En el ADN de un maker podemos encontrar fácilmente la inquietud por cómo funcionan las cosas. Aspiran a no ser meros consumidores sino a adaptarlas a sus necesidades.
Pero, ¿cómo trabajan? ¿Cuáles son sus proyectos más motivadores? ¿Tienen un “santuario” con herramientas o tecnologías clave? Hemos hablando con 6 makers completamente apasionados por lo que hacen para que nos enseñen cómo son sus lugares de trabajo, sus herramientas/materiales y la vida alrededor del DIY.
BE MAKER MY FRIEND
¿Qué tienen en común un bombero, un ingeniero aeronáutico, un licenciado en Ciencias Ambientales o un programador? Son makers y miembros destacados de un movimiento que aspira a liderar una sección importante de una nueva revolución industrial.
Diego Lale es bombero. Y maker. Algo extraño como nos reconoce él mismo. El ejemplo perfecto de que hay makers que nacen. Su inquietud arrancó desde muy pequeño, cuando le podía el saber cómo funcionaban las cosas. Se lamenta de que por aquel entonces sus padres no entendieran lo de ser maker. Para ellos era algo con connotaciones negativas.
Si hubieran sabido que actualmente esa extraña afición abre oportunidades laborales, ellos mismos le habrían creado su pequeño rincón maker en casa. No es lo habitual, pero hay makers que han unido su espíritu maker con la manera de ganarse la vida. O complementarla, como hace Diego Lale.
Contar qué es ser un maker o impartir cursos ocupa parte del tiempo de otro maker de los que nacen. Arturo Guerrero, Licenciado en Ciencias Ambientales, se dedica a sus 42 años a la implantación de Sistemas de Gestión en laboratorios de ensayos relacionadas con la Acústica.
Pero desde hace unos 4 años compagina esa actividad con el desarrollo de proyectos de impresión 3D, desde el diseño de impresoras hasta la distribución de componentes y consumibles para las mismas, pasando por la impartición de cursos relacionados con el mundo maker.
Alejandro Taracido Cano, más conocido en la red como @TCRobotics, es ingeniero técnico industrial en electrónica. Él ha podido desde el principio establecer una relación directa entre sus estudios, el mundo laboral y su curiosidad innata por cómo funcionan las cosas.
Se siente orgulloso de considerarse un maker desde que tiene uso de razón. La curiosidad sobre cómo funcionan las cosas la tiene desde pequeño. Y él si contó con la comprensión de sus padres, que la alimentaban a pesar de que Alejandro, desde que supo utilizar un destornillador, no dejaba aparato sin destripar por el ansia de ver cómo era por dentro.
Tener ciertas habilidades como maker y mucha curiosidad ayuda cada día a Miguel Ángel de Frutos en su labor profesional. Su trabajo actual lo desempeña como ingeniero de control de vuelo de una empresa que fabrica autopilotos para vehículos aéreos no pilotados con presencia internacional. Y confirma que sus habilidades maker le son muy útiles todas las semanas. Pero no solo eso.
Miguel Ángel de Frutos en su actual profesión: ingeniero de control de vuelo, labor donde sus habilidades maker le son muy útiles
“Todos mis trabajos lo he conseguido no por mi formación académica, sino por que a la hora de la verdad, como "maker", tenía en mi poder una gran panoplia de experiencias, proyectos, y herramientas a mi alcance que me hacían útil a la hora de evaluar ideas y decidir que cuáles eran más viables. En el proceso creativo y constructivo vas superando limitaciones e incorporando nuevas experiencias "maker" a tu caja de herramienta. Cada proyecto es un paso adelante en tus capacidades y habilidades de superar nuevos desafíos”
Quienes no tienen profesión y modo de vida o afición estrechamente unidas, incluso pueden salir beneficiados de ser un maker, según Alejandro: “También hay muchos casos de gente que prefiere trabajar en otros campos y romperse la cabeza sólo en su tiempo libre”
Y por supuesto que no hay que nacer maker para poder disfrutar de este modo de vida. Ferrán Fábregas trabaja actualmente como programador, pero no fue hasta hace tres años que se interesó por el mundo maker.
