El robot de la NASA lleva tres años y medio en un cráter cuyo borde está escalando por primera vez
Los ingenieros de Perseverance han tenido no pocas dificultades para subir por el terreno inclinado
Tres años y medio después de aterrizar en un cráter al norte del ecuador marciano, el rover Perseverance se enfrenta a los terrenos más empinados de su aventura para tratar de salir de él. El ascenso por el borde occidental del cráter Jezero nos está dejando fotos para el recuerdo.
El rover Perseverance de la NASA aterrizó en Marte el 18 de febrero de 2021, y estuvo desde entonces explorando el lecho de Jezero y su delta fluvial. A mediados de agosto, después de recorrer más de 30 kilómetros y recolectar 24 núcleos de roca para una futura misión de búsqueda de muestras, Perseverance ha iniciado su quinta campaña científica en el borde del cráter.
A medida que escala los terrenos más desafiantes de su misión en el planeta rojo, Perseverance está capturando unas panorámicas impresionantes que muestran desde una nueva perspectiva tanto su trayectoria pasada como los retos que enfrenta en su nueva misión científica.
Qué va a hacer en la cima del cráter
Dos de las regiones que el equipo científico de Perseverance quiere estudiar de forma prioritaria en la cima del cráter Jezero son Pico Turquino y Witch Hazel Hill. Las imágenes de antiguas fracturas geológicas capturadas por los orbitadores marcianos sugieren que Pico Turquino pudo estar expuesto hace millones de años a una extinta actividad hidrotermal. Por su parte, Witch Hazel Hill contiene rocas estratificadas que posiblemente daten de una época en la que Marte tenía un clima muy diferente al actual.
Estas áreas son de especial interés para los científicos de la NASA porque podrían confirmar que Marte tuvo condiciones habitables y pudo albergar alguna vez formas de vida microbiana. No hace mucho, Perseverance exploró una zona llamada Bright Angel donde tomó muestras de una roca apodada "Cheyava Falls". Sus extrañas estructuras podrían ser firmas de vida microbiana que habitaba la zona cuando había corrientes de agua fluyendo por el cráter.
Para llegar a esos lugares prometedores, el rover tendrá que escalar pendientes de hasta 23 grados cubiertas de arena y polvo sobre una frágil corteza de suelo. Perseverance ha superado inclinaciones similares antes, pero nunca combinadas con un terreno tan resbaladizo y suelto.
Un ascenso increíblemente desafiante
El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA planifica minuciosamente los movimientos de Perseverance. Aun así, el inicio de la escalada se estaba haciendo insufrible: cada dos pasos hacia adelante que daba el rover, tenían que retroceder al menos uno.
Los planificadores de la misión se reunieron para pensar otras opciones y probaron varias tácticas para mejorar la tracción del robot: conducir en reversa en ciertas condiciones en las que era favorable para el sistema de suspensión de Perseverance, conducir en zigzag para reducir la inclinación y mantener el control del rover, y mantenerse cerca del borde norte de la pendiente, que tiene rocas más grandes y con mejor agarre.
La última estrategia ha resultado ser la más efectiva, y el equipo planea priorizar este enfoque mientras Perseverance continúa con el ascenso. El equipo científico quiere llegar a la cima del borde del cráter lo antes posible, pero mientras tanto disfruta de las vistas panorámicas de la pendiente.
El 27 de septiembre, Perseverance capturó un mosaico de 44 imágenes desde un punto intermedio llamado Faraway Rock. En la foto se ven el interior del cráter Jezero y muchos de los hitos que el rover ha explorado desde su llegada.
Imágenes | NASA-JPL
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