Cualquier fotógrafo que se precie se ha jugado el físico encaramándose o escalando todo tipo de estructuras con tal de conseguir una buena toma. Conseguir una perspectiva distinta de la que disponemos con los pies en la tierra es algo que anhelamos incluso en sueños.
No es de extrañar por tanto el auge de los drones multirotor. Su primera aplicación masiva ha sido en el campo audiovisual ya que poder hacer volar una cámara nos abre un mundo nuevo en cuanto a posibilidades creativas y composición de tomas.
Hasta hace muy poco era preciso montar un drone e instalarle una cámara. Esto requería de ciertos conocimientos de radiocontrol, electricidad, soldadura, etc. Actualmente se están popularizando los equipos RTF (ready to fly,-listos para volar-) que incluyen todo en uno: cámara, estabilizador, sistema de transmisión de vídeo y todo lo necesario para empezar a tomar imágenes.
No vamos a entrar en detalles sobre la normativa de uso, bien sea como hobby o uso profesional, pero sí cabe recordar que el piloto/operador siempre es el único responsable de los daños que cause con su aeronave.
Iniciarse en el mundo de los drones: tomar el control
En el mundo de la fotografía y el video terrenal, la tendencia es comprarse un equipo que supere nuestro nivel para ir mejorando con la práctica y no quedarnos cortos de equipo. Pocos son los que tratan de iniciarse seriamente en la fotografía con una cámara compacta, no hay mayor problema para empezar con una réflex que nuestra economía o el tamaño.
En el ámbito de la fotografía aérea y los drones, es recomendable tomárselo con más calma. Sin experiencia es fácil desembolsar miles de euros y perder el drone o aporrizarlo a las primeras de cambio.
El primer paso es tomar el control. Para ello nada mejor que un simple mini-drone de interior (50 euros) sin cámara con el que practicar con los sticks de la emisora. Cuando tengamos interiorizados los controles y controlemos el mini-drone con soltura estaremos capacitados para volar un equipo más grande.
El marketing de los fabricantes de drones suelen remarcar la facilidad con la que se pilotan, que disponen de vuelta a casa y que nunca los perderemos… o que incluso esquivan objetos. Hay que saber leer entre líneas y ver que todo son “ayudas”, nada ni nadie nos garantiza que vayan a funcionar siempre, en cualquier condición y entorno. Hay que saber volar sin ayudas.
Por ejemplo, si estamos en un valle o zona cubierta podemos no disponer de cobertura GPS y la vuelta a casa automática no será una opción.
Cómo conseguir mejores fotos con un drone
Parece una obviedad, pero un piloto no es un fotógrafo. Volar y tomar imágenes no garantiza buenos resultados a menos que nos apliquemos. Para tomar imágenes y vídeos de poco servirá ser el mejor piloto acrobático o de carreras. Hay que priorizar la seguridad asi como un pilotaje suave y fluido, especialmente en la grabación de secuencias de vídeo.
Tener ojo fotográfico es vital. Además de pilotar deberemos ser capaces de componer y encuadrar en tiempo real mientras se vuela, controlar el consumo de la batería, y gestionar cualquier incidencia. Todo esto requiere de mucha planificación.
En exteriores la posición del sol suele ser nuestro peor enemigo/aliado, en el caso de las tomas aéreas va a tener mayor relevancia. Es imprescindible tener en cuenta la posición y altura del sol para evitar sobreexposiciones, al igual que evitar la sombra que proyecta nuestro equipo. Aplicaciones como SunSurveyor son imprescindibles para planificar una sesión de vuelo/grabación/fotografía).
El otro gran enemigo de las tomas aéreas con drone es la climatología. Sobra decir que no se puede volar con lluvia (los drones no suelen ser estancos y cualquier cruce eléctrico suele terminar en accidente), ni con mucho viento. En la práctica no conseguiremos tomas estables y con cierta calidad con viento por encima de Fuerza 3 (escala Beaufort).
Aquí te dejamos más consejos que pueden ayudarte a mejorar tu nivel de creatividad a la hora de fotografiar con drones
Planifica. Un par de días antes de salir a volar verifica el parte del tiempo y ten en cuenta que con lluvia poco podremos hacer. Además de que los drones no suelen estar sellados, las gotas se dispersan en todas direcciones gracias al movimiento de las hélices y suelen terminar en el objetivo.
Nubosidad: la bruma y la niebla limitaran el campo visual, dan una luz muy dispersa y sin sombras que reduce el volumen de la escena. Las nubes medias y altas pueden ser nuestro mejor aliado para evitar sobreexposiciones y evitar tener un cielo “plano”.
Visualiza previamente en tu mente el objetivo de la foto. Si tienes claro lo que quieres conseguir, no necesitarás realizar un vuelo muy largo. Por mucho que agotemos las baterías, no conseguiremos buenas fotografías por casualidad.
A primera hora de la mañana y al atardecer dispondremos de una buena luz y cierta calma en zonas litorales. No obstante, las cámaras más simples no suelen comportarse bien en las zonas de sombras y muestran bastante ruido y poco detalle en las luces bajas. No podremos extremar el horario.
El histograma es tu mejor aliado en vuelo. De un vistazo puedes percibir si debes modificar los ajustes de exposición antes de disparar.
Siempre es preferible disparar fotografías con el drone en vuelo estacionario y evitar así posibles movimientos indeseados a la hora de captar la imagen.
Dispara siempre en RAW (.dng), y haz 3 exposiciones en bracketing. En una sola toma normalmente el suelo saldrá subexpuesto, o el cielo sobreexpuesto.