“Me inicié comprándo un kit básico de Arduino con el que hice mis primeros proyectos de aprendizaje, después descubrí la placa Raspberry Pi. Me pareció un dispositivo con mucho potencial y a partir de allí organicé algunos encuentros (Raspberry Jams) en Barcelona para conocer la comunidad local, ya que anteriormente había tenido la oportunidad de participar y ver como se organizaban este tipo de eventos en Inglaterra”
“Gracias a estos encuentros mi circulo de contactos se fue extendiendo y esto me puso en contacto con un editor que me dio la oportunidad de escribir un libro sobre Raspberry Pi. A partir de ese punto he seguido desarrollando diferentes tipos de proyectos, participando en multitud de eventos y colaborando en la organización de otros, como la pasada Mini Maker Faire de Barcelona”
LOS MAKERS NACEN
Miguel Ángel de Frutos es el mejor ejemplo de que un maker nace. Siempre ha estado rodeado de sus invenciones y por su cumpleaños presume de que siempre pedía que le regalaran pilas y cinta aislante.
"En las fotos siguientes se puede ver algunas de mis creaciones más tempranas. En la primera poso arrogante con mi primer trineo hecho con palés de madera. El resultado final no tiene nada que ver con mis primeros bocetos y recuerdo con cariño esas primeras frustraciones y como acudió mi padre en mi rescate.
La otra foto es de unos años más tarde, aunque aún estaba en el colegio. Ése es mi "recoge-bichos-piscinero", una solución casera para limpiar la piscina familiar con toda comodidad. Entonces no teníamos todavía las fabulosas herramientas en forma de microcontrolador que vinieron más tarde (Basic Stamp, Arduino..) así que había que resolver los temas con un poco más de picardía y creatividad (y mucha cinta aislante, por supuesto)"
Uno de los compañeros de Ferrán en la organización de la primera Raspberry JAM Española en el MOB/FabCafé de Barcelona fue Antonio Mónaco. Su oportunidad laboral alrededor del mundo maker le llegó pronto.
Gracias a un blog sobre makers y la RPi que fue ganando relevancia pudo disponer de más material para sus proyectos, cubrir costes de hosting y dominios y posteriormente los primeros encargos para desarrollar e implementar soluciones basadas en Raspberry PI.
Actualmente trabaja como freelance y la mayoría de trabajos que realiza tienen ese foco.
EL "MATERIAL" DE UN MAKER
Un maker no es nadie sin sus materiales y herramientas. Se empieza con muy poco, apenas una placa, unas resistencias y algún sensor, y se acaba confesando que hay tantas herramientas en tu rincón o habitación maker que sientes vergüenza.
Si eres un recién llegado al mundo maker, puedes empezar con alguno de los numerosos kits y placas facilitadoras para que incluso los niños puedan realizar sus proyectos. Son más caros que los componentes sueltos pero suponen un ahorro de tiempo.
MAF no es un maker amigo de estas soluciones “llame en mano” o como las llama él, “que piensen por mi”. Para él, la escasez de recursos es la que agudiza el ingenio.
Él es partidario de que el maker se estruje la cabeza para diseñar o buscar sus propias herramientas. Al fin y al cabo la comunidad maker es famosa por su creatividad: "no nos dejemos llevar por modas o complementos de marca”
Con una familia comprensiva como la que tiene MAF, conseguir una zona maker es más sencillo. El espacio de trabajo es sagrado. Antes de iniciar cualquier proyecto un maker debería asegurarse que su "laboratorio de creación" está limpio y debidamente surtido.
Si el tamaño de tu rincón maker lo permite, es buena idea dividir el espacio de trabajo en dos áreas: un taller "sucio" donde se hace el trabajo "fino y de precisión" (taladro, martillo, sierra...) y un taller "limpio" donde se produce el trabajo con la electrónica
Para Ferrán Fábregas los elementos necesarios para que alguien comience a crear sus propios proyectos son sencillos:. Bastan un microcontrolador como Arduino, una placa de prototipaje, cables, resistencias y un conjunto mínimo de componentes como LED's o potenciometros, servomotores más algún sensor de distancia, temperatura, humedad o luz será suficiente para comenzar
Los elementos principales que se repiten en la caja de componentes básicos de la mayoría de nuestros makers son dos: Arduino y Raspberri Pi. ¿Por qué? Básicamente por la comunidad alrededor de ellos y la idea de "open hardware".
