Solemos pensar que en el espacio reina el silencio. Y, en términos generales, es verdad: la mayor parte del espacio está vacío y ese vacío impide que las ondas sonoras viajen. No obstante, hay entornos como los cúmulos de galaxias que tienen tanto gas que el sonido puede moverse con mucha facilidad. Es precisamente eso lo que nos ha permitido responder a una pregunta que la ciencia lleva años haciéndose... ¿A qué suena exactamente un agujero negro, el fenómeno más destructivo del universo?
Más de una década escuchando el espacio. En 2003, un equipo de astrónomos se dio cuenta de que el agujero negro del centro del cúmulo de galaxias de Perseo "enviaba" ondas de presión que al interaccionar con el gas del cúmulo generaba sonidos. Sonidos que los seres humanos no podrían escuchar (estarían 57 octavas por debajo del do medio); pero sonidos al fin y al cabo.
Este 2022, para la Semana del Agujero Negro, la NASA ha 'sonificado' esas señales; es decir, ha 'traducido' los datos astronómicos disponibles a señales. Y el resultado es, como podéis escuchar vosotros mismos, es de todo menos sorprendente: "suena exactamente como uno imaginaría que suena un inmenso abismo galáctico del que no escapa nada, ni luz".
No estamos ante una 'sonificación estándar'. Habitualmente los astrónomos convierten datos astronómicos en sonido con fines didácticos o divulgativos. De esta forma, cogen "cosas" y las transforman en sonido, aunque no fueran sonidos originalmente. Este audio, en cambio, usa como base ondas de sonido realmente existentes. Es cierto que está muy modificado para que el oído humano pueda escucharlo, pero no deja de tener un poso de verdad que el resto de sonificaciones no tienen.
¿Cómo suena el primer agujero negro que fuimos capaces de ver?. La diferencia entra el sonido del cúmulo de Perseo y el resto se ve fácilmente al compararla con la de M87*. Este agujero negro se hizo famoso porque la primera imagen del horizonte de sucesos que se consiguió en 2019 fue de M87*. Sin embargo, cuando escuchamos esta sonificación, comprobamos que el sonido es muy diferente.
Más allá de la curiosidad. Los agujeros negros son estructuras curiosísimas, pero también son puntos clave para entender qué es exactamente el universo. Por eso mismo, no dejamos nunca de tratar de entenderlos. Esta sonificación no es más que una pequeña anécdota, sí; pero nos acerca al objetivo de comprendernos mejor, incluso a nosotros mismos.
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