Milanuncios se ha convertido en una de esas plataformas de compra-venta online donde se reflejan muchas tendencias de elementos que en un momento dado pueden no tener valor alguno, y más tarde pasar a tenerlo todo. En ese sentido, juega un papel clave con cuentas de casas de apuestas online, pues en esta web se ponen en contacto vendedores de cuentas con compradores que las emplean para beneficio personal.
El hecho de que en una web dedicada a vender productos de todo tipo se vendan cuentas no extraña si estas fueran un bien preciado. Lo que extraña es que se comercie con cuentas que en principio son gratuitas, abiertas a todos los mayores de edad y que cualquiera puede crear. No hablamos de cuentas robadas de Netflix o códigos de Windows 10 rebajados por motivos algo oscuros, sino de algo mucho más corriente. Veamos qué las convierte en un bien preciado y para quién lo son.
El valor de las aparentemente simples y gratuitas cuentas de apuestas
Para conocer cómo funciona el mundillo, hemos contactado con alguien que ha vivido desde dentro y durante años el avance de las apuestas, con conocimientos profundos del sector. Lo llamaremos Juan, que no es su nombre real, pues prefiere mantener su identidad bajo el anonimato. Juan nos explica por qué en Milanuncios, Telegram y en foros de Internet se venden cuentas con identidades.
"Se debe a limitaciones muy conocidas en Internet y en el mundillo que las casas de apuestas establecen en las cuentas cuando detectan que alguien gana mucho dinero con movimientos algo extraños, como por ejemplo, apuestas en un partido de tenis femenino de dobles ITF (jugadoras de ránking bajo) en Sudáfrica, con mucho más acierto del normal".
Desde Xataka nos hemos puesto en contacto con Milanuncios para conocer la postura de la empresa al respecto, y es la siguiente:
"Hasta el momento, no habíamos detectado este tipo de anuncios. La venta de cuentas de terceros supone un incumplimiento directo de las condiciones generales de estas compañías de apuestas, por lo que en Milanuncios no permitiremos su publicación. [...] No hemos recibido ningún requerimiento para que este tipo de anuncios sean eliminados. Sin embargo, se trata de un contenido no permitido por la normativa de este tipo de compañías y estaremos atentos a posibles nuevas publicaciones para eliminarlas de manera inmediata".
Juan nos ha mostrado uno de los mails que casas como Bet365 envían a los usuarios cuando observan esta realidad. No es un cierre de cuenta en sí, el usuario puede seguir jugando, pero cantidades ínfimas y sin promociones y ofertas como "2 euros a cuota de 1,5 euros por euro apostado".
En ese caso, para una persona que quiere ganar mucho dinero "la única opción posible es cambiar de casa de apuesta, pero sueles querer quedarte en la que estás, por lo que recurres a poder seguir accediendo a la misma casa, pero comprando una cuenta de otra persona que no tiene estas limitaciones".
Este asunto nos llama la atención. ¿Por qué si hay tanta variedad de operadores de juego donde apostar la gente tiene tanta fijación con una, Bet365? Según Juan, Bet365 es la casa más interesante porque "es la que más mercados saca, y en ella suelen estar casi todos los partidos, sean de la categoría que sean. En otras webs no suelen salir mercados de poca liquidez, mientras que en Bet365 se encuentran los partidos "de mancos", que son contra los que más se gana apostando, porque pierden rápido. Un tipster no te dice que apuestes en ATP a Rafa Nadal, y generalmente envía apuestas que estén en Bet365. Ya tú miras si en otras casas dan una cuota más alta".
En las limitaciones de cuentas está la clave de (casi) todo
Para comprender más a fondo el asunto, hemos hablado con Andrés Torrecilla, abogado en Fermín Guerrero Abogados y especializado en casos contra casas de apuestas por limitaciones de cuentas. Sobre los motivos que dan las casas para limitar las cuentas, afirma que "no suelen indicar. De hecho, hasta el momento no hemos tenido constancia del motivo por el que se procede a la limitación. Algunas casas proceden a comunicar la restricción en sus servicios remitiendo genéricamente al contrato de juego suscrito entre apostante y casa de apuestas, mientras que otras directamente limitan las cantidades de apuesta sin hacer notificación alguna del motivo".
