Vamos llegando al final del especial en el que estamos intentando aprender a comprar una cámara de fotos.
Ya hemos visto la mayoría de las características principales que hay que tener en cuenta a la hora de afrontar la compra, y llegamos a otra de las funciones importantes, sobre todo si nuestra intención principal es avanzar en fotografía.
Hablamos de los controles manuales, una característica fundamental para aprender fotografía. Además hablaremos del RAW, un formato de imagen que nos ofrece muchas más posibilidades de las que pensamos.
Controles manuales: El concepto
Para poder entender la importancia de los controles manuales hay que conocer, al menos de forma básica, cómo funciona una cámara de fotos y cuales son los valores básicos que debemos dominar.
Estos valores básicos son dos: La apertura del diafragma y la velocidad de obturación.
La apertura podríamos definirla como la capacidad que tiene el objetivo de dejar pasar más o menos luz a través del diafragma. Una característica que está íntimamente relacionada con los números F, que ya vimos cuando hablamos de los objetivos. A menor número F, mayor es la luz que nos permitirá pasar el diafragma.
En este post del curso de fotografía de Xataka Foto podéis ver lo que se puede conseguir modificando el valor de la apertura del diafragma.
El segundo valor básico es la velocidad de obturación, es decir, la rapidez con que la cámara es capaz de abrir y cerrar el obturador, dejando pasar, más o menos luz al sensor, y que nos va a permitir bien congelar la imagen, o bien crear un efecto de movimiento, por ejemplo.
En definitiva hablamos de dos valores que principalmente nos permiten dejar pasar más o menos luz al sensor de la cámara y que combinados nos permiten realizar interesantes efectos y técnicas fotográficas.
Teniendo en cuenta que la fotografía es “el control de la luz” no hay más que decir sobre la importancia de que esta característica esté presente, siempre que queramos dominarla.
Los controles manuales, básicos para aprender fotografía
Las cámaras que no tienen controles manuales gestionan tanto la apertura como la velocidad del diafragma de forma automática, sin dar la posibilidad al usuario de manipular sus valores. Esto es interesante para los que sólo quieren disparar y no quieren complicaciones, sin embargo, si queremos tener la posibilidad de controlar la cantidad de luz que queremos dejar pasar y conseguir diferentes efectos variando los valores, es fundamental tenerlos presentes.
Tampoco queremos decir que haya que usarlos, pero siempre es buena idea que la cámara disponga de este tipo de controles por si avanzamos y queremos ir a más.
Formato RAW: el negativo digital
Otra de las características que no se deberían pasar por alto cuando buscamos una cámara de fotos es la posibilidad de disparar en formato RAW. El formato RAW podríamos definirlo como el equivalente al negativo en el mundo digital.
Se trata de un formato que contiene la totalidad de los datos de la imagen tal y como ha sido captada por el sensor y que por tanto nos permite una capacidad de edición mucho mayor al de otros formatos de imagen como el JPG, tan típico en las cámaras.
Disparar en RAW puede ayudarnos a modificar a posteriori una toma, sus luces y sombras, su temperatura de color, su exposición, etc… tal y como lo habríamos hecho si hubiésemos modificado esos valores en la cámara (hasta ciertos límites) por lo que su potencial es muchísimo mayor que otros formatos de imagen.
El principal inconveniente de este formato es la falta de estandarización: cada fabricante de cámaras usa su propia versión del formato, lo que puede producir incompatibilidades con ciertos programas, aunque es habitual que la mayoría del software de retoque se adapte y se actualice para ser compatible con las nuevas cámaras que salen al mercado, por lo que no debería haber mayor problema.
¿En que debemos fijarnos a la hora de comprar?
Si podemos elegir entre una cámara con controles manuales y otra sin controles manuales y queremos aprender algo de fotografía elegiremos la primera opción. Si no tenemos ninguna intención de controlar a nuestro gusto los valores básicos de fotografía optaremos por una automática.
Hay que tener en cuenta de que una cosa no quita la otra. Que una cámara disponga de controles manuales no quiere decir que no disponga de automatismos, por lo que siempre es buena idea que la cámara tenga la opción de controlar manualmente los valores de diafragma y velocidad de obturación.
Con el formato RAW pasa lo mismo. Siempre es buena idea poder disparar en un formato que almacena toda la información que es capaz de captar el sensor, independientemente de que usemos otros formatos como el JPG para determinadas fotos.
Y hasta aquí una de las características más importantes de las cámara de fotos. En el siguiente post finalizaremos el especial hablando de los automatismos y otras funciones interesantes.
En Xataka | Aprende a comprar una cámara de fotos (I)
En Xataka | Aprende a comprar una cámara de fotos (II)
En Xataka | Aprende a comprar una cámara de fotos (III)
En Xataka | Aprende a comprar una cámara de fotos (IV)
En Xataka | Aprende a comprar una cámara de fotos (VI)
En Xataka | Aprende a comprar una cámara de fotos (VII)