Tengo que admitirlo. Las Canon compactas de la serie G siempre han sido mis preferidas dentro de la gama de no réflex digitales. Y la nueva Canon G10 va a seguir conquistando mi corazón.
De entrada nos encontramos con un sensor de 15 megapíxeles con zoom óptico de 5 aumentos pero que empieza en un angular contenido de 28 mm. Buena elección. Además, viene con estabilizador de imagen óptico y diversas tecnologías para que no nos salgan las fotos movidas en situaciones de baja luminosidad por ejemplo.
Las fotos las podemos almacenar en formato RAW para tratarlas porteriormente con tranquilidad. De hecho, la Canon G10 parece estar pensada para usuarios de DSLR que quieren tener una opción similar (salvando las distancias) pero que puedan llevar de forma más cómoda. Disponemos de controles manuales, procesador Digic 4, tiempos de respuesta veloces y una serie de accesorios para ampliar sus funcionalidades.
La pantalla es grande, de 3 pulgadas, con buena resolución. En modo vídeo se queda en calidad VGA a 30 fps, así que Canon ha perdido la oportunidad de ofrecer algo muy goloso: grabación a 720p, máxime teniendo en cuenta que este tipo de compactas se suele comportar muy bien en grabación de vídeo. Y encima teníamos un angular de 28 mm.
El precio de la Canon G10 será de 500 dólares, ajustado para hace unos años, pero en competencia con los modelos de réflex más asequibles. Aunque está claro que no podemos compararlas.
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