Que Marte fue un lugar lleno de agua hace millones de años no resulta ya sorprendente, pero aún tenemos mucho que aprender sobre la hidrosfera marciana. Las nuevas imágenes del rover Perseverance pueden ayudarnos en esta tarea.
Delta fluvial. Los investigadores del Jet Propulsion Lab (JPL) a cargo del Perseverance han publicado nuevas fotos que ilustran cómo podían llegar a ser los ríos marcianos en el pasado. Las fotos fueron tomadas por el vehículo a su paso por otra estructura hidrológica notable: un delta fluvial.
De los arroyos a los ríos. Desde su posición, situada en el cráter Jezero, el rover de la NASA pudo fotografiar el lecho de un río ancestral. En el collageformado por las fotografías individuales tomadas por los instrumentos ópticos de Perseverance destacan una serie de rocas y cantos. Lo llamativo de estas piezas es, explican los expertos, su considerable tamaño.
“Estas [rocas] indican un río de gran energía que está conduciendo y transportando muchos escombros. Cuanto más poderoso el flujo del agua, más fácilmente es capaz de mover grandes piezas de material”, explicaba en una nota de prensa Libby Ives, investigadora del JPL.
Esto contrasta con las pruebas geológicas de la presencia de una hidrosfera en Marte con las que hasta ahora contábamos. Hasta ahora los cuerpos de agua de los que se tenía constancia habrían sido bien de agua estancada (océanos y lagos), bien pequeños riachuelos y arroyos, como los detectados por otro de los roversmarcianos, Curiosity.
Una “playa” en Marte. El lecho fluvial de la foto recuerda levemente a las dunas onduladas de una playa, de ahí quizás que comparta el nombre con una playa del suroeste de Gales: Skrinkle Haven. Según explican los investigadores, las “bandas” rocosas probablemente fueran formadas por el flujo del agua, aunque no están seguros del mecanismo exacto, puesto que dudan entre dos hipótesis.
Una de las posibilidades es que correspondan a los cambios en la altura a la que se situaba un río “serpenteante”; mientras que la otra describe el río como “trenzado”, cuyo curso vendría modulado por bancos de arena presentes en el terreno.
Lo que sí señalan los expertos es que estas estructuras habrían sido más altas en origen y que habrían sido el viento marciano y el polvo atmosférico los responsables de “recortar” su altura.
Pinestand. Las nuevas observaciones sobre el pasado hidrológico de Marte no solo proceden del lecho fluvial sino también de lo alto de las colinas. A unos 450 metros de Skrinkle Haven se encuentra la colina de Pinestand, protagonista de otra de las nuevas imágenes captadas por Perseverance.
Se trata de una colina que se alza a unos 20 metros y que, según la hipótesis de los científicos, podría haber sido formada por las fuerzas fluviales de su entorno, si bien los investigadores siguen contemplando otras posibilidades.
“Estas capas son anómalamente altas para ríos en la Tierra”, señalaba Ives. “Pero a la ves, la forma más común de crear este tipo de orografía sería un río.”
Mastcam-Z. Estas imágenes son mosaicos creados a partir de numerosas instantáneas tomadas por un instrumento del rover, Mastcam-Z. Esta cámara funciona como los “ojos” de Perseverance y es la que nos ha dado buena parte de las imágenes que nos llegan desde este rover.
Los investigadores a cargo de la misión continúan indagando en las fotografías que nos llegan de esta cámara, pero también aprovechan los datos obtenidos por otros instrumentos. Aparatos como RIMFAX, un radar de terreno capaz de examinar lo que se encuentra en el subsuelo bajo las ruedas de Perseverance.
“Lo que es ilusionante aquí es que hemos entrado en una nueva fase de la historia de Jezero. Y es la primera vez que estamos viendo ambientes como éste en Marte” explicaba también en nota de prensa Katie Stack Morgan, segunda investigadora del proyecto. “Estamos pensando en ríos en una escala diferente a como nunca lo habíamos hecho.”
El cráter Jezero. Los responsables de la NASA seleccionaron este cráter marciano para ser explorado por Perseverance precisamente por ser visto como uno de los lugares más interesantes para explorar los rastros geológicos dejados atrás por la actividad hídrica del planeta rojo.
Será también el terreno de este cráter el primero que llegue a la Tierra si todo va acorde a lo planeado con la misión Mars Sample Return (y asumiendo que la misión china no se adelante a las agencias espaciales estadounidense y europea).
La llegada de estas muestras supondrá otro hito en la exploración de nuestro sistema solar y nos ayudará a responder la gran pregunta que nos asalta cada vez que pensamos en Marte: ¿Albergó alguna vez vida?
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Imágenes | NASA/JPL-Caltech/ASU/MSSS
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