"Simplemente se sirven del contrato de condiciones generales que obligan a firmar para hacer uso de sus servicios y con el que tienen poder para prácticamente cualquier actuación, dada la ausencia de regulación en esta materia, la escasa oposición que encuentran en los juzgados a estos contratos y la complicidad de una Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) completamente servil a los intereses de las casas de apuestas", denuncia Torrecilla.
En su experiencia, afirma el perfil al que limitan está más que identificado: "a cualquier jugador que obtenga ganancias". Eso sí, hay elementos que ayudan a que la limitación se produzca antes, como "por ejemplo, en el caso de apostantes que siguen a los denominados tipsters, ya que al producirse entradas masivas de dinero al mismo mercado y en el mismo lapso temporal, facilitan la labor de las casas de apuestas de localización de apostantes ganadores", es decir, la identificación de un patrón. Para Torrecilla, al final, todo se resume en que "si tienes un perfil ganador, tarde o temprano serás limitado".
Ahora todo comienza a encajar mejor. Las cuentas de las principales casas tienen el mismo valor teórico que la cuenta de Google o Facebook que podemos crear gratuitamente, salvando una pequeña gran diferencia. Las de apuestas tienen que verificarse aportando un documento de identificativo.
Esto hace que si eres jugador y la casa limita lo que pue puedes hacer con la cuenta, no vale crear otra cuenta con tus mismos datos. Juan nos comenta que "al principio lo normal es crear cuentas con datos de tus familiares: de tu novio o novia, padres, abuelo", pero llega un momento en que estas también se ven limitadas, normalmente al alcanzar los 1.500 euros de beneficios. Eso sí, si la casa detecta algo extraño, como por ejemplo una apuesta ganadora y de mucho dinero en una liga extraña desde que se abre una cuenta nueva, que en principio debería ser de un novato, puede limitar la cuenta en pocas horas. Toca recurrir a otras opciones.
Qué compras cuando compras una cuenta (y otras formas de apostar)
Las opción principal no es otra que comprar cuentas verificadas o datos que sirvan para verificar cuentas que se creen en nombre de la persona que los vende. En este sentido, Juan nos contaba que el amigo con el que empezó a jugar, al ver limitada su cuenta y la de sus familiares, recurrió a chavales conocidos del pueblo. Habló con ellos y les pagó por poder utilizar sus nombres y sus datos identificativos para apostar. "Ellos estaban encantados con que algo así fuera posible, ganar 50 euros por sólo dar sus datos a una persona conocida del pueblo", nos cuenta Juan.
A ambos se les acabaron las vías fáciles, y recurrieron a comprar cuentas. En este punto, contactaron con un tipster, una persona que da consejos sobre apuestas para maximizar beneficios. Él les conseguía cuentas por unos 100 euros. Cuentas que además iban asocidadas a Skrill o Neteller, servicios similares a PayPal que actualmente son los reyes a la hora de procesar pagos en apuestas realizadas bajo este tipo de cuentas.
Skrill, por ejemplo, también requiere de verificación para poder realizar operaciones con dinero. Para ello, precisa de un selfie y de una foto del documento de identificación nacional para verificar la cuenta, por lo que además de las direcciónes de correo electrónico y datos de acceso, también se entregan fotos hechas a los DNI, carnets de conducir, selfies mostrando tu cara.
Juan nos contaba su funcionamiento así: "En Skrill vas a acumular todos los beneficios de la cuenta B, la que has comprado. Una vez los tengas, te puedes mandar los fondos a la cuenta que está a tu nombre, ya que esa sigue abierta y sin limitación. De esa cuenta, puedes pasar los fondos a tu banco como harías con PayPal". ¿Por qué no se utiliza entonces Paypal?, le preguntamos, pues nos extraña que no se utilice al líder mundial y sí alternativas más conocidas. En su opinión "porque Skrill ofrece tarjetas físicas Mastercard de prepago que permiten sacar dinero de cualquier cajero, las cuentas permiten importes mayores. Además, Hacienda lo tiene todo menos controlado".
