Seguimos con el especial donde estamos intentando aprender a comprar una cámara de fotos, para todos aquellos que tengáis en mente haceros con una en breve.
En el primer post hablamos de los megapíxeles y del objetivo, en el segundo vimos la pantalla LCD y el visor, y estudiamos que características son las importantes a la hora de la compra.
Hoy seguimos avanzando, y hablaremos de otras dos características importantes, el sensor y el ISO:
4. El sensor
Cuando hablamos de calidad de imagen hay varias características de una cámara a las que tenemos que prestar especial atención. Una de ellas es la calidad óptica, es decir, la calidad de las lentes que tenga nuestro objetivo (ya sea un objetivo de réflex como el de una compacta), y que vimos en el primer post del especial, pero no sirve de nada tener buena calidad óptica si no tenemos un sensor a la altura.
Sobre los tipos y la calidad de los diferentes tipos de sensores podríamos hablar largo y tendido, pero nos desviaríamos un poco del tema principal. Tampoco queremos hacernos expertos en sensores así que yo voy a hablaros de un par de cuestiones más prácticas y fácilmente comprobables cuando compremos una cámara: el tamaño del sensor y los sensores retroiluminados.
Sobre el tamaño del sensor también habría mucho que discutir, pero siendo prácticos, y excepto casos puntuales, un sensor de mayor tamaño se comportará mejor (de forma general) que uno más pequeño. No es lo mismo el sensor de una réflex “Full Frame” que el de un móvil, creo que todos lo tenemos claro.
Por otra parte de los sensores retroiluminados ya os hemos hablado en Xataka, y os hemos contado sus principales beneficios.
En definitiva, mientras los sensores convencionales tienen un diseño en el que la “circuiteria” del sensor se coloca por delante de los fotodiodos (las células que captan la luz), en los sensores retroiluminados se colocan detrás, con la consecuencia directa de que no se interponen en el paso de la luz que tiene que llegarles a estos últimos.
Todo esto quiere decir que, finalmente, el sensor se comportará mejor en malas condiciones de luz, uno de las luchas constantes de los fabricantes. Por tanto un sensor retroiluminado siempre será mejor opción que uno que no lo sea, a igualdad de condiciones claro.
¿En que debemos fijarnos a la hora de comprar?
Pues si no queremos complicarnos mucho la vida nos fijaremos en el tamaño del sensor, ya que como hemos dicho, un mayor tamaño suele significar una mejor respuesta general, por ejemplo, con altas sensibilidades. Hay muchos otros factores que influyen, como el tipo de tecnología (CMOS, CCD...) y podemos afinar mucho más, pero la calidad de un sensor es difícil de comprobar sólo viendo una tabla de características, por lo que la mejor idea puede ser navegar por internet para ver algún análisis de su calidad en las webs especializadas.
Respecto a los sensores retroiluminados hay menos duda. Si es retroiluminado mejor que mejor.
5. ISO
El rango de sensibilidades de un sensor es una característica a la que también tenemos que echarle un ojo. Cuanto mayor sea la sensibilidad que admite el sensor, más posibilidades tendremos de hacer fotos con poca luz, por resumirlo de una manera rápida.
Pero sólo hay que ver las imágenes superiores (son recortes al 100% de una foto) para comprobar como la sensibilidad del sensor influye en la calidad de la imagen. Una marca puede intentar vendernos que su cámara llega hasta un determinado ISO, pero eso no tiene que significar que a esa sensibilidad vayamos a tener buena calidad de imagen.
Es una característica que está ligada intrinsecamente al tamaño del sensor que lleve la cámara, y al igual que pasa con él, comprobar su respuesta a priori es complicado, por lo que no nos queda otra que bucear por la red para ver imágenes de ejemplo y cersiorarnos cual es el ISO máximo “usable” de la cámara en la que estemos interesados.
¿En que debemos fijarnos a la hora de comprar?
Pues en el rango de sensibilidades que admite el sensor, siempre teniendo en cuenta dos cosas. Por un lado que el ISO máximo que se anuncia rara vez nos va a ofrecer buena calidad de imagen, así que no es mala idea contar con uno o dos pasos menos de lo que dice la marca (dividiendo por la mitad el ISO).
Por otro lado, también hay que tener en cuenta la relación entre el ISO y el tamaño del sensor. No es lo mismo un ISO 3200 en una réflex con sensor “Full Frame” que tiene unas dimensiones de 24×35mm que un ISO 3200 en una compacta de sensor pequeño. Mientras en la primera probablemente de una calidad aceptable, en la segunda será totalmente inútil, puesto que la imagen tendrá muchísimo ruido, casi con toda seguridad.
Continuará...
En Xataka | Aprende a comprar una cámara de fotos (I)
En Xataka | Aprende a comprar una cámara de fotos (II)
En Xataka | Aprende a comprar una cámara de fotos (IV)
En Xataka | Aprende a comprar una cámara de fotos (V)
En Xataka | Aprende a comprar una cámara de fotos (VI)
En Xataka | Aprende a comprar una cámara de fotos (VII)