Tras la completa jornada de ayer, ya tenemos material suficiente para analizar lo que ha acontecido en la primera horda de presentaciones de las marcas. Y empezamos con Sony Ericsson, pues de Samsung y sus dos productos estrella lo tenemos claro: de momento van a la cabeza principalmente con ese gran teléfono (quizás demasiado grande) que es el Samsung Galaxy S II.
Tras enseñarnos el espectacular Sony Ericsson Arc, la gente de la alianza sueco-japonesa ha dejado de lado la búsqueda del poco grosor o las pantallas espectaculares y se ha enfocado completamente en encontrar nichos, es decir, reductos de mercado muy concretos. Supuestamente con su anterior hornada de teléfonos les salió bien la jugada y ahora vuelven a lo mismo, de manera que, en vez de ofrecer varios teléfonos similares o uno solo franquicia, se posicionan en varios frentes, algo que nos gusta.
Sin doble núcleo ni pantallas llamativas por tecnología
Antes de posicionar sus nuevos teléfonos tal y como yo los veo, me gustaría destacar un par de detalles que no encontramos en los nuevos teléfonos de Sony Ericsson pero que sí se ven por doquier en los de la competencia. Me refiero a las pantallas de tipo AMOLED o nombres rimbombantes y de los procesadores de doble núcleo.
Ambas características no está presentes en ninguno de sus cuatro modelos de teléfonos avanzados, aunque sí que se han apuntado a la moda de colocarle apellido a sus nuevas pantallas. En su caso tiran de un seguro de vida: Bravia. Con esa tecnología prometen mejorar las mismas principalmente cuando reproducimos vídeos.
Otro aspecto que nos llama mucho la atención de los nuevos Sony Ericsson es que, a pesar de que su enfoque es bastante potente, con multimedia, fotos y juego entre sus pretensiones principales, han obviado en todos los nuevos modelos el procesador de doble núcleo, con lo que en ese aparatado ya salen al mercado por detrás de sus competidores en otras marcas. Los early adopters nos fijamos en esos aspectos de forma detallada, pero aunque el consumidor no apura tanto esos detalles, esta apuesta por lo sencillo parece ir contratendencia.
La cámara de fotos, la niña bonita
A pesar de que el teléfono en principio no vaya a ser un elemento fotográfico, Sony Ericsson ha cuidado este detalle en sus principales teléfonos. El Sony Ericsson Neo, centrado en la reproducción multimedia con su salida HDMI, cuenta con una cámara de 8 megapíxeles con sensor Exmor R retroiluminado, el mismo que monta el Xperia Arc y el nuevo Sony Ericsson Xperia Pro, con un perfil claramente profesional gracias a su teclado QWERTY completo.
De los nuevos teléfonos solo se queda fuera del reparto del sensor retroiluminado el innovador Xperia Play, el ejemplo más claro del nicho que busca Sony Ericsson.
Especialización frente a bestias
¿Podrá competir con esta teórica especialización frente a las bestias de sus rivales? Nosotros al menos nos congratulamos de que todos los teléfonos Android no sean iguales, pero renunciar a características de 2011 es un riesgo que no todos parecen dispuestos a correr. ¿Y tú?