El auge de las realidades extendidas no parece tener límite. Según IDC, este año el volumen de negocio generado por el sector alcanzará los 20,4 mil millones de dólares, un 68,8 % más que en 2018. Prácticamente, la misma tasa de crecimiento se mantendrá al menos hasta 2022.
La medicina es uno de los principales vectores de este crecimiento y, en concreto, el ámbito hospitalario es donde se están desarrollando terapias que mejoran la calidad de vida del paciente. Principalmente en el campo de la rehabilitación motora y cognitiva, terapia de trastornos psiquiátricos, aprendizaje y reducción del estrés.
Muchas de las ventajas derivadas de esta tecnología ya forman parte integrante de la actividad diaria de los hospitales de todo el mundo, incluida España. Ya no es una promesa para el futuro, sino una realidad implementada con éxito.
Un enfoque multidisciplinario
A través de la manipulación de tres variables (espacio, tiempo e interacción) y la disponibilidad de una interfaz gráfica, es posible crear una dimensión caracterizada por un fuerte sentido de la realidad, por lo que el sujeto cree que está presente en ese mundo y puede interactuar con él.
Los visores de realidad virtual (RV) y aumentada (RA) se pueden utilizar en el quirófano tanto para operaciones reales como para ejercitaciones. La realidad virtual también es un soporte válido para la medicina de emergencia. 'Ludus' o 'SimforHealth', por ejemplo, son simuladores que preparan a los operadores para las situaciones de estrés a las que se deberán enfrentar.
Como explica Laura Raya González, responsable de la disciplina académica de realidad virtual, aumentada y mixta del Centro Universitario U-tad, “una de las características de las realidades inmersivas más importante es la sensación de presencia. Esta sensación permite al usuario sentirse presente en un mundo creado para un fin concreto, con una interacción, una estética y un significado totalmente adaptados al objetivo deseado”.
Las posibles aplicaciones son innumerables y una formación académica ya es imprescindible para diferentes perfiles profesionales. “Nuestro objetivo ─anota Raya─ es poner esta tecnología al servicio de la sociedad. Para ello, necesitamos formar equipos multidisciplinarios compuestos por ingenieros, artistas, psicólogos y expertos en el ámbito de aplicación”.
Por otro lado, “trabajar con centros como el Hospital Universitario de La Paz o la Asociación Asperger Madrid, colaborando con expertos y pacientes, permite que los proyectos se desarrollen con ellos y para ellos”, continúa Laura Raya.
El mejor hospital público de España
El Hospital Universitario de La Paz de Madrid ha sido reconocido por quinto año consecutivo como el mejor hospital público de España por el Monitor de Reputación Sanitaria. Allí trabaja Erika Guijarro Fernández, psicóloga de la unidad de trasplante pediátrico y experta en tratamientos con RV.
Guijarro, quien el próximo 27 de febrero tendrá en U-tad una Master Class bajo el titulo ‘Aplicación de la Realidad Virtual en terapias psicológicas en el Hospital La Paz’, relata cómo fue introducir estas tecnologías en un centro sanitario de primer nivel.
“En nuestro caso, fue gracias a la experiencia que estaba teniendo en otros entornos clínicos. Me di cuenta del enorme potencial que tenía este tipo de herramientas en cuanto a diagnóstico y tratamiento psicológico y decidí trasladarlas al entorno hospitalario. La acogida está siendo estupenda. Trabajamos en equipo con todo el personal asistencial (psicólogos, médicos, cirujanos, enfermería, auxiliares…)”, asegura la psicóloga.
El uso de la realidad virtual en psicología
El ámbito psicológico es uno de los más prometedores para el uso terapéutico de las realidades extendidas. Los campos de actuación son muy diversos: trastornos obsesivos compulsivos, estrés postraumático, agorafobia, adicciones, fobias, insomnio, paranoia de persecución, depresión, insomnio, ansiedad, déficit de atención o hiperactividad, entrenamiento en habilidades sociales y comunicativas, trastornos de deglución, EMDR o hipnosis.
Una de las aplicaciones más interesantes es el tratamiento de las fobias. El programa de RV sumerge al paciente en un mundo virtual en el que se encuentra expuesto a sus miedos de manera controlada, de modo que gradualmente la fobia pierde intensidad.
Según Guijarro, “los beneficios son impresionantes. Se reduce la sintomatología con mayor rapidez y los pacientes se encuentran mucho más motivados porque tienen un papel muy activo. Se reducen también los costes y la exposición es totalmente controlada y regulada. Además, favorece los aspectos éticos como la protección de la intimidad”.
