En 1975 una fotógrafa se lanzó a documentar las fiestas populares de España. El libro resultante lo cambió todo

  • 'España oculta' de Cristina García Rodero, se ha vuelto a reeditar después de 35 años 

  • Es la fuente de inspiración de la gran mayoría de los fotógrafos actuales

Treinta y cinco después, frente a las mismas fotografías, recuerdo el momento en el que mis padres me llevaron a ver una exposición que cambió mi vida. Nunca olvidaré que terminaron comprándome el libro, que conservo como un tesoro. Y decidí convertirme en fotógrafo.

'España oculta' es el libro más importante de la historia de la fotografía española. Cambió tantas cosas que se considera poco menos que una leyenda viva. Todos los implicados demostraron que se podía hacer un libro de fotografía de autor en nuestra tierra y triunfar. Además, apareció en una época en la que se apostaba por la modernidad. Y presentar un libro sobre viejas tradiciones en blanco y negro parecía un suicidio editorial.

Desde entonces, las fiestas tradicionales están más vivas que nunca y los fotógrafos no paran de plasmar su visión personal de estos eventos.

'España oculta' de Cristina García Rodero, el libro sagrado de la fotografía

En la transición española todos querían ver y vivir el futuro. Se quería olvidar todo lo que oliera a viejo. Cuarenta años de dictadura tenían la culpa. Pero no podíamos dejar atrás lo que éramos. El cambio de economía y el olvido del mundo rural no eran motivos para olvidar nuestras raíces, al menos en la visión de muchos creadores y artistas de la época.

Cristina García Rodero, en 1975 y con apenas 23 años, ganó una beca de la Fundación Juan March que le permitió buscar los orígenes de nuestra historia, cómo somos y por qué. Con las 180.000 pesetas (1081,82 €) del premio se compró su primera cámara y se lanzó a las carreteras asesinas, como ella las llama, para encontrar, de la mano de Julio Caro Baroja, las fiestas populares que se perdían.

El trabajo se prolongó durante quince años, robando tiempo al tiempo. Durmiendo donde fuera posible, comiendo cuando se podía, encontrando en las estaciones, en los bares llenos de hombres de aquella época y en las confidencias de las telefonistas información imposible de buscar por otros medios.

Todo empezó hace cincuenta años. Y hace treinta y cinco se publicó en forma de libro. 'España oculta', porque muestra lo que no se veía. Recibió muchos premios, cuenta ella misma que alguna que otra zancadilla, pero hoy en día tenemos en nuestras manos el que está considerado como el mejor libro de fotografía de España.

Este año se ha reeditado de nuevo, con más de 50 imágenes nuevas y a unos 60€. Si quieres aquella primera edición, puedes encontrarlo por más de 1000€ en algunas páginas, aunque lo realista es comprarlo por unos 400€. Pero, ¿por qué tiene tanta importancia?

La historia del libro que cambió la fotografía en España

En España pocas veces se había hecho un libro de autor de semejante envergadura. Siempre eran encargos editoriales para mostrar las bellezas del país o para acompañar los textos de novelistas, como podemos ver en ese proyecto maravilloso que fue 'Palabra e imagen' de la editorial Lumen en los años 60-70.

Publio López Mondéjar, un insigne historiador, puso en contacto a Juan Carlos Luna, director general de la editorial Lunwerg y a Cristina García Rodero, como si fuera una celestina. Y de aquellas reuniones parieron este libro que tenemos entre manos. Recorrió un país que estaba despertando del letargo de la dictadura, en el que todo estaba cambiando. Y las costumbres olvidando. Nadie quería recordar las tradiciones. Por eso la apuesta de Cristina García Rodero era vista como un suicidio por algunos, como flor de un día.

Ella perseveró para sacar adelante un trabajo que duró quince años. En blanco y negro, colándose en las casas viejas, hablando con cualquier persona que pudiera contarle historias sobre las fiestas y tradiciones que solo recordaban los abuelos.

Consiguió plasmar una realidad que solo estaba escrita en libros escondidos en las bibliotecas y que se estaba perdiendo en los recuerdos. Los lugareños no creían posible que una mujer como aquella hiciera tantos kilómetros para ver sus trajes y costumbres. Sufrió el machismo, pero lucho como nadie. Nadie pudo detenerla.

Al final quedaron 152 fotografías (las que podemos ver ahora), reveladas por Juan Manuel Castro Prieto en el laboratorio químico, con muchas historias dentro. Con un estilo que hoy se ve recompensado por premios, reconocimientos y una lista interminable de fotógrafos que nos consideramos deudores de su obra.

