Como si se tratara de un thriller donde un reloj de arena avanza lentamente y de manera inexorable, la NASA deshoja la margarita y se acerca a una decisión que se antoja histórica y fundamental a varios niveles para la agencia. La pregunta la sabemos casi todos, pero la respuesta tiene en vilo a la comunidad espacial. Se sabe que hay dos escenarios sobre la mesa, porque del tercero nadie habla. O casi nadie.
Volver a casa. La fecha límite para tomar una decisión se acerca. La NASA dijo inicialmente que las baterías de la Starliner podrían durar hasta 45 días. Desde entonces, han dicho que la vida útil de las baterías podría extenderse, pero no indefinidamente. “Estamos llegando a un punto en el que la última semana de agosto, realmente deberíamos tomar una decisión, si no antes”, dijo Ken Bowersox, administrador asociado de la NASA, la semana pasada.
Con la NASA, además, se da una peculiaridad que apenas ocurre en EEUU. A diferencia de muchas agencias del gobierno federal, la NASA tiene un nivel poco común de independencia que permite a sus líderes tomar decisiones que pueden ser políticamente impopulares. El espíritu de la agencia se moldeó, en parte, durante los desastres de los transbordadores espaciales Challenger y Columbia, los mismos que costaron la vida a 14 astronautas en total, e inculcó en la agencia una cultura de seguridad. Todo eso y algo más está en juego con la decisión.
Varados en el espacio. Los astronautas estadounidenses Barry "Butch" Wilmore y Sunita "Suni" Williams están varados en el espacio mientras la NASA y Boeing resuelven los problemas con la nave espacial Starliner que los trajo a la Estación Espacial Internacional (ISS). La culpa la tienen las cinco fugas de helio y el fallo de cinco propulsores durante el acoplamiento. Esto abre varios escenarios.
Primer escenario: volver por donde vinimos. Lo contábamos hace unos días. Boeing sigue pensando que regresar en la misma Starliner no solo es factible, sino la mejor opción. Al parecer, es posible que las fugas no sean un gran problema para el desacople y reentrada de la nave, principalmente porque las válvulas se han mantenido cerradas durante la estadía de la nave en la estación espacial.
Si al final se da luz verde a la opción original, se espera que la Starliner regrese a la Tierra con ambos astronautas a bordo el próximo 2 de septiembre.
Segundo escenario: volver en la Crew Dragon. Si la tripulación vuela a casa con SpaceX, Starliner regresaría a la Tierra sin nadie a bordo. Wilmore y Williams regresarían como parte de la misión Crew-9 de SpaceX, lo que significa que la NASA se vería obligada a sacar a dos astronautas de esa tripulación para dejar espacio para Williams y Wilmore.
Esta misión está programada para lanzarse a la estación en septiembre, pero no regresaría hasta febrero. Dicho de otra forma, Wilmore y Williams estarían aproximadamente ocho meses en total (en vez de ocho días).
Tercer escenario. Por supuesto, y en clave espacial, cualquier opción tiene un riesgo. Rudy Ridolfi, ex comandante de los sistemas espaciales militares de EEUU, ha sido la primera persona de alto perfil en alzar la voz hablando de un tercer escenario que desemboca en otras tres posibilidades de las que nadie quiere oir hablar.
Ridolfi explica que hacer el reingreso desde la Starliner es más que complicado. El experto cuenta que la alineación del módulo de servicio de la nave espacial es crucial para un reingreso seguro, y la Starliner debe estar posicionada correctamente para garantizar un descenso seguro de regreso a la Tierra. Si la alineación es incorrecta, podrían ocurrir hasta tres consecuencias peligrosas:
- Varados con oxígeno limitado: un escenario posible es que la Starliner pueda quedarse en el espacio con propulsores defectuosos y solo un suministro de oxígeno para 96 horas. Esta situación podría surgir si la cápsula intenta reingresar en un ángulo inadecuado, lo que provocaría que rebote en la atmósfera de la Tierra y permanezca en órbita.
- No reingresar a la atmósfera de la Tierra: otra posibilidad que apunta es que la nave espacial no pueda reingresar a la atmósfera por completo debido a una alineación defectuosa. Esto daría como resultado que la cápsula permanezca en el espacio indefinidamente, ya que no podría descender correctamente.
- Vaporización al reingresar: el último de los indeseables escenarios es el más grave, e implica que la nave espacial reingrese a la atmósfera en un ángulo demasiado pronunciado. Esto podría provocar que el escudo térmico de Starliner falle debido a la fricción y el calor extremos, lo que provocaría que la nave espacial se quemara antes de llegar a la superficie, y con ello la pérdida de los astronautas.
Conclusión. Todas las opciones nos revelan un mapa de lo que está en juego con la decisión de la NASA. Mientras, los astronautas que fueron al espacio para pasar una semana siguen recibiendo asesoramiento desde la Tierra. Como explicó estos días Joe Acaba, el jefe de la oficina de astronautas de la agencia, “están recibiendo mucha información que estamos revisando aquí en el terreno. Harán lo que les pidamos que hagan, y ese es su trabajo como astronautas”.
El hombre admitió que una posible extensión tan larga sería difícil, pero también recordó que era algo para lo que todos los astronautas se preparan. “Somos humanos, y esto es duro para los miembros de la tripulación y sus familias, y lo tenemos en cuenta. Pero como astronautas profesionales están preparados para esto, y lo están haciendo muy bien”, zanjó.
Imagen | NASA
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