Los sensores, clave en el accidente del helicóptero
La escena tuvo lugar a comienzos del año. En algún momento de su último vuelo en Marte, el helicóptero Ingenuity de la NASA se rompió. La misión en ciernes, que iba a durar 30 días en el planeta rojo, había multiplicado cualquier perspectiva con cerca de mil, y en lugar de los cinco vuelos previstos, el helicóptero completó 72. Sin embargo, nunca supimos qué había ocurrido exactamente en aquel fatídico día. Hasta ahora, gracias a una investigación histórica de la agencia espacial.
Un legado para la posteridad. Para empezar, Ingenuity fue el primer helicóptero en volar en otro planeta, un dispositivo diseñado como una demostración tecnológica con la que realizar hasta cinco vuelos experimentales en Marte durante 30 días.
Sin embargo y como decíamos al inicio, superó todas las expectativas al operar durante casi tres años, acumulando 72 vuelos, más de 2 horas en el aire y recorriendo distancias 30 veces mayores a las previstas. Este diminuto helicóptero de 1,8 kilos, impulsado por componentes comerciales de bajo coste, marcó un antes y un después en la exploración aérea planetaria.
El día D. Ocurrió el 18 de enero de 2024, cuando Ingenuity realizó su último vuelo, un breve ascenso vertical planificado para probar sus sistemas de ascenso y capturar imágenes del terreno. El helicóptero alcanzó una altura de 12 metros y comenzó su descenso, pero un fallo en su sistema de navegación le impidió reconocer características en el terreno.
Al parecer, al aterrizar en una pendiente de arena con alta velocidad horizontal, sufrió un impacto que dañó severamente las palas de su rotor, causando vibraciones excesivas y una pérdida de comunicación temporal.
La investigación. El trabajo de la agencia espacial estadounidense será recordado como un hito, ya que se trata de la primera investigación de un accidente aéreo en otro planeta que no sea el nuestro. Como explicaban hace unas horas, el trabajo determinó que la falta de textura en la superficie marciana, caracterizada por ondulaciones de arena sin referencias visuales, desorientó el sistema de navegación de Ingenuity.
Con centenares de millones de kilómetros separando el lugar del accidente de la Tierra, la investigación se basó en datos limitados, sin caja negra ni observadores presenciales. Inicialmente se pensó que las palas habían golpeado directamente el suelo, pero se concluyó que el daño ocurrió debido a cargas de flexión generadas durante el aterrizaje forzoso. Los ingenieros determinaron que el helicóptero, empujado más allá de sus límites de diseño, simplemente alcanzó el punto de fallo.
Aterrizaje fatal. La situación, al parecer, generó errores de estimación de velocidad, llevando al helicóptero a aterrizar con un movimiento lateral significativo y fatal. Las cargas excesivas en las palas del rotor, resultado del impacto, provocaron que se rompieran en su punto más débil. Las vibraciones que se dieron al instante y el alto consumo energético culminaron en el cese de la misión de vuelo.
Contribuciones. Una de las cosas más sorprendentes del dispositivo es que, aunque Ingenuity quedó permanentemente en tierra, el helicóptero sigue enviando datos meteorológicos y de aviónica al rover Perseverance, proporcionando información valiosa para futuras misiones marcianas.
De hecho, su éxito ha inspirado diseños más avanzados, como el "Mars Chopper", un concepto de helicóptero autónomo 20 veces más pesado que Ingenuity, capaz de transportar equipos científicos y explorar ubicaciones remotas en Marte.
En definitiva, su desempeño pionero no solo demostró la viabilidad de la exploración aérea en el planeta rojo, sino que también estableció nuevos estándares para futuras misiones, mostrando cómo incluso los desafíos (o fallos) amplían nuestra comprensión de las posibilidades tecnológicas en otros mundos.
Imagen | NASA
En Xataka | Así es un vuelo completo de Ingenuity desde el punto de vista del helicóptero de la NASA
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