Además de comprar cuentas de otras personas, también hemos observado otra modalidad: apostar con la cuenta de otro usuario y repartir parte de la tarta. La explicación que hay detrás de esto es que las cuentas que se pueden comprar creadas sin actividad previa, o crear desde el momento de la compra, como hemos dicho, se ven limitadas relativamente pronto.
Sin embargo, cuentas antiguas de usuarios que hayan acumulado muchas pérdidas son mucho más valiosas y menos susceptibles de verse limitadas.
Hemos hablado Joaquín (de nuevo nombre ficticio), que nos comentaba que "con estas cuentas las limitaciones te llegan al alcanzar cifras cercanas a los 20.000 euros. He perdido mucho dinero con las apuestas y lo que quiero es hacer un trato para repartir beneficios. Tú ganas porque puedes jugar mucho dinero con una sola cuenta, y yo gano una comisión por dejar que juegues con ella y así recupero". Este tipo de cuentas también se venden, pero a un coste muy superior a las nuevas, precisamente por las ventajas temporales y de longevidad que prometen.
El sistema, dependiendo de la casa de apuestas, no está exento de riesgos. Varios vendedores con los que hemos contactado nos han asegurado que una vez utilicemos las cuentas de otra persona de Bet365, no habrá nunca una llamada por parte de la casa al titular de la cuenta para comprobar que es él quien apuesta cen la plataforma. Sin embargo, Juan nos aseguró que cuando apostaba en Luckia, su novia recibió llamadas en las que le preguntaron por sus últimas apuestas. Si esto pasa con una persona que no es un familiar y no puede ayudarnos, la cosa se puede complicar para ambas partes a nivel legal.
A nivel fiscal, Juan y los vendedores de cuentas con los que hemos contactado, nos comentan que no hay demasiados problemas. Los ingresos van a nombre del titular de la cuenta de Bet365 y Skrill o la plataforma de pago elegida, "y como las cuentas las cierran a los 1.500 euros o antes, Hacienda ni se entera". Para que entre, "tienes que ganar de 3.000 euros hacia arriba, y es raro que acumules más de eso en tu cuenta. Quienes las venden, al ser tan poco dinero, ni se enteran de que se ha ganado dinero en su nombre".
Quién vende las cuentas, y quién las compra
A lo largo del artículo ya hemos repasado varias formas de adquirir cuentas. En primer lugar, está la opción de crearlos con datos de familiares y amigos. En segundo lugar, veíamos cómo se compran a conocidos o personas cercanas de nuestro pueblo, barrio, etc.
Después, hemos visto que también se puede llegar a acuerdos de cesión de uso de cuentas, algo parecido a un alquiler con reparto de beneficios, y por último, hay personas que se dedican a comercializar con cuentas ya verificadas o con documentos de identidad para que seamos nosotros los que creemos las nuevas cuentas. A estos son a los que hemos llamado "vendedores", personas que se dedican a esto o que ayudan a los que dan consejos (tipsters) sobre apuestas a mantener una base sólida.
El primer vendedor nos contó que vendí cuentas a 80 euros, con Skrill y Neteller como plataformas de pago. Lo que se entrega al comprar es un correo electrónico de la cuenta de la plataforma de pago y la cuenta de Bet365, que es la plataforma preferida. Nos asegura que con esta casa, frente a Luckia, el titular de la cuenta nunca será contactado. Que las cuentas van a ser limitadas en algún momento es algo que todos los vendedores dan por hecho cuando pase de 1.000 euros y llegue a unos 1.500 euros. Los impuestos recaen sobre el titular, y "al ganar 3.000€ o más".
El segundo nos ofrecía cuentas de titulares procedentes de Latinoamérica, con terminación .com, también nuevas, y a un precio algo inferior, a 55 euros, y en este caso con Neteller de forma exclusiva, sin Skrill.
En tercer lugar contactamos con un vendedor que vende cuentas nuevas y verificadas a 75 euros, con dominio .es y .com. Con este vendedor pudimos profundizar algo más, y nos contó que en las cuentas .com que vende, las personas cuya identidad es usada han dado el consentimiento, mientras que en las cuentas de dominio .es, las personas no han dado su consentimiento. Preguntamos que cómo es esto posible, y si son datos robados que nos pueden implicar legalmente, a lo que el vendedor nos da largas y nos dice que no nos preocupemos, que no se investigará nada.
