Sales a la calle y vas a una zona turística. Probablemente entre todas las personas que veas haciendo fotos a los monumentos verás que hay algunas que no llevan una cámara sino un tablet. Están ahí y aunque nos parezca raro es una tendencia que viene para quedarse.
Hacer fotos con el tablet es cada vez más habitual y los fabricantes se están dando cuenta de ello. Hoy rompo una lanza a su favor: aunque no lo parezca a simple vista hay varios motivos para explicar su éxito porque no todo va ser hacer fotos con el móvil o una cámara convencional.
El tamaño no tiene porque ser un inconveniente
Nos reímos de la gente que utiliza un tablet pero aunque su tamaño haga que destaquen demasiado entre la multitud, en realidad es una virtud. Aunque estemos usando tablets pequeños de siete pulgadas, su peso y dimensiones son superiores a las de un móvil y esto se traduce en mejor agarre y estabilidad.
Cada vez son más los fabricantes que le meten estabilización de imagen a las cámaras del móvil. No es casual: hacerlos más ligeros y a la vez grandes hace más probable que se nos vaya un poco el pulso y la imagen salga trepidada. Con un tablet es más cómodo cogerlo y por tanto más fácil hacer una buena toma.
Una vez hemos hecho la foto, nos gusta echarle un vistazo para ver qué tal ha quedado. Sí, en tu móvil de cinco pulgadas Full HD se ve bien, la densidad de píxeles es estupenda pero en una pantalla más grande se aprecia mejor. No solo eso: el uso de las aplicaciones de retoque es más cómodo.
Para editar y ver, mientras más grande mejor
Pensad en aplicaciones como Snapseed o VSCO Cam donde los gestos con los dedos son fundamentales. En una pantalla más grande no vamos a tener problemas estorbándonos. Más cómodo cuando queremos dedicarle un poco de tiempo a retocar cada imagen. Hablando de apps: esa no es la única ventaja.
En este formato tenemos aplicaciones mucho más completas que las que hay para móviles. Las que hemos mencionado están muy bien pero por ejemplo Pixelmator y su versión para iPad. Es capaz de mover imágenes en alta resolución y ofrecernos un nivel de edición que cada vez se parece más a las herramientas de PC. Hablando de ordenadores, no nos olvidemos de las tablets con Windows 8 y la cantidad de aplicaciones que ya existe.
Podemos ver fotos en el móvil pero el tablet tiene un cierto toque a álbum de fotos. Su pantalla invita a ver las imágenes y disfrutar de todos sus detalles. Se puede hacer en los dos pero aquí de nuevo las dimensiones se vuelven un punto a su favor.
Pensemos por ejemplo en la aplicación de Flickr para iPad. Nuestros compañeros en Xataka Foto dieron buena cuenta de ella en su análisis. Un buen ejemplo de cómo aprovechar la pantalla y convertir al tablet en una herramienta más cómoda de visualizar imágenes que en un smartphone.
Yendo más allá de hacer las fotografías en sí, el tablet puede ser una buena herramienta para los que se dedican profesionalmente a la foto. Hacemos una foto con nuestra cámara y gracias a una tarjeta con conexión inalámbrica, o el propio módulo WiFi que incluye en la cámara, nos permite enviarlas y hacer una previsualización en una pantalla más grande. ¡Ah! Recuerda que además las puedes editar con aplicaciones bastante complejas.
La calidad de los sensores va mejorando
Hay un punto en el que hay que aceptar la verdad: los móviles tienen mejores cámaras. Es normal, de hecho se ha convertido en uno de los reclamos más potentes en los modelos tope de gama: más resolución, sistemas de enfoque diferentes, intentos de solventar las limitaciones ópticas...
Los tablets van un par de pasos por detrás pero poco a poco estamos viendo ejemplos de que la tendencia está cambiando. El iPad Air 2 viene con un sensor que en poco tiempo ha demostrado que es capaz de hacer fotos bastante buenas. Sin ir más lejos, más arriba tenéis un ejemplo de una foto hecha con el iPad Mini 3.
Apple es quien más está impulsando esa subida de calidad y queda por ver si la competencia también se suma al carro en las próximas generaciones. Ya han alcanzado la excelencia en otros apartados y ahora es el momento de darle un empujón a la fotografía y la edición de la misma aprovechando esa gran pantalla.
Cuando se critica al tablet como cámara fotográfica uno de los argumentos que más se escucha es que si el móvil es la cámara que siempre llevamos ¿por qué es necesario la del tablet? Es cierto que no es un dispositivo que siempre está cerca de nosotros pero también tiene sus puntos a favor para poder tomar fotos, editarlas y compartirlas al momento.
Es una cámara más y tiene sus virtudes. Queda por ver si los fabricantes se animan a poner sensores igual de buenos que los que tenemos en los móviles y si aplicaciones como Pixelmator empiezan a ser cada vez más comunes y accesibles.
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