Antes de despegar verifica siempre el estado del cristal del objetivo y límpialo. En el transcurso de una jornada, tanto al aterrizar/despegar como en vuelo, es normal que se vaya adhiriendo polvo, fragmentos de vegetación, insectos, etc.
Para realizar fotografías no uses filtros ND. Solo tienen utilidad en la grabación de vídeo para reducir la velocidad de obturación automática.
No cojas mucha altura. De 50 a 120 metros de altura respecto al suelo perderemos el efecto proximidad que nos da el drone y las fotos se asemejaran demasiado a las que ya podían tomarse desde un helicóptero o avión.
La mayoría de cámaras para drones montan objetivos de tipo gran angular: se expande la profundidad entre planos. Lo que está lejos, parece aún más lejos al fotografiarlo.
Las fotos más espectaculares se consiguen solapando distintos planos de profundidad que den volumen y profundidad a la escena.
La copa de un árbol en primer plano, o cualquier otro objeto en altura ayudará a transmitir la sensación de altura.
Aunque estés volando, trata de aplicar las normas de composición clásicas de fotografía. Situar el objeto protagonista en los puntos de intersección de los tercios es básico.
Olvídate del cielo. Es el recurso fácil de la fotografía aérea. Aprovecha las posibilidades del drone y sitúa la cámara en cenital o a menos de 45º respecto al suelo. Conseguirás perspectivas realmente innovadoras.
Arriesgar siempre sale caro, especialmente cuando llevamos una cámara voladora. En la mayoría de ocasiones la mejor toma no implica que deba ser la más arriesgada. Siempre debemos minimizar los riesgos para el equipo y volar seguros.
Eligiendo una cámara para tu drone: la estrecha relación entre peso y tamaño
Cuanto más grande y pesada sea la cámara, mayor envergadura y capacidad de sustentación precisara el drone.
Un drone multirotor se mantiene en el aire transformando energía eléctrica de la batería en presión sobre el aire equivalente a su peso. No flotan ni se sustentan por si solos sobre el aire como un ala fija, de ahí que consuman mucha energía y aumente exponencialmente al aumentar el peso.
Para poder tomar imágenes con drones de pequeño tamaño (menos de 2 Kg) suelen emplearse cámaras muy sencillas y de pequeño tamaño, tipo action-cam. Dotadas de un sensor de tamaño reducido, lente gran angular con enfoque a infinito y sin diafragma.
También es posible hacer volar cámaras de mayor tamaño tipo DSLR, Red, Black Magic, con objetivos pesados pero requieren de un hexacóptero u octocóptero de grandes dimensiones (10-15 Kg en orden de vuelo). Obviamente son mucho más complejos de operar/transportar, y su coste se dispara notablemente.
A medio camino encontramos algunos fabricantes que están desarrollando mini-cámaras micro 4/3, con diafragma y objetivos intercambiables. Dan un nivel superior de calidad y un rango dinámico más amplio que al usar cámaras sencillas (para drones de 2-4Kg).
Es el caso también de DJI con el Inspire y su gama de cámaras X3, X5 y X5R. El Inspire no viene a ser más que un Phantom (uno de los drones más vendidos del mercado) pero de mayor tamaño y con misma controladora de vuelo, y un chasis articulado que actúa a modo de tren de aterrizaje retráctil.
Aunque tiene una capacidad de carga superior al Phantom, el Inspire va reduciendo su autonomía de vuelo a medida que lo cargamos con una cámara mejor y de más peso.
La X3 es la cámara básica del Inspire (la que pesa menos) y ofrece unas prestaciones idénticas a las que van montadas en las versiones 3 y 4 de Phantom. Difiere en su capacidad de giro sobre el eje vertical de yaw, lo que facilita su uso con un segundo un operador dedicado a controlar la cámara independientemente del vuelo del drone.
El modelo superior, la cámara X5, viene dotada de un sensor de mayor tamaño y calidad, y con montura micro 4/3. Ofrece un rango dinámico muy superior a la X3, a cambio de un incremento de peso y coste notable.
El tope de gama de las cámaras que podemos montar actualmente en un Inspire es la X5R. Dispone de las mismas prestaciones de la X5, pero incluye una unidad de disco SSD para la grabación de vídeo raw sin compresión. Con la X5R difícilmente conseguiremos un tiempo de vuelo superior a 10 minutos con un Inspire, prácticamente la mitad que con una X3.
Empezar a fotografiar el mundo con un drone: algunos modelos recomendados
Si dejamos de lado los drones de juguete que incorporan algún tipo de cámara PAL, el Parrot Bebop 2 es el más sencillo que encontraremos capaz de tomar fotografías y vídeo aprovechables para editar en HD. Dentro del panorama actual, es el más ligero, y controlable (en conjunto con el Sky Controller).
Ofrece una calidad de imagen ligeramente inferior al popular Phantom Vision 3, pero a su favor tiene un peso de 500g (frente a más de 1.5Kg del DJI), y mucha menos peligrosidad (hélices más pequeñas, bloqueo de motores). Es el que recomendaría a cualquier amigo con poca “habilidad” y que precise un drone fiable y seguro para irse iniciando y poder grabar y sacar fotos con facilidad.
Sin duda es una buena opción para arrancar el vuelo, aunque en la actualidad con el lanzamiento del Phantom 4 y el ajuste de precios de la gama DJI, solo está un poco por debajo del popular Phantom 3.
La saga Phantom
La familia ha crecido sin parar desde que DJI saco el primer Phantom en Enero del 2013. En sus dos primeros modelos, DJI solo fabricaba los drones y vendía como complemento el gimbal estabilizador para las populares Gopro Hero.
A partir del Phantom 3, DJI incluyo