Esa filosofía que impregna buena parte del mundo maker facilita la dotación de material. Por ejemplo, a nivel de sensores y actuadores, la mayoría se pueden utilizar en cualquier microcontrolador, haciendo unas mínimas adaptaciones electrónicas, por lo que la gama de productos disponibles en el mercado es virtualmente infinita. Y más asequible.
Si te has especializado y tus proyectos giran alrededor de un equipo principal, como puede ser la Raspberri Pi o Arduino, una buena base la componen consumibles compatibles con todo tipo de placas, como resistencias, diodos, pulsadores, jacks de alimentación, o placas PCB. Así lo hace Antonio Mónaco, quien compra los componentes más específicos sobre la marcha y según la necesidad de cada proyecto.
¿Y hay caja maker de viaje? Algo parecido. Miguel Ángel de Frutos nos confiesa lo que él mete en una caja básica cuando sale de viaje: soldador, alicates de corte, alicates universales, pinzas, un par de destornilladores y una cuchilla. También mete algún microcontrolado. Porque uno nunca sabe qué puede deparar un viaje para un maker.
DICCIONARIO MAKER: COMPARTIR
Educación y mundo maker van de la mano. Para Ferran Fàbregas además de disfrutar creando y aprendiendo haciendo lo que le gusta, hay un segundo criterio para valorar un proyecto en el que invertir su tiempo: que pueda aplicar elementos educativos en su desarrollo y documentarlo, siguiendo la filosofía STEM (Science, Technology, Engineering and Math)
“De esta manera, mi objetivo es que los proyectos tengan un valor educativo, que puedan ser implementados y utilizados por terceros y puedan ser aplicados libremente en otros ámbitos en entornos de enseñanza y aprendizaje”
La robótica de competición es una de las diversiones preferidas de los makers que no se dedican a ello como profesión principal. Para Diego Lale proyectos como un minisumo o laberinto tienen un componente de reto que le engancha.
Con esos proyectos se le plantea un reto a la vez que un aprendizaje ... diseñar el chasis, la electrónica, escoger sensores adecuados y programar. Y no hay por qué pensar que un proyecto que no acabe funcionando no sirve de aprendizaje. Más bien lo contrario. Es lo que más se aprende según algunos makers. Aunque no se valore de la misma manera que lo que funciona bien.
Su debilidad es Arduino, algo que comparte con muchos makers.
NIVEL "diseñar e imprimir moldes para soldar pines a las placas"
Para sus proyectos maker, Diego ya ha acumulado tantas herramientas que incluso lo admite con vergüenza. Entre todas ellas su fetiche son los alicates. Pero más todavía la posibilidad de construirse su propio material auxiliar.
“Para soldar pines es mis placas he diseñado e impreso unos “moldes” en los que coloco los pines y luego la placa. Son muy útiles y además me divierte mucho hacerlo. Es como si además del producto diseñases una mini-factoría”
Arturo Guerrero es otro maker privilegiado con espacio propio para su afición. Son 15 metros cuadrados donde ha instalado muebles de cocina fabricados por él con cajoneras y espacios abiertos para almacenar todo tipo de herramientas, máquinas y artilugios.
Cualquier zona libre es candidata a quedar llena de componentes o herramientas, así que Arturo tiene también las paredes casi completas de estanterías. Y un banco de trabajo que adaptó al espacio que le quedaba libre.
CONSEJO DE MAKER (Ferran Fábregas):
“Utilizar armarios y cajas con muchos compartimentos pequeños para etiquetar y organizar los componentes de manera mas sencilla y no cajones grandes donde es muy fácil que en poco tiempo reine el caos más absoluto”
Para un maker, independizarse suele suponer la posibilidad de contar con una zona que vaya más allá de un escritorio donde acumular proyectos y componentes. @TCrobotics lo consiguió, y ahora una de sus herramientas básicas, el portátil, comparte espacio con un par de librerías para almacenaje con cajas de plástico, un armario y una amplia mesa que dice intentar mantener ordenada.
