoce que deja abierto el regreso de la nave para no seguir retrasando una serie de actividades programadas por los demás astronautas a bordo de la estación.

Hay dos caminatas espaciales previstas para los próximos días: la primera, el lunes 24 de junio, y la segunda, el martes 2 de julio. Además de hacerr trabajo de mantenimiento, la NASA aprovechará estas actividades extravehiculares para comprobar si queda vida microbiana fuera de la estación espacial, uno de sus experimentos más llamativos.

45 días de límite. Es probable que la Starliner no regrese hasta pasado el 4 de julio, por la coincidencia en el tiempo de la caminata espacial y el Día de la Independencia de Estados Unidos. Sin embargo, hay una fecha límite para su retorno: el 21 de julio, ya que la nave solo está diseñada para una estancia de 45 días en la Estación Espacial Internacional.

Esta es la primera misión de prueba con tripulación de la Starliner de Boeing. El último paso para certificar la nave espacial comercial para futuras misiones operativas de seis meses, como las que hace —desde noviembre de 2020— la nave Crew Dragon de SpaceX. Hay mucho que analizar de este vuelo para que Boeing reciba esa certificación.

Imagen | NASA, Matt Dominick

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