Todos esperábamos que Canon diera el paso hacia su propia cámara sin espejo pero los japoneses no parece que estén todavía por la labor. A cambio nos han ofrecido un salto cualitativo enorme con su nueva Canon PowerShot G1 X.
El secreto de la Canon G1 X es su sensor, apuesta personal de Canon para elevar la calidad de las fotos que podemos hacer con su serie de compactas más avanzadas sin tener que recurrir a objetivos intercambiables … por ahora. Toca pues repasar a fondo lo que nos ofrece esta Canon PowerShot G1 X antes de que la analicemos para vosotros.
Canon G1 X y su gran sensor
Tras la guerra de los megapíxeles, aquella fatal época en que las cámaras compactas solo crecían en ese apartado, estamos viviendo una bonita época en que los consumidores por fin saben que el sensor no son solo los megapíxeles sino el tamaño del mismo.
Con la mágica cifra de 1.5 pulgadas (o 18.7 × 14 mm) como tamaño de su sensor, la Canon G1 X entra de lleno en la gama de compactas no avanzadas sino de altos vuelos. Si 1.5 pulgadas no te dice nada, ese tamaño es solamente un 20% más pequeño que el que Canon usa en sus réflex APS-C. En cuanto a millones de píxeles, son 14 los que se esconden en esta PowerShot.
El diseño de la nueva PowerShot de Canon no resulta extraña para nadie. Acabado metálico, formas contundentes y muchos controles(alguno de ellos personalizable) no dejan lugar a dudas de que se coloca al lado de la gama G, pero sin llegar a sustituir a la G12. Podemos echar de menos alguna novedad en el diseño para mejorar su ergonomía o al menos, poder darle un toque diferenciador. Pero Canon ha preferido la continuidad e identificación con una saga que supera los diez años.
También ha sido continuista Canon en el modo de vídeo. Es cierto que apuesta por un botón de vídeo dedicado (acierto total) y calidad 1080p, pero no le da el protagonismo que merecería, pues la grabación es solo a 24p y con ningún control manual por parte del usuario. Solo entran en juego los ajustes automáticos que también están presentes en la fotografía. Sí que hay salida HDMI.
En la parte puramente fotográfica nos queda repasar su ráfaga, de 4.5 fotos por segundo hasta un máximo de seis, el modo RAW de 14 bits y el procesador Digic 5.
El peligro de un zoom corto
Cuando se miran las especificaciones de la Canon PowerShot G1 X es obvio hacer una mueca al leer que el zoom que incorpora es de 4X. Su rango abarca de los 28 a los 112 mm, con una luminosidad de f2.8-5, valores que quizás se esperaba que fueran algo más amplios, especialmente el de la luminosidad.
Sin embargo, junto con los amplísimos controles manuales, el juego que da este zoom con el sensor nos parece más que suficiente para su propósito de cámara seria o segunda de a bordo de un usuario de réflex avanzada. Al fin y al cabo, al perfil de usuario de esta Canon G1 X le cuadra esta configuración.
Y no nos olvidemos que, con ese tamaño de cámara, colocar un 4X es todo un logro aunque por números podamos llegar a pensar en lo contrario.
También podría haber avanzado Canon en el visor óptico sustituyéndolo por uno electrónico que realmente se usaría, no como el actual, que parece más dado a darle presencia de cámara seria a la G1 X que de utilidad. Máxime cuando esta nueva cámara incluye una pantalla abatible perfecta para tomar fotos siempre con ella. El tamaño de la misma es de 3 pulgadas y tiene resolución de 920.000 píxeles.
Canon PowerShot G1 X, precio y disponibilidad
Sin fecha oficial de salida todavía, aunque podemos esperarla para marzo, la Canon PowerShot G1 X costará 750 euros, un precio que seguro que no deja indiferente a nadie. De forma global podemos considerar que es un precio alto, pero hay que tener en cuenta lo que nos ofrece de novedoso.
Y no, que nadie salte diciendo que por menos tenemos una réflex decente porque no se habría enterado de nada de lo que va esta Canon G1 X.
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