La Luna es relativamente más pequeña que la Tierra y además hay seis veces menos gravedad. Con estas dos características, uno puede pensar que una hipotética vuelta al satélite caminando no es algo tan complicado. Más o menos, veamos qué tiempo nos llevaría semejante hazaña.
Aquí en la Tierra, teniendo en cuenta que el planeta tiene una circunferencia de unos 40.000 kilómetros y que de media un humano camina a 5 km/h... tardaríamos unos 330 días. Eso sí, sin parar y sin tener en cuenta que hay océanos de por medio. En la Luna aún hay más complicaciones a tener en cuenta. Recientemente vimos cómo sería hablar en el espacio, ahora el ejercicio hipotético es sobre cómo caminar en la Luna.
Los factores a tener en cuenta
En un hipotético ejercicio para ver cúanto tardaríamos en dar la vuelta a la Luna caminando, hay que tomar en cuenta una serie de factores. Tal y como recogen en LiveScience, la velocidad, la gravedad o el relieve lunar son algunas de las cosas que determinan el tiempo total. Veamos estos factores:
- Velocidad: Probablemente el factor más importante de todos, la velocidad a la que el astronauta puede caminar en la Luna. Hasta ahora los 12 astronautas de la NASA que han caminado en la Luna lo han hecho a una velocidad media de 2,2 km/h. Es una velocidad muy baja, aunque se debió en parte a los trajes espaciales no adaptados (quizás mejor con los de SpaceX). Supuestamente con trajes en mejores condiciones y con la gravedad lunar seis veces menor que la terrestre, un astronauta podría caminar a alrededor de 5 km/h.
- Relieve: En la Luna no hay océanos que rodear, pero sí gigantescos cráteres a los que a veces es mejor no acercarse. Por lo tanto, el tiempo final se vería fuertemente incrementado por todos los cráteres que habría que rodear en la caminata.
- Condiciones meteorológicas: En el ecuador de la Luna se pueden dar de día temperaturas de hasta 100 grados centígrados y de noche de hasta -180 grados centígrados. Para hacer frente a semejantes temperaturas el astronauta suponemos que estaría bien protegido con su traje espacial. No obstante, incluso si eso se solucionase, hay que tener en cuenta que las bajas temperaturas también afectan a la superficie lunar, haciendo que a veces sea más complicado caminar sobre ella.
- Radiación: Suponiendo que los cambios drásticos de temperatura no son un problema, otra cosa de la que el astronauta debería protegerse es de la radiación. En la Luna no hay atmósfera que proteja de la radiación y si durante su caminata se produce una tormenta o erupción solar, va a tener que lidiar con la radiación proveniente interrumpiendo la caminata para ponerse a salvo.
- Condición física y suministros: Si nuestro astronauta es inmune a las temperaturas, a la radiación y no le importa el relieve... hay un último factor a tener en cuenta: lo que tarde en cansarse. Caminar cansa, y más aún en un lugar como la luna donde tenemos que ir equipados con bombonas de oxígeno y un traje espacial de varios kilos de peso. Por otra parte está el tema de los suministros para la caminata, se tendría que llevar un pequeño rover que transporte alimentos, agua y más oxígeno.
Teniendo en cuenta todos estos factores, podemos hacer un rápido ejercicio matemático para ver cuánto tardaría en dar la vuelta a la Luna nuestro astronauta. Si camina a 5 km/h y teniendo en cuenta que la luna tiene 10,921 km de circunferencia, tardaría 91 un días en completar la vuelta a la Luna. Ahora bien, por las condiciones del entorno suponemos que caminaría sólo unas cuatro horas al día y que tendría que lidiar con algún que otro cráter, en tal caso los 91 días suben a unos 540 días.
Vía | LiveScience
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