Honor View30 Pro, primeras impresiones: 5G SA, potencia bruta y triple cámara para un gama alta sin servicios de Google

Honor acaba de presentar su nueva propuesta en gama alta, el Honor View30 Pro. De la mano de la conectividad 5G en la versión que hemos podido probar (aunque idéntico en diseño y casi idéntico en especificaciones respecto a la versión sin 5G), múltiples cámaras y una potencia bruta bastante reseñable, este terminal pretende hacerse un hueco en la “gama alta económica”.

Durante el evento de presentación en Pekín, China, hemos tenido la oportunidad de probar durante un buen rato este View30 Pro, así que procede comentar nuestras primeras impresiones con el mismo, para empezar a ubicarlo en su segmento.

Ficha técnica del Honor View30 y View30 Pro

Los módulos de cámara son la nueva moda

Lo primero que llama la atención del Honor View30 Pro es su parte trasera, la cual alberga un módulo de cámara bastante generoso, de cuyas funciones hablaremos más adelante. Del mismo modo, destaca que, en las unidades de color azul y naranja, a pesar de ser de cristal, el terminal está recubierto con una capa de pintura. Esto tiene dos consecuencias inmediatas: las huellas apenas se marcan, pero no se siente como un terminal de cristal en mano, la sensación es más plasticosa.

Del mismo modo, es peculiar la ubicación del lector de huellas, ubicado en el botón de encendido. Esta configuración ya la hemos visto en propuestas como el Honor 20 Pro, cuya experiencia con el lector en esta posición fue satisfactoria. Hemos podido probar asimismo su velocidad, y es prácticamente instantánea, bastante más rápido que los lectores de huella bajo pantalla tan de moda este último año.

Si le damos la vuelta al terminal, el aprovechamiento frontal se hace protagonista. Sin datos aún sobre el porcentaje que ocupa el panel, lo que sabemos es que, a simple vista, se nota el buen trabajo ajustando biseles, gracias en parte a ubicar la cámara (doble en este caso) delantera en la esquina superior izquierda. En un primer vistazo es algo que se nota bastante pero, como cualquier otro notch, será cuestión de horas de uso que se minimice esta distracción.

Dejando de lado el aprovechamiento frontal, hablemos del panel. 5,67 pulgadas con resolución Full HD+ y tecnología IPS (aquí si echamos en falta AMOLED) son protagonistas en este terminal. A falta de probarlo bajo luz solar, el comportamiento es correcto, con la calibración de color clásica de los dispositivos de Honor, y con una nitidez más que aceptable.

Una noticia buena y otra mala si hablamos de rendimiento y software

El Honor View30 Pro es el dispositivo más potente de la compañía china y, para ello, se vale del procesador de su hermano mayor, el Huawei Mate 30 Pro. Así, el Kirin 990 se hace protagonista, acompañado de 8 GB de RAM, y dos configuraciones de 128 y 256 GB de almacenamiento interno. La batería es de 4100mAh con carga rápida de 40W y carga rápida inalámbrica de 27W, pack completo.

El terminal vuela. Tiempos de apertura de aplicaciones, funcionamiento dentro de la app de cámara, multitarea y demás no son problema para esta propuesta (algo que esperábamos con tamaña configuración de hardware) aunque de nuevo en el mundo Huawei/Honor nos topamos con un gran inconveniente, la falta de software de Google. El Honor View30, al igual que el Mate 30 Pro, no viene con aplicaciones de Google, a pesar de correr Android 10, personalizado con Magic UI 3.0 (EMUI 10, a efectos prácticos).

Esto obligará a los usuarios a recurrir a instalar por su cuenta el marco de servicios de Google, algo viable para usuarios avanzados, pero complicado para el usuario medio, que abre la caja y empieza a usar el terminal.

'All in' por el 5G

Más allá del diseño y el rendimiento, Honor se ha querido centrar en un aspecto principal en este teléfono, el 5G. Se trata de su primera propuesta con 5G SA (Standalone), a diferencia de otras propuestas de gama alta que integran 5G NSA (Not-Standalone). Ya explicamos las diferencias entre los dos tipos de 5G pero, en resumidas cuentas, el 5G SA cuenta con menos latencia, es más avanzado y se implementa bajo Next Radio y Next Gen Core, nuevas estructuras para el 5G. El 5G NSA funciona bajo el núcleo de red del 4G, en las bandas 800 MHz y 2.6 GHz.

Como siempre, esto dependerá de las operadoras. En España, de momento, tan solo se espera la llegada del 5G SA a manos de Orange, y habrá que esperar tanto a que esta compañía lo adopte, como a que el resto lo haga. No obstante, estar preparado es el primer paso, y el Honor View30 Pro hace bien sus deberes aquí.

Triple cámara para conquistarlos a todos

Cámara principal de 40 megapíxeles, telefoto 12 de tres aumentos y gran angular de 8. Ah, acompañadas de ingentes cantidades de IA. El Honor View30 Pro tiene un conjunto de cámaras bastante completo aunque, una generación más, los resultados nos muestran que compite en su rango de precio, y no en la gama más alta.

Nuestras primeras pruebas, en interior, pero con buena luz, muestran fotografías vivas y contrastadas, aunque con ese toque de artificialidad clásico en la marca. Eso sí, a nivel de funciones, la cámara es más que completa. Modo retrato, modo macro, modo noche, fotografía con ISO alta, zoom híbrido hasta 10X, etc.

Del mismo modo, hacen hincapié en el selfie, que cuenta esta generación con dos sensores, de 32 y 8 megapíxeles. El segundo sensor es un gran angular que nos permite incluir más contenido en las fotos, aunque Honor destaca su trabajo junto al sensor principal en fotografía de retrato.

Destacar asimismo el buen trabajo que ha hecho Honor con la estabilización de vídeo. Lo poco que hemos podido probar sitúa a la estabilización digital del Honor View30 Pro entre las mejores del mercado, a la altura (o superando incluso) a las propuestas de gama alta de 1.000 euros.

Tras la primera toma de contacto, el Honor View30 Pro sorprende por su rendimiento y conectividad, pero preocupa por el software. La sensación es similar a la que tuvimos con el Mate 30 Pro. El hardware está más que dominado con los últimos Kirin, buenas baterías (a nivel numérico, al menos), configuraciones generosas de memoria interna y cámaras versátiles, muestran que no debería haber problemas en este aspecto.

El punto es de nuevo, bajo el marco del veto americano a firmas como Honor, la llegada al mercado europeo de un dispositivo sin aplicaciones de Google. La compañía sigue sin una solución sencilla para que un usuario medio instale este marco de servicios, lo que obliga a recurrir a procedimientos más cercanos al usuario experto, y que pueden comprometer la seguridad del dispositivo. Habrá que ver cómo queda su llegada al mercado, prevista en algún momento del primer trimestre de 2020, a un precio al cambio de unos 500 euros.