¿Qué es lo que hace que un libro de fotografía sea relevante? Pues lo mismo que ocurre con una novela, una película o una canción. Que cambie la forma de escribir con la cámara, que influya a los fotógrafos venideros y que sea reconocido por sus contemporáneos. Cristina García Rodero es una trabajadora incansable. Es una de las claves de su éxito. No tiene nada que ver con el personaje genial de 'La gran belleza' de Paolo Sorrentino, que se deja llevar por la vagancia.

Sacrificó su vida para hacer lo que quería en los tiempos libres que le dejaba su trabajo en la universidad.

La edición y el mensaje

Una vez hecho el trabajo, es hora de entrar en el mundo de la edición. Y es aquí donde nace realmente el fotógrafo. Donde aparece Cristina García Rodero y se transforma en una de las figuras más importantes de la fotografía española. El libro, que se imprimió con una calidad nunca vista hasta entonces, con negros y blancos de verdad, tiene una de las mejores ediciones que podemos disfrutar, permitiendo leer un libro de fotografía.

La gente ajena a este mundo fotográfico puede llegar a pensar que las imágenes se ponen una tras otra por simples motivos cronológicos, pero no es así. Al igual que juntamos las palabras para que tengan sentido, siguiendo normas estilísticas y gramaticales, las fotografías tienen que hacerlo a su manera.

Si lees 'España oculta' con ojos de fotógrafo, te darás cuenta de la historia que nos quiere contar la autora. Tiene varios niveles, y cuando los encuentras, entiendes su valor e importancia dentro de la historia de la fotografía. El título es muy descriptivo. Vemos lo que está oculto, lo que está a punto de desaparecer. La primera fotografía, donde vemos a esa mujer gritando de alegría, nos avisa de las fiestas que vamos a ver a continuación.

Es la pura vida a través de los ritos y las celebraciones. 

Desde la alegría de vivir, la inocencia y miedo de la infancia hasta los ritos de la muerte, con esa esperanza final que nos da la niña saltando frente a la puerta del cementerio. Al principio del artículo he rememorado 'Cien años de soledad'. Ahí Gabriel García Márquez nos contaba el realismo mágico de Macondo con la música de las palabras. Cristina García Rodero nos enseña, arrebatándolos de la muerte, como ella misma dice, los instantes de una historia.

Las niñas se elevan ante los cementerios y los niños vuelan en las procesiones, juegan con las cruces. Las abuelas ríen sin dientes y confiesan cosas que no han hecho a curas que no las escuchan. Es otro mundo al cual pertenecemos, aunque no lo sepamos.

Pero encontramos otro nivel de lectura en este libro único, algo que pocas veces se ve tan claro y que solo encontramos en joyas como 'Los americanos' de Robert Frank. La relación entre las fotografías, la lectura de la doble página, la magia sencilla de la edición.

Cuando lo descubres, no puedes dejar de mirar los libros de otra forma. Siempre pongo de ejemplo para explicarlo la segunda y tercera página. Vemos un señor vestido de negro frente a un fondo blanco. En la siguiente un señor vestido de blanco frente a un fondo negro. No pueden ir de otra manera. Entre las dos suman.

Y así a lo largo de las páginas. El diálogo entre las fotografías en el libro es mágico, sencillo y comprensible, las señoras que se ríen ante la insinuación erótica del señor de la imagen que tienen a la izquierda, los niños vestidos de negro al lado de los que van vestidos de blanco, la niña frente a la abuela, el descanso visual de las imágenes solitarias a la derecha, etcétera, etcétera

El legado de García Rodero


A partir de la publicación y éxito de este libro, se habló de la nueva edad de oro de la fotografía española. Nuevos fotógrafos siguieron su estela, se recuperaron figuras históricas que se habían olvidado y sus contemporáneos empezaron a sonar. Se dio visibilidad a las fiestas populares en un momento en el que se encaminaban hacia el desprestigio, cuando se pensaban como reliquias del ayer. Nos dimos cuenta de que no podemos olvidar.

Es un ejemplo para seguir. En la presentación en el Círculo de Bellas Artes, en el 35 aniversario de la reedición de su libro, García Rodero se acordó de las mujeres, de lo precario del trabajo del fotógrafo y de la necesidad de contar con apoyos institucionales y privados para contar cómo es el mundo. En la mirada de García Rodero, hacer una fotografía no es tener el mejor móvil ni apoyarse en la inteligencia artificial para disparar. Tampoco es una pose. 

Es el poder de contar historias que permanecerán en el futuro. Es poder ver cómo crecen y cambian los espacios y las personas que miras a través del objetivo. Es vivir para contarlo.

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