Hace nada que en Xataka Foto os contábamos que la conjunción de verano y fiestas hace que sea el momento perfecto para tomar imágenes de fuegos artificiales, un espectáculo que sin duda gusta a niños y mayores. Claro que hacer este tipo de fotos no es sencillo y, en principio, está reservado a fotógrafos con ciertos conocimientos y con un buen equipo.
Claro que esto no tiene porqué ser así. Hoy en día casi con cualquier cámara es posible conseguir fotos decentes de fuegos artificiales, incluso con un móvil. Basta conocer un poco las posibilidades del dispositivo que vayamos a utilizar y unos cuantos consejos básicos que vamos a desgranar a continuación.
Un poco de teoría fotográfica
A nivel técnico, hacer fotos de fuegos artificiales no tiene demasiado misterio: se trata de hacer una larga exposición; es decir, usar una velocidad de obturación baja. Para los más profanos todo esto puede sonar a chino, pero la traducción es simple. En fotografía se usa un símil muy fácil de entender para cualquiera y es que hacer una foto es como llenar un cubo de agua. Si abrimos el grifo mucho tardamos poco tiempo; si lo abrimos poco tardamos más.
Pues bien, en fotografía el agua se cambia por luz, el grifo por el diafragma y el tiempo que se tarda es la velocidad de obturación (o tiempo de exposición). Así, para hacer una foto necesitamos una cantidad de luz que entra a través del diafragma. Éste puede estar más o menos abierto y eso determina que se necesite más o menos tiempo para lograr la foto.
Lo usual en fotografía es que la velocidad de obturación se mida en fracciones de segundo (1/60 o 1/125 serían valores muy comunes) ya que con eso suele bastar cuando hay luz suficiente. Las altas velocidades (de 1/250 a 1/4.000 o más) son las que conllevan que el movimiento se congele, ya que la cámara hace la foto a una velocidad tan rápida que no da tiempo a que nada se mueva.
Claro que cuando hay poca luz suele ser necesario disparar a velocidades lentas (puede ser desde poco menos de un segundo hasta minutos o incluso horas). Esto implica que la fotografía es susceptible de salir movida, ya sea porque lo que reflejamos tenga movimiento en sí mismo, como por el que podamos producir nosotros mismos con la vibración de la cámara en nuestras manos. Por este motivo se utilizan los trípodes y los disparadores a distancia, que aseguran que no va a haber movimiento que estropee la toma (salvo que precisamente sea esto lo buscado).
Esta circunstancia también es la que requiere la fotografía de fuegos artificiales, ya que aunque nos puedan parecer un objeto muy brillante se suelen producir en entornos muy poco iluminados. Además, la mayoría de fotos más espectaculares de fuegos artificiales son aquellas que no muestran sólo un “fogonazo” (como la que os hemos puesto justo arriba), sino las que refeljan un montón de ellos en una especie de mosaico de luz y color.
Consejos generales tengas el equipo que tengas
En Xataka Foto ya hemos contado largo y tendido cómo hacer este tipo de fotografías así que vamos a resumir los conceptos principales que sirven para cualquier tipo de usuario tenga el equipo que tenga:
- Que la cámara no se mueva. Supongo que ya te habrá quedado claro que al fotografiar fuegos artificiales hay que tener la cámara captando la imagen mucho tiempo lo que significa que hay un grave peligro de que salga movida. Así que el primer consejo, e imprescindible, es buscar un buen apoyo, sea el que sea. Lo ideal es un trípode pero valdría poner la cámara sobre una mochila, un poyete, una papelera o cualquier otro sitio en el que permanezca totalmente inmóvil.
- Usa un disparador a distancia. Una de las cosas que puede hacer que una foto salga trepidada es precisamente el movimiento que hacemos al pulsar el disparador, por lo que la siguiente recomendación es utilizar algo que evite este gesto. Lo ideal es un disparador a distancia, ya sea el típico cable conectado a la cámara o un mando inalámbrico (serviría una app de control vía WiFi), aunque también vale un remedio mucho más casero: usar el autodisparador para que haga la foto dos segundos (o más, depende de la cámara) después de pulsar el botón de disparo.
