Todo lo que sabemos sobre el fallo de la Soyuz: la tripulación estaba preparada para esto; la Estación Espacial Internacional, no

Apenas unos minutos tras el despegue del cohete Soyuz, que llevaba a los astronautas Alexey Ovchinin y Nick Hague, la alarma saltaba: un fallo obligaba a abortar la operación. Este no es el primer fallo vivido por los cohetes rusos, y estaba todo previsto. A estas alturas, por suerte, los cosmonautas están sanos y salvos en suelo de Kazajstán.

El susto ha sido grande, pero las medidas de seguridad han sido aún mayores. El problema, ahora, es lo que va a ocurrir con la Estación Espacial Internacional, o ISS, la cual podría quedar deshabitada por primera vez desde 2001, tal y como apuntaba el divulgador, Wicho, tras el incidente.

Problemas con el acelerador

La Soyuz-FG despegaba en Baikonur, como otras veces. Sin embargo, unos minutos después, un error en uno de los cuatro propulsores de aceleración de la nave daba al traste, momentáneamente, con la misión.

Lo primero es poner a salvo a los astronautas, así que, tal y como indicaban desde la NASA, haciendo eco de las autoridades rusas, los sistemas de seguridad funcionaron perfectamente desde el primer momento.

Todavía no ha trascendido el problema exacto de los motores, pero su fallo parece haber provocado que el cohete fuese incapaz de llegar hasta la órbita baja desde donde la cápsula alcanzaría la Estación Espacial Internacional seis horas después.

El cohete no ha explotado y no ha habido ningún otro incidente, que conozcamos. Este es el primero de los fallos del Soyuz-MS10. De hecho, el último fallo de lanzamiento de un Soyuz fue en 1983, aunque sí que hemos visto algunos problemas en el aterrizaje más recientemente.

"El último salvavidas de una nave"

Dejando el por qué del problema a un lado, por el momento, lo más inmediato en una situación así es poner a salvo a los tripulantes. A la hora de enviar gente al espacio, los ingenieros no escatiman en medidas de seguridad. Gracias a ellas, Ovchinin y Hague están ya de vuelta. ¿Cómo funciona la cápsula de escape de la Soyuz? El diseño comenzó en 1961, en la Oficina de diseños experimentales.

Este diseño está preparado para reaccionar ante todo tipo de problemas, incluyendo la explosión del cohete principal. Este sería el escenario más catastrófico contemplado. Pero vayamos a los últimos modelos, como el que lleva el Soyuz-MS10. Toda el aparataje de la cápsula de escape está situado en la parte superior, como parte de la cabina.

Soyuz Tma 7

En caso de que exista una pérdida de control, la separación prematura de las etapas de refuerzo, la pérdida de presión en las cámaras de combustión, una falta de velocidad o la pérdida de empuje, el sistema de emergencia se enciende automáticamente, sin que medien ni los tripulantes ni la base.

Esto es importante porque los segundos en una situación como esta son cruciales. Desde la base no serían capaces de reaccionar a tiempo y los tripulantes estarán, seguramente, sometidos a varias "G" de fuerza, por lo que tampoco podrán actuar. En el momento en el que se activa el modo de emergencia, la cápsula se separa.

Esta tiene un cohete de empuje y permite utilizar el paracaídas principal de la cápsula para dirigir la reentrada y el descenso balístico a tierra. Una vez separado el módulo superior, este se prepara para el descenso y se frena gracias a unos cohetes especiales. Un poco más tarde se suelta la cápsula de escape, que caerá suspendida del paracaídas.

Mientras desciende, cuando ya no sea necesario, se desprenderá el escudo térmico y unos pequeños propulsores de reentrada se encargarán de amortiguar, en la medida de lo posible, la caída. Aun así, el viaje de vuelta de Ovchinin y Hague no ha sido nada fácil pues han estado sometidos a fuerzas de hasta seis "G". La NASA y Roscosmos han confirmado que se encuentran en perfectas condiciones y ya a salvo.

La ISS se queda sin "taxi" de vuelta

Inmediatamente al descenso de la cápsula, las autoridades Rusas han informado del control de la situación y, también, de la intención de abrir una investigación. Así lo anunciaba Dmitry Rogozin, el director general del Roscosmos, mediante Twitter. La cuestión, sin embargo, ha vuelto a suscitar la idea de si Rusia está haciéndolo bien últimamente con su industria aeronáutica.

Esto nos lleva al reciente fallo de la ISS que obligó a los tripulantes a proceder con los protocolos de emergencia. Pero el problema puede ser aún más inmediato. Tal y como apuntan algunos divulgadores, ahora mismo solo quedan tres tripulantes en la ISS. La pérdida de esta nave supone que no queda ninguna disponible para volver a enviar a nadie. Los astronautas de la Estación Espacial Internacional deberían volver en tres meses.

¿Se quedará la ISS "abandonada" por primera vez desde 2001? Las bromas sobre la oportunidad que le supone a Elon Musk esta pérdida no han tardado en aparecer. Recordemos que la primera operación tripulada con las naves de Space X está programada para 2019. Por el momento, lo único que sabemos es que habrá que estudiar qué ha ocurrido con el cohete. Todo lo demás es incierto.

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