Su configuración más usada se compone de la estación de soldadura e instrumentos de medida como multímetros, analizadores lógicos y osciloscopio, además de las típicas herramientas manuales.
YOUTUBE Y LA IMPRESIÓN 3D: LLEGA LA REVOLUCIÓN
Admitimos Youtube como herramienta de un maker. No nos queda otra y es lógico habida cuenta de que el valor de Youtube como canal de aprendizaje a la vez que de promoción lo enfatizan sobremanera todos los makers con los que hemos hablado.
El aprendizaje de un maker vía Youtube puede ser algo básico como un tutorial acerca de elementos concretos (encender un LED) o para conocer con detalle un nuevo componente y cómo usarlo (leer un valor de un sesor recién llegado de la tienda china más extraña).
Las videoclases de fundamentos de programación son otro pilar en el que se apoya un maker en algún momento. Programación, sistemas, redes, mecánica, electrónica ... cualquer disciplina tiene cabida en Youtube. Y es crítica cuando inicias un ambicioso proyecto en el que hay algún elemento o discilina que no controlas. Al final, el objetivo no puede ser otro que aplicar lo aprendido en el desarrollo de un proyecto propio.
El propio Diego Lale debe a los vídeos de Obijuan o Kikad sus primeras construcciones, desde una impresora 3D hasta el diseño de las primeras placas electrónicas. Para él “son aportaciones impagables y sin las que el mundo maker sería muy diferente”
MAF todavía va más allá refiriéndose al maestro Obijuan, uno de los grandes líderes makers del open-source:
Además de como un canal de aprendizaje, un vídeo de Youtube tiene un fuerte componente de inspiración para un maker como Fábregas. Muchos makers exponen sus ideas en la red como parte de los elementos de compartir y abrir el conocimiento a todos. En muchos casos esos vídeos, proyectos e iniciativas pueden servir de inspiración para los proyectos propios.
Si además compartes luego los tuyos, se cierra "un círculo virtuoso de la cultura maker".
Pero todavía supone más revolución en el mundo maker la impresora 3D, elemento esencial para makers como De Frutos. Sus herramientas han ido evolucionando con los años. Las primeras herramientas eran muy básicas y los materiales eran casi todos reciclados. Pero ahora …
Ahora bien, también nos advierte de sus peligros y de volcar todo el desarrollo maker en este tipo de equipos. Para él, la impresora 3D es una herramienta al servicio de la creatividad de cada maker. No comparte usarla sin más. Antes propone entender cómo funciona para hacer diseños compatibles con ella y sacarle el máximo rendimiento.
Va más allá. No todo desarrollo maker está sujeto al uso de este tipo de tecnologías y "conviene diferenciar los proyectos que requieren de ella de los que no". Se horroriza al recordar verdaderas tropelías por el afán de usar una pieza impresa en 3D en lugar de resolver el problema mediante el uso de otras herramientas o materiales que el maker lleva dominado durante años.
Curiosamente, Diego Lale lo ve de forma diametralmente opuesta tras tres años diseñando e imprimiendo cosas casi a diario. Actualmente posee dos impresoras 3D. Antes, su forma de elaborar piezas para sus proyectos (aviones y camiones de radiocontrol sobre todo), implicaba un proceso de lija+lima+taladro.
Ahora nos cuenta que si una pieza tiene medio milímetro de error o no le convence, ya no lija sino que rediseña y vuelve a imprimirla. Su espacio de trabajo, con filamento por todos lados, lo confirma.