Busca un buen encuadre. Antes de empezar a disparar tendremos que haber pensado qué es exactamente lo que queremos sacar en la foto: si sólo queremos que se vean los propios fuegos o si queremos que aparezca el paisaje en el que se va a desarrollar el espectáculo u otros elementos (los reflejos en el agua suelen quedar genial). Lo primero puede estar bien, pero lo segundo probablemente nos brindará fotos más espectaculares si el sitio merece la pena. Para ello lo mejor es hacer una toma desde un lugar lo suficientemente alejado como para el tener el máximo campo de visión. Por cierto, tampoco hay que descartar la opción de sacar otro tipo de elementos en el encuadre como la gente que asiste al espectáculo.
Desactiva el flash y el estabilizador. Si disparamos en automático con una cámara “normalita” (o un móvil) probablemente el dispositivo querrá disparar el flash ante la escasa luz reinante. Pues bien, por si no lo sabes, el flash es una luz muy brillante pero que tiene muy poco alcance (más allá de unos metros no sirve de nada) con lo que otra medida necesaria para este tipo de fotos es desactivarlo. Por otro lado, hay que saber que cuando la cámara está quieta en un sitio la acción del estabilizador suele ser contraproducente, así que lo mejor es desactivarlo también antes de empezar (sólo será útil si haces las tomas a pulso).
Haz las fotos al máximo de calidad. Uses la cámara que uses entra en el menú de configuración y elige el tamaño más grande y la máxima nitidez que te permita el dispositivo para que el resultado sea el mejor posible. En el caso de que uses una réflex o una cámara avanzada, por supuesto utiliza el formato RAW, que guarda toda la información que recoge el sensor y te permite un procesado posterior.
Aprovecha que las fotos son gratis. Así que dispara, dispara y dispara… Aunque sea relativamente sencillo hacerlas, conseguir una buena foto a la primera es complicado así que el mejor consejo es insistir, probar con distintos encuadres y configuraciones de la cámara y hacer todas las fotos que puedas.
Consejos para los que tienen una cámara réflex/ avanzada
Si es tu caso probablemente ya estarás familiarizado con los conceptos básicos de fotografía que te hemos contado al principio y cómo funciona el triángulo diafragma, velocidad de obturación e ISO (para los no iniciados, otro factor que influye en la luz que se necesita para una foto). Para vosotros ahí van otros consejos básicos (pero fundamentales) para hacer fotos de fuegos artificiales:
Ajusta la sensibilidad al mínimo. Aunque un ISO alto suele servir para tomas con poca luz, la unión de larga exposición más alta sensibilidad lo que suele traer es ruido. Como en este caso la cámara va a estar estabilizada, no hay problema en usar el ISO más bajo que tenga la cámara para evitar el ruido y lograr la máxima calidad.
Pon el enfoque en modo manual. Dado que los fuegos son algo bastante fugaz, el enfoque automático puede ser problemático así que lo mejor es enfocar en manual, básicamente al infinito, y no tocarlo en toda la sesión (salvo que quieras hacer algún tipo de efecto especial).
Cierra el diafragma. Lo mismo que con el ISO, al estar la cámara quieta podemos permitirnos cerrar el diafragma para asegurarnos dos cosas: lograr más calidad (las ópticas suelen ofrecer su mejor rendimiento alrededor del f/8) y conseguir más profundidad de campo en la toma, lo que nos vendrá bien sobre todo si hemos encuadrado el paisaje además de los fuegos en sí.
Juega con distintos tiempos de exposición. Sin duda éste es el punto clave en este tipo de disparos y además es algo difícil de decir a priori. Puesto que depende de la iluminación de la escena, una vez hayamos decidido la sensibilidad y el diafragma que vamos a usar tendremos que jugar con distintos valores de obturación e ir viendo los resultados. Como decíamos, si usamos una velocidad relativamente rápida (como 1/25 por ejemplo) quizá sólo captemos un fogonazo, mientras que con un tiempo más largo (por ejemplo cinco segundos) captaremos ese bonito “efecto palmera” que suelen producir los fuegos artificiales. Y si aumentamos la exposición a 20 segundos podremos capturar varios fuegos seguidos. Cualquiera de las tres opciones puede ser buena, aunque normalmente cuanto más tiempo mejor.
Prueba como el modo B. Si tu cámara tiene opción de disparo B (Bulb), es el momento de experimentar con él. Este modo consiste en que la cámara comienza a hacer una foto y se mantiene así hasta que no le indicamos lo contrario, lo que pueden ser minutos o incluso horas (o hasta que aguante la batería). Lo normal es que se inicie al pulsar el disparador y se acaba al volver a hacerlo, aunque hay cámaras en las que hay que mantenerlo pulsado durante todo el proceso. Como esto puede significar que se capte más luz de la que se necesita para la foto (y esto sirve igualmente para exposiciones de varios segundos), un truco casero pero muy efectivo es utilizar una cartulina negra para tapar el objetivo y que no reciba luz en el intervalo entre los distintos fogonazos (serviría la tapa pero ponerla puede provocar que movamos la cámara).
