Cuando pensamos en Apple se nos suele venir a la mente la imagen de una compañía premium con un catálogo muy definido. Entre sus lanzamientos más recientes encontramos el iPhone 15, el iMac M3 y el Apple Watch Series 9. A lo largo de su historia, sin embargo, esta firma fundada en 1976 ha comercializado una amplia variedad de productos, muchos de ellos desconocidos por algunos de sus clientes actuales.
El iPod, sin lugar a dudas, es uno de los iconos de Apple. Aunque murió oficialmente en mayo de 2022, ha pasado a la historia como uno de los dispositivos que revolucionó la industria musical, así que podríamos asumir que no ha sido olvidado. Resulta un poco extraño, quizá, saber que Apple también fabricó una consola de videojuegos, una línea de impresoras e incluso hasta una serie de cámaras digitales, las Quick Take.
Apple y la fotografía, una relación de larga data
No podemos negar que Apple tiene un fuerte vínculo con la fotografía. El gigante de Cupertino presume de uno de móviles con mejor cámara del momento, status que ha conseguido en base a una combinación entre la evolución de los componentes de hardware y la ayuda de los algoritmos. Pero esta es una relación de larga data, una relación que se remonta hacia antes de la existencia del iPhone.
En 1992, siete años después de que Steve Jobs abandonara Apple tras un conflicto interno y bajo la dirección de John Sculley, la firma decidió que era el momento preciso de entrar al mercado de la fotografía y que debía hacerse con una cámara digital. Si bien este tipo de dispositivos llevaba un tiempo en el mercado, se encontraba en plena evolución y lejos del público masivo, algo a lo que Apple apuntó.
Lo de Apple no fue asumir el desarrollo del dispositivo de manera individual, sino que se asoció con Kodak para combinar tecnologías y dar lugar al proyecto Venus. Apple aportaría su arquitectura de cámara digital patentada y Kodak el sensor CCD. Chinon, por su parte, sería la firma encargada de la fabricación por contrato. Después de años de trabajo, la Apple Quick Take 100 se hizo realidad en febrero de 1994.
La revista Time calificó al dispositivo como “la primera cámara digital de consumo”. Esto posiblemente a que se trataba de una cámara diseñada íntegramente para conquistar el público en general, es decir, no se trataba de una propuesta para profesionales del sector. La idea era que fuera muy fácil de utilizar, aunque esto tenía su precio: funciones básicas. Costaba al momento de su lanzamiento 749 dólares (1.554 dólares en 2023).
Algo muy curioso es que la cámara venía en dos versiones: una para Macintosh y otra para Windows. La diferencia entre una y la otra era el software para utilizarla y el cable para conectarla al ordenador. A nivel de prestaciones, la Quick Take 100 era capaz de capturar y almacenar hasta ocho fotos de 640 x 480 píxeles o 32 fotos de 320 x 240 píxeles, algo así como las imágenes que capturaban algunos móviles con cámara en el pasado.
Como podemos ver en las imágenes, el dispositivo no contaba con una pantalla de visualización, por lo que no había forma digital de ver las capturas. Para hacer una foto se recurría al visor de toda la vida. Ante la ausencia de esta característica, tampoco existía la posibilidad de eliminar una foto específica. Si necesitabas espacio tenías dos opciones: bajar las fotos a un ordenador o pulsar el botón “papelera” para borrar todo el contenido de la cámara.
La cámara digital Quick Take tuvo varias versiones a lo largo de su ciclo de vida. Un año después del lanzamiento inicial, Apple lanzó la Quick Take 150, un dispositivo que permitía almacenar más fotos en la memoria interna, así como un nuevo software para ordenador y una lente opcional de primer plano. En 1996 llegó la QuickTake 200 fabricada por Fujifilm. Esta fue la versión más ambiciosa de la línea de cámaras digitales de Apple.
El elemento más destacado de la Quick Take 200 era la presencia de una pequeña pantalla LCD a color, aunque también destacaba por tener soporte para memorias SmartMedia. A nivel de controles, el dispositivo permitía ajustar el enfoque y la apertura. Inclusive con todas estas mejoras, la cámara redujo su precio hasta los 600 dólares (1.176 dólares en 2023). Este mismo año, no obstante, Apple discontinúo su línea de cámaras digitales.
Para ese entonces, Steve Jobs acababa de volver a Apple y, en su misión por enfocar la compañía nuevamente al mercado de los ordenadores, eliminó más del 50% del catálogo de productos. Apple no volvió a tener una cámara digital y, ciertamente, en estos tiempos no tendría sentido. Sin embargo, como decimos arriba, su presencia en el mundo fotográfico sigue siendo muy relevante, principalmente por las capacidades del iPhone.
Imágenes: Apple | Gmhofmann | Jared C. Benedict
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