La idea de que la impresión 3D ha sido una de las claves para la expansión del movimiento maker la comparten en Makespace Madrid. Ellos destacan por encima de todo el nacimiento de proyectos como Reprap (o CloneWars en España) que han servido para articular la comunidad en torno a un objetivo común, como es la creación de máquinas autoreplicantes. En ellas se identifican claramente una forma de trabajo que comparten con otros mucho proyectos maker: trabajar de forma distribuida, utilizar licencias abiertas, compartir por defecto, aprender prototipando, diseño evolutivo, documentación en abierto, controladores para las impresoras que utilizan hardware y software libre, etc. "En terminos de proceso, tienen muchas similitudes con otras comunidades Maker, como la de Arduino. Más que cambiar el enfoque, sirve para desarrollar la metodología de trabajo, al tiempo que une a los makers más activos"
Alrededor de la fiebre por las impresoras 3D han surgido oportunidades de negocio ligadas al mundo maker. MalagaMaker es un proyecto que ve la luz en julio de 2014, pero que realmente arrancó un año y medio antes. La cultura maker fue un punto de partida, con el reinado de las impresoras 3D de Deposición de Filamento Fundido, de gran éxito por su menor coste tanto de inversión inicial como de producción de piezas. También tienen cabida consumibles, repuestos y elementos como placas Arduino con las que uno puede construirse su propia impresora 3D.
Esa tendencia de crear cada maker su impresora 3D desde cero dice bastante de su perfil. Y en buena medida podemos decir que los maker se dan a conocer al gran público a través de la enorme difusión mediática que está teniendo la impresión 3D.
Impresión 3D: de 600 a 12 euros en piezas únicas
Tras un periodo de aprendizaje, Arturo Guerrero busca en sus proyectos actuales un valor añadido que consigue principalmente con ayuda de las impresoras 3D. Sus dos últimas iniciativas ha ido dirigidas a personas con discapacidades físicas y de forma totalmente altruista.
Hace unos meses un padre cuyo hijo tiene parálisis cerebral y está postrado en una silla que le costó unos 8.000 € se quejaba de la ausencia de un sistema para que la cabeza de su hijo no se desplazara hacia un lado. En una inversión tan cara.
CONSEGUIR LA PIEZA A MEDIDA TENÍA UN PRESUPUESTO DE 600 EUROS. CON UN ESCÁNER 3D, 3 HORAS DE DISEÑO Y MÁS DE UN DÍA DE IMPRESIÓN, ARTURO CONSIGUIÓ REDUCIR EL COSTE DE ESTE ELEMENTO A SOLO 12 EUROS EN MATERIALES
Otro proyecto reciente con su impresora 3D fue para un amigo que padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y al que ya empiezan a fallarle las manos y ha perdido movilidad en ellas. Disponía de un triciclo, ya que en bicicleta no puede montar, y Arturo le he fabricado unos adaptadores para que pueda realizar los cambios de piñones y plato sin necesidad de agarrar el elemento del cambio; simplemente apoyando la mano sobre la estructura impresa en su casa y girando la muñeca consigue cambiar las marchas del triciclo.
[Ilustración de Leonor Sanahuja]
Un uso bastante habitual de la impresión 3D en casi todos los makers es la de conseguir de forma rápida y económica diversas piezas para diferentes proyectos.
Alejandro Taracido usa su SpongeBot, que es como la ha bautizado, como herramienta de prototipado rápido.
Su impresora es “hija” de una impresora gallega del proyecto Clone Wars, creada por cinco miembros de BricoLabs en 2012. Esa impresora imprimió las piezas con las que se hicieron otras impresoras.
IMPRESORA 3D PARA PROTOTIPADO RÁPIDO
“Diseño e imprimo piezas para mis proyectos, no me fijo tanto en la calidad estética de la pieza, sino en su funcionalidad y rapidez de impresión.
Otros compañeros se centran en conseguir piezas con muy buen acabado”
DEL ESCRITORIO AL ESPACIO COLABORATIVO: ASÍ SON LOS SANTUARIOS DE LOS MAKERS
Los makers, ¿mueren alguna vez? Lo que está claro es que ante esa potencial nueva revolución industrial que supone el movimiento, se reproducen. Y crecen.
Al tiempo que un maker crece como tal, lo hacen también sus recursos, herramientas, material y por extensión, sus espacios de trabajo. Estos suelen arrancar casi siempre en la propia casa pero que a medida que el tamaño y la complejidad de los proyectos aumentan, se quedan muy cortos.