La RV también es útil en la gestión de dependencias. También en este caso, la simulación reproduce un entorno hostil en el que el paciente debe resistir a la tentación. Aplicaciones como 'VRChat' o 'Interventionville' permiten también interactuar con otros pacientes en una especie de terapia de grupo.
Proyectos españoles pioneros
La realidad virtual también ha logrado excelentes resultados en el tratamiento del autismo. La tecnología consigue mantener a los niños más enfocados sumergiéndolos en un entorno social. U-tad se encuentra en primera línea en el desarrollo de estas aplicaciones, en las que participan tanto los alumnos del grado en Ingeniería del Software como de los postgrados en Realidad Virtual.
Como argumenta Laura Raya, el centro “cuenta con 'CicerOn', un proyecto para adolescentes con autismo cuyo objetivo es capacitarlos a hablar en público. 'Lancelot', en cambio, ayuda a niños con autismo en la superación de fobias. Ambos proyectos están avalados por instituciones como Indra y Fundación Orange, respectivamente, y han contado con chicos con Asperger para el desarrollo de la solución”.
Otro importante proyecto llevado a cabo por el centro universitario es 'Virtual Transplant Reality', cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida y el bienestar emocional de los niños trasplantados y sus familias. Este programa psicoterapéutico representa una iniciativa pionera a nivel mundial, siendo la primera plataforma en RV y RA de atención psicológica a niños y adolescentes con trasplante hepático.
El programa busca mejorar el bienestar psicoemocional, íntimamente relacionado con la autoestima, confianza en uno mismo, capacidad de adaptación, flexibilidad, resiliencia, capacidad de afrontar situaciones difíciles y manejar las emociones sin dejarse atrapar por los estados de ánimo negativos durante el proceso de trasplante.
Además, hace un par de años, U-tad desarrolló 'Cenizas', que pretendía utilizar la capacidad virtual embodiment de la realidad virtual para potenciar la empatía de los usuarios ante los niños refugiados de una guerra.
Las nuevas tecnologías como sistema antiestrés
El uso de la realidad virtual puede reducir los niveles de estrés y hacer que el tiempo que pasamos en el hospital sea más llevadero. En el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, por ejemplo, se está impulsando el uso de visores de RV para distraer a los pacientes que participan en ciclos de quimioterapia.
El mismo concepto es la base del proyecto 'MRI' del King's College en Londres, donde se ha desarrollado una aplicación para un visor de RV que acompaña a los menores de 10 años en el proceso de aproximación a la resonancia magnética.
Otro de los objetivos de las realidades inmersivas en los hospitales es utilizarlas como un efecto placebo o como forma alternativa de anestesia. En el hospital francés St Joseph, para algunas leves intervenciones, se está probando la realidad virtual en lugar de analgésicos y anestesia. Un programa muestra imágenes relajantes y, con el paso de los minutos, los pacientes se calman hasta no sentir dolor.
Como explica la profesora Raya, “el aislamiento del mundo real que proporcionan unas gafas de RV, así como la atención que produce sumergirse en un mundo virtual, se utiliza como distractor del dolor, para mantener una salud mental adecuada y una relajación ante tratamientos que requieren que el paciente transcurra tiempo en un hospital”.
Formarse en el ámbito de las realidades extendidas
Todos estos avances pasan por la formación de profesionales capaces de generar estos contenidos. Hay que apostar por la creación de equipos multidiciplinarios que puedan unir la salud con las nuevas tecnologías por el beneficio de los pacientes.
En este sentido es primordial fomentar una preparación académica de calidad, como la del Máster Universitario en Computación Gráfica, Realidad Virtual y Simulación y del Experto en Desarrollo para Realidad Virtual, Aumentada y Mixta de U-tad.
“Nuestros alumnos ─asegura la docente─ aprenden técnicas, métodos y diseños necesarios para construir mundos inmersivos que realmente potencien la sensación de presencia, no ocasionan mareo, son interactivos en tiempo real y captan la atención del usuario”. Además, “contamos con un equipo multidisciplinar, formado por cirujanos, psicólogos, aparejadores, diseñadores, expertos audiovisuales, modeladores, etc.”, añade.
Ya no hay duda de que el desarrollo de las realidades extendidas representa el futuro para muchos ámbitos terapéuticos. Sin embargo, como sugiere Guijarro, hay que seguir avanzando porque “todavía queda mucho que difundir y hacer que la sociedad entienda que las nuevas tecnologías también pueden utilizarse para el tratamiento de patologías psicológicas y no solo como entretenimiento”.
Imágenes | iStock/max-kegfire, iStock/eternalcreative, iStock/Iaremenko, Flickr/Brother UK, Pixbay/alan9187
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