El misterio que envuelve a las ráfagas de radio rápidas (FBR por sus siglas en inglés) esta cada vez más cerca de resolverse. Literalmente, porque un nuevo estudio confirma el origen de unas ráfaga rápidas que llegan a nosotros desde la propia Vía Láctea. Son las más cercanas detectadas y eso hace que sea más fácil estudiarlas y comprenderlas, aunque se encuentren a 30.000 años luz de la Tierra.
Pocas cosas más misteriosas que las señales de radio que nos llegan a la Tierra. A veces aleatorias, a veces periódicas, a veces más potentes que otras... En 2007 se detectaron las primeras y desde entonces algunas de las más curiosas son la que llega cada 16 días o una que llega durante unos 90 días y luego hay 67 días de silencio. a veces también caemos engañados por un simple microondas.
A 30.000 años luz y por culpa de un magnetar
En un paper publicado en Nature estos días se confirman las sospechas que había hace unos meses sobre la que es la primera ráfaga de radio rápida detectada en la Vía Láctea. Los nuevos análisis han determinado que efectivamente está causada por un objeto extremadamente poderosos en nuestra galaxia, un magnetar.
En nuestra galaxia hay alrededor de 30 magnetares que hayamos podido descubrir hasta la fecha. Estos objetos son en realidad estrellas de neutrones con un campo magnético extremadamente potente. Las estrellas de neutrones son los "restos" superdensos que se forman cuando una estrella masiva, más grande que nuestro propio Sol, colapsa sobre sí misma. El campo magnético que tiene junto a las radiaciones que emite provocan que lleguen a nosotros señales de radio tan lejanas.
Rastrear el origen de las ráfagas de radio rápidas no es nada sencillo, por su aleatoriedad o corta duración como hemos visto previamente. Sin embargo, en esta ocasión hemos tenido la suerte de encontrar su origen al ser cercano a nosotros, más que en cualquier otra ocasión previa. Conociendo el origen los astrónomos ahora pueden seguir estudiando el magnetar y la zona para entender mejor cómo y por qué se emiten este tipo de señales.
Dos observatorios diferentes en América del Norte, CHIME en Canadá y STARE2 en los Estados Unidos, detectaron este FRB proveniente de la misma parte del cielo. Esto además coincidió en tiempo y lugar con otro evento cósmico. Unos días antes los astrónomos detectaron que el magnetar se había vuelto más activo enviando señales de rayos X y rayos gamma. al cruzar datos se confirmó que las ráfagas de radio rápidas venían del mismo lugar.
Aún hay mucho por investigar acerca de ello, sin embargo lo que queda claro es que al menos un tipo de ráfagas de radio rápidas están siendo provocadas por magnetares. Teniendo alrededor de 30 magnetares más en la galaxia, es posible investigar estos también en busca de ráfagas de radio rápidas que las busquemos nosotros y no las encontremos por casualidad.
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