Todos los makers están de acuerdo en que en la medida de las posibilidades y el entorno y ciudad donde nos encontremos, es una excelente idea buscar un espacio colaborativo de tipo makerspace donde puedas trabajar de manera mas cómoda.
Ferran Fàbregas, miembro del MADE Makerspace Barcelona, un sitio donde el maker dispone de un espacio para trabajar y herramientas con las que no cualquiera cuenta en casa, como impresoras 3D o cortadoras láser, los define como "sitios ideales para poder intercambiar experiencias y conocimientos con otros miembros, ademas de poder colaborar en proyectos comunes". En ellos el Maker tiene la posibilidad de salir de su espacio y abrirse a la comunidad, compartiendo con ellos y creciendo en experiencias y conocimientos.
El por qué del “Do It Together” que acompaña al DIY clásico de los makers lo resume de forma precisa Miguel Ángel de Frutos:
LA HORA DE LAS MAKER FAIRE
Hace poco más de 3 años que la idea detrás de las ferias Maker organizadas está instaurada en España. DIY, drones, Arduino, impresoras 3D … todas las ideas, tecnologías, propuestas, proyectos y makers tienen citas puntuales en varios escenarios de la geografía española (Bilbao, Barcelona, Madrid, Málaga …) bajo la denominación Maker Faires. Son las más conocidas.
El origen de las Maker Faires como tal se remonta a hace más de 10 años en, ¡cómo no!, California. Allí unas pocas decenas de apasionados del DIY se reunían por primera vez en San Mateo bajo este formato y “marca”, con la organización por parte de la revista Make. En pocos años las reuniones eran eventos de decenas de miles de apasionados y varios países.
La fiebre se extendió desde entonces por todo el mundo con las Mini Maker Faire.
Esos espacios colaborativos que son aptos para makers sin herramientas o zonas de trabajo, o ideales para para llevar acabo esos proyectos que más miedo dan gracias a contar con experiencia y ayuda de todo el grupo, también están surgiendo en las facultades. MAF está orgulloso de ser uno de los promotores y fundadores de AEROBOT, el club de robótica de la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos.
Con dicha iniciativa buscan acercar el mundo "maker" a los estudiantes de ingeniería para aportar competencias transversales en su formación puramente teórica.
Como lugar de conexión que como lugar de talleres y charlas se define Makespace Madrid. Los martes por la tarde tienen lugar las jornadas de puertas abiertas, momento en el que se da a conocer el espacio. Han notado más afluencia de gente en el último año, lo que confirma el auge del movimiento maker, con mezcla de distintos intereses y aproximaciones. Allí han conocido casos de encuentros en Makespace que al cabo de un tiempo se transforma en un proyecto empresarial.
El perfil de maker que acude a Makespace es de lo más diverso. "Por lo general todos emplean el prototipado para aprender sobre un problema concreto, aunque la utilidad de cada uno varía enrmemente: tenemos artistas experimentales, fans de los leds, grafiteros multimedia, diseñadoras de moda, pilotos de drones, aficionados a la robótica y un buen número de físicos, ingenieros y arquitectos. Por lo general, casi todos están aprendiendo o investigando sobre algo que les llama la atención. Cuando comparten el interés entre varias personas, se organizan unos grupos de trabajo informales que van explorando distintos retos y aproximaciones de forma semanal".
ASÍ NACE UN ESPACIO PARA MAKERS
Alejandro Taracido tuvo que buscar fuera de casa compañeros para realizar proyectos multidisciplinares o realizar compras conjuntas de materiales.
En el año 2011 en su ciudad, Coruña, no existía ningún espacio o asociación para makers. Dio con un pequeño grupo que empezaba a reunirse para hacer desarrollos de software libre y que evolucionó hacia el hardware libre. Poco tiempo después crearon una asociación llamada BRICOLABS.
Al iniciar el proyecto solo eran siete miembros. En la actualidad cuentan con más de 100 que se reúnen dos días a la semana en el museo Domus de Coruña, con el que colaboran. Desde 2012 tambien organizan OSHWDem, una feria de tecnologías abiertas.