Consejos para quien tiene una cámara “normalita”
Si tu cámara es de las del montón (por decirlo de algún modo), es muy probable que no tengas acceso a las opciones de control del disparo con lo que todo lo del punto anterior no te servirá de nada. Aún así no desesperes porque es posible que sí que puedas hacer este tipo de instantáneas utilizando el modo de disparo específico para fuegos artificiales.
Se trata de un modo bastante habitual en las compactas y sirve para hacer este tipo de tomas de forma automática. Es decir, de forma transparente para el usuario el dispositivo cierra el diafragma, ajusta el ISO al mínimo y realiza una larga exposición. Claro que al hacerlo todo de forma automática perdemos el poder de modificar los parámetros con lo que el resultado será bastante aleatorio y nada controlable.
Por cierto, también tenéis que saber que el modo fuegos artificiales no es lo mismo que el modo de foto nocturna que suelen tener muchas cámaras. Éste último está pensado para largas exposiciones pero con una luz más o menos constante. Si lo empleamos para fotografiar fuegos artificiales, dado que la luz es muy cambiante, es posible que la cámara termine la exposición cuando el primer fogonazo haya acabado.
¿Y si quiero utilizar el móvil?
Aunque pueda parecer que las posibilidades se reducen, por el contrario hacer fotos de fuegos artificiales con el móvil puede ser más factible que usando una compacta sencilla ya que aquí existen dos posibilidades. La primera es la misma que os hemos contado, usar el modo de disparo específico para fuegos artificiales que incluya el móvil (y que puede llamarse de formas diferentes según el fabricante). La segunda es recurrir a apps que nos permitan el control manual del disparo para aplicar todos los consejos que os hemos venido explicando sobre exposiciones largas y demás.
Aunque la mayoría de aplicaciones específicas para fotografía están dedicadas al retoque posterior de las fotos, existen opciones para controlar las tomas de forma manual. Gracias a ellas tendremos en nuestra mano elegir el ISO y la velocidad de disparo, no ya el diafragma porque los móviles no tienen un diafragma que se abra y se cierre como las cámaras.
Si vuestro móvil está firmado por Apple, tenéis aplicaciones como Manual, Slow Shutter! y Slow Shutter Cam que por el módico precio de 1,99 euros implementan en los iPhone los controles manuales de la toma. Si no queréis rascaros el bolsillo tenéis VSCO, que aunque no es específica para este fin sí que ofrece (al menos en la versión iOS) posibilidades de control manual y gratis.
En cuanto a los móviles con sistema operativo Android, también hay muchas opciones. Pasando por caja tenemos una app como Manual Camera (3,41 euros) aunque aquí hay más opciones gratuitas. Por ejemplo Cámara FV-5 Lite o la misma Lightroom que, con la garantía de Adobe, en su última versión incluye un widget para control manual de las tomas fotográficas.
Por otro lado, si el smartphone permite grabar vídeo en 4K también está la opción de hacer una toma de imagen en movimiento con esta resolución para después extraer instantáneas que, dada la resolución de este formato, pueden llegar a los 3.840 x 2.160 píxeles (que no está nada mal).
Por lo demás, recordad que un disparo a pulso puede servir en algún caso, pero que sigue siendo más que recomendable inmovilizar el terminal de algún modo, ya sea con un palo selfie sujeto estratégicamente a algo o un trípode del tipo Gorilla Pro o similares.
Así que nada, si quieres estar preparado para las próximas fiestas que te pillen cerca vete buscando la manera de estabilizar la cámara (o móvil) que vayas a utilizar. Además, si tienes una buena cámara pero poca idea te toca empollar un poco y prepararte para practicar.
Si tienes una compacta tendrá que investigar un poco para ver si te permite control manual o tiene modo de fuegos artificiales. Más o menos lo mismo que si vas a usar el móvil: mira a ver qué posibilidades tiene el tuyo y si son limitadas piensa en instalarte una app que te lo permita. Que tengas suerte (que probablemente la vas a necesitar) y no te olvides de disfrutar del espectáculo.
Foto de portada | Anthony Quintano
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