No sabemos cómo se llega a obtener datos como un DNI completo y una foto selfie de una persona, pero la sustracción de información parece un caso probable. Juan nos cuenta que en las cuentas .com de Bet365 no había límites en las apuestas en mercados de poca liquidez (ligas pequeñas y desconocidas por el público general), mientras que en las cuentas .es las apuestas estaban limitadas a, por ejemplo, 120 euros.
Sobre el origen de las cuentas, salvo este último asunto muy relevante, no hemos podido conocer más información. Podría funcionar de la forman en que nos contaba Juan a escala masiva, en mercados donde comprar los documentos es mucho más barato. Tanto en Internet como en los canales de Telegram, hemos visto una inmensa cantidad de documentos de países como Argentina, Perú, Bangladesh vendidos en bloque, con precios unitarios de entre 10 y 30 euros.
Eso es todo lo que cuesta poder aprovechar la identidad de una persona. Si los datos han sido vendidos con su consentimiento, la cantidad que habrá recibido antes de entregar los datos al comprador y futuro vendedor habrá sido mucho menor, porque este se queda con una buena comisión.
También resulta bastante preocupante otro de los grupos que usa estas cuentas para jugar, los menores. Los vendedores afirman que existen pocos casos en comparación al total de compradores, pero se trata de una práctica manifiestamente ilegal con su identidad real tienen totalmente prohibido jugar debido a su edad. En general, el gran negocio de la compra venta de cuentas está en abastecer a personas que están convencidas de que van a poder vivir de las apuestas o ganar de forma sostenida grandes cantidades de dinero y, para ello, necesitan ir pasando de una cuenta a otra en poco tiempo ante las limitaciones que las grandes casas están imponiendo.
Qué se está haciendo al respecto desde la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ)
El asunto que hemos tratado en este artículo compete a Milanuncios, a los foros donde puedan venderse cuentas y a Telegram, que difícilmente entrará en esto porque la mayorías de proceso de compra venta se producen en conversaciones privadas. Sin embargo, la parte fundamental a la que compete el asunto es a las casas de apuestas, que de momento no parecen lograr evitar que algunos usuarios utilicen cuentas de terceros con identidades verificadas.
En este sentido, la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) es responsable de la Resolución de 31 de octubre de 2018, por la que se modifican determinadas resoluciones sobre las actividades de juego previstas en la Ley 13/2011, de 27 de mayo, de regulación del juego. Fue publicada en el BOE el ocho de noviembre de 2018, y su entrada en vigor está fechada para dentro de cinco días, el 30 de marzo de 2019.
Según establece en el apartado quinto del anexo 1 de la Resolución de 12 de julio de 2012 que modifica, es labor de los operadores:
a) Comprobar los datos de identidad que figuren en sus registros de usuario, bien a través del Sistema de Verificación de Identidad de los participantes de la Dirección General de Ordenación del Juego, bien a través de otros sistemas o medios de verificación alternativos. b) Verificar documentalmente los datos aportados por el participante.
Para ello, pone a disposición de los operadores "un Sistema de Verificación de Identidad de los participantes que permitirá, mediante el acceso electrónico por parte de los operadores, la verificación en tiempo real de los datos de los solicitantes que empleen para su identificación el documento nacional de identidad (DNI) o el número de identificación de extranjeros (NIE)". Este, según la DGOJ, es "el único sistema cuyo resultado se presume cierto y que, en caso de error, exime de responsabilidad al operador", pero "no excluye el empleo de sistemas o medios de verificación alternativos por parte del operador".
Hasta ahora los operadores debían hacer esta verificación documental siguiendo la normativa relacionada con la diligencia debida en materia de blanqueo de capitales y lucha contra la financiación del terrorismo. Ahora, con esta Resolución, se integra en la normativa de juego, y la verificación se hace en las fases de registro en las plataformas, hasta el punto de que "los usuarios que hayan completado el proceso de registro, pero tengan pendiente la verificación documental de los datos no podrán jugar, ni hacer depósitos o retiradas".
Sin esta verificación documental, el jugador no podrá hacer retiradas de premios, y no podrá jugar una vez haya acumulado depósitos superiores a 150€. Según hemos podido saber, la verificación documental va más allá del selfie que hasta ahora han utilizado las casas de apuesta, sino que incluye una "prueba de vida", que sería un vídeo.
