La Luna es cada vez más pequeña. No nos referimos al hecho de que nuestro satélite se aleja poco a poco de la Tierra y por ello su tamaño aparente se encoje poco a poco. No, la Luna está perdiendo volumen.
Menos tamaño, más sismicidad. El único satélite natural de nuestro planeta está encogiendo, “como una uva convirtiéndose en pasa”, según explican los responsables del estudio. El ritmo al que mengua es imperceptible (apenas 50 metros de circunferencia menos en más de 100 millones de años); pero las implicaciones pueden ser relevantes para las futuras misiones lunares tripuladas y, más si cabe, al proceso de establecer una presencia humana permanente.
El motivo está en la sismicidad, los terremotos lunares. El análisis realizado por un equipo norteamericano de investigadores ha vinculado este encogimiento de la Luna con un mayor riesgo de sismicidad en el satélite.ste encogimiento de la Luna con un mayor riesgo de sismicidad en el satélite.
Un entorno estratégico. Esto afecta en particular al área alrededor del polo sur lunar. Esta es un área estratégica para el futuro de la exploración tripulada del satélite. Es en el polo sur donde probablemente sea más fácil acceder al agua, facilitando así la explotación de recursos in situ y evitando tener que cargar con agua desde la Tierra.
De las Apollo… El estudio no se ha basado en nuevas mediciones del satélite sino que ha aprovechado datos tan antiguos como las misiones Apollo. Y es que se basan en los datos compilados por los sismógrafos que llevaron consigo algunas de las tripulaciones que llegaron al satélite hace más de medio siglo.
El equipo combinó esta información sismográfica con un grupo de fallas geológicas detectadas por la misión Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO), que lleva estudiando el satélite desde 2009. Los detalles del estudio han sido publicados en un artículo en la revista The Planetary Science Journal.
...a las Artemis. El problema de los terremotos podría generar alguna que otra dificultad al proyecto de establecer una presencia humana permanente en la Luna, uno de los objetivos a largo plazo del programa Artemis. Como explican los responsables del estudio, la superficie de la Luna no es compacta como suele ser el suelo terrestre. Los terremotos podrían generar importantes desplazamientos de suelo lunar, dañando las infraestructuras y poniendo en riesgo a los astronautas.
“Puedes pensar en la superficie de la Luna como polvo y gravilla asentados y secos. A lo largo de miles de millones de años la superficie ha sido golpeada por asteroides y cometas, con el resultado de fragmentos angulares siendo constantemente eyectados por los impactos,” explicaba en una nota de prensa Nicholas Schmerr, coautor del estudio.
El resultado es una maraña de rocas de muy diverso tamaño, “pero todo muy poco consolidado. Sedimentos sueltos hacen muy posible que ocurran temblores y desprendimientos de tierras,” añadía Schmerr.
Explorando el sur. Los resultados del estudio concuerdan con lo observado hace unos meses por la misión lunar india Chandrayaan-3, que detectó un terremoto lunar por primera vez en 50 años. La sonda portaba el primer sismógrafo en nuestro satélite en medio siglo y en corto periodo de actividad logró captar uno de estos eventos.
Esta misión también fue pionera por acercarse al polo sur lunar, una región clave pero aún poco explorada de la Luna. Quizás en el futuro podamos saber más sobre esta región y su sismicidad gracias a esta misión y las que vengan.
Ver 3 comentarios