Respecto al fraude, el DGOJ publicó el 21 de diciembre de 2018 una "nota técnica sobre la gestión de fraude en operadores de juego", donde se habla de los casos más comunes, entre los que se encuentra la suplantación de identidad. No es vinculante, sino que son pautas para que los operadores extremen la precaución y luchen contra este problema con mayor conocimiento. Consideran fraude los "intentos de registro con los datos de identidad propios, pero alterando alguno de los datos, normalmente la edad", y el "alta de registro de usuario con datos de terceros o cesión de uso de un registro de usuario verificado".
En línea de la Resolución, la DGOJ recomienda "comprobar que el documento aportado pertenece a la persona identificada en el registro". Pero, ¿cómo hacerlo? "Desde el envío por el jugador de una fotografía sosteniendo su documento original a una altura que permita además la comparación de su cara con la fotografía adjunta a dicho documento", que es como se ha hecho hasta ahora con los documentos vendidos, "hasta la aplicación de un procedimiento completo de verificación de identidad digital (digital onboarding)".
Esto ya es algo más serio, pues contempla la mencionada "prueba de vida" o una videoconferencia, validación del teléfono móvil, etc. La DGOJ considera escenarios de riesgo casos como "varias reclamaciones de similar contenido interpuestas por un conjunto jugadores que comparten datos de identidad, de domicilio, de teléfono, de dirección de correo electrónico, de dispositivo o de dirección IP", "actividad de juego de usuarios de avanzada edad con un comportamiento de juego anómalo por el tipo de juego, por el horario de juego o por la intensidad de la actividad", "intentos de desbloqueo de usuarios bloqueados por inscripción en el RGIAJ (Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego) o por autoexclusión en los servicios de atención al usuario en los que interviene directamente el personal del operador", así como realización de actividades de juego usando la cuenta de una persona fallecida.
Para casos en los que el jugador se registre en una IP y luego utilice otra distinta cuando juegue, el operador deberá realizar procesos de reverificación, para lo que "puede mantener listas de IPs de proxies o de VPNs conocidas públicamente. De esta forma, una conexión de un jugador desde una de estas IPs puede suponer un indicio de que la localización real del jugador no es la de la IP de conexión". Otro recomendación que hace la DGOJ va en el sentido de controlar los métodos de pago, y de limitar las retiradas, no permitiéndolas a medios de pago anónimos. Y en medios de pago anónimos no encajaría una cuenta de Skrill que sólo ha sido verificada con un DNI o selfie, sino algo más serio como una tarjeta bancaria trazable.
Al respecto de las quejas de los jugadores a la DGOJ por el descontrol sobre las limitaciones de cuentas, el organismo ha publicado el pasado día 14 varios documentos. El texto, al que acompaña una memoria, "pretende servir de orientación para identificar los principios que deben regir la redacción de las cláusulas de los contratos de juego establecidos entre participantes y operadores de juego sujetos a licencia estatal, con el fin de facilitar a los operadores la redacción de dichos contratos, asegurando la protección de los derechos de los participantes vinculados a operadores de juego, así como fortalecer la seguridad jurídica de todos los participantes en el entorno del juego". De momento, eso sí, no es vinculante.
Dentro del "Principio de Información", la DGOJ recomienda en el punto 4.2.3.6 informar del "funcionamiento de los mecanismos de limitación de los depósitos, así como de otros que voluntariamente pueda establecer el operador y que refuercen las políticas de juego responsable". El operador determinará por adelantado las circunstancias y cómo se procede a realizar la limitación".
Eso sí, la DGOJ no establece una obligación a los operadores para aceptar cualquier apuesta de los jugadores. Según hemos podido conocer, si ese fuera el caso, el efecto del juego por parte de jugadores profesionales y que siguen a tipsters sería que las cuotas de los jugadores corrientes podrían verse perjudicadas, lo que hace menos competitivo el mercado y genera fugas hacia mercados ilegales, en los que España es uno de los países que menos participa.
Las prácticas de compradores y vendedores, completamente ilegales
La impresión que nos ha transmitido este tema desde el primer momento es de que las prácticas en que incurren jugadores y vendedores son completamente ilegales. Para saber si estábamos en lo cierto, o si por el contrario nuestro pensamiento era erróneo, hemos preguntado a abogados especializados.
Sergio Carrasco es abogado experto en tecnología y derecho digital además de consultor en Fase Consulting. Se muestra tajante respecto a los hechos expuestos:
"No es legal vender los datos identificativos de terceros, más cuando en este tipo de usos el titular de dichos datos de carácter personal desconoce totalmente lo que se está haciendo con los mismos. Al final, estas personas acaban participando sin saberlo muchas veces en una actividad fraudulenta, con las consecuencias que ello pueda tener".
En cuanto al detalle de que las personas que venden sus datos hayan cobrado por ello, Carrasco pone énfasis en la finalidad: "Difícilmente habrán indicado que autorizan una suplantación como la que se lleva a cabo, y aunque así fuera nos encontraríamos ante un contrato que tendría como objeto al final la comisión de un ilícito, con las responsabilidades en que podría haber incurrido por haber participado frente a la plataforma."
Andrés Torrecilla coincide en el diagnóstico de la situación de Carrasco:
"No, no es legal suplantar la identidad de otra persona. Si alguien utiliza datos personales de un tercero para apostar sin su consentimiento, se expone a la posibilidad de que esta persona lo denuncie".
Ambos abogados también concuerdan en las posibles penas en caso de suplantación de identidad: "de seis meses a tres años de prisión", apunta Torrecilla. "En aplicación del Artículo 401 de Código Penal, si entendemos que se ha producido una usurpación del estado civil", añade Carrasco.
Joaquín Muñoz, abogado experto en juego online del despacho ONTIER, añade matices en el marco de la protección de datos:
Cuando el tercero es totalmente consciente (informado) de los propósitos para los que su información personal va a ser utilizada: si el titular de la cuenta es informado debidamente y conforme a la normativa de protección de datos del tratamiento de datos personales que tiene esta actividad concreta, y el titular de la cuenta consiente expresamente a dicho tratamiento, no cabría que realizase ninguna reclamación a quien utilice los datos.
Cuando el tercero desconoce las finalidades para las que se utilizará su cuenta, no ha sido informado debidamente conforme a la normativa y/o no ha consentido al tratamiento de su información personal, existirían implicaciones en materia de protección de datos en tanto (1) hay un tratamiento de datos no legitimado debidamente mediante las bases que prevé la normativa; (2) el titular de la cuenta no ha sido informado y desconoce la actividad que realiza el tercero con su información personal. Tanto el titular de los datos como la casa de apuestas podrán denunciar tanto la acción del apostador que hace uso de estos datos como del intermediario que haya participado en la venta de su información ante la Agencia de Protección de Datos, quien investigará el tratamiento que se ha realizado de los datos, pudiendo a interponer sanciones de hasta 20 millones de euros.
No obstante, en el primer caso, cuando el tercero es consciente, "de cara a la utilización de sus datos frente a la casa de apuestas, sí que habría un incumplimiento de los términos y condiciones de la casa de apuestas por parte del apostador que utilice los datos de otro". Sobre si las prácticas suponen suplantación de identidad, Muñoz también ve posibles distintos escenarios:
En caso de que el titular sea consciente del uso de su información se podría entender que no supone una sustitución completa de la misma, sino una sustitución en lo que respecta a la actividad de esa cuenta verificada. De hecho, es habitual que las casas de apuestas cierren cuentas de usuarios porque entienden que hay una actividad relacionada entre diferentes cuentas, no siendo estas del mismo titular, pero bajo sospecha de que pueden estar siendo controladas por una misma persona de cara a minimizar riesgos o cubrir determinados perfiles de apuestas.
Si el individuo no es consciente/no ha autorizado al uso de su información personal, podría entender un juez en el caso por caso que existe un daño/perjuicio al mismo, si bien habría que valorar si se da el requisito de usurpación plena de la personalidad en ese contexto jurídico como es el contrato que supone la oferta y participación en el juego. Parece claro, no obstante, que el supuesto usurpador respondería de las reclamaciones civiles o penales derivadas del uso indebido de la cuenta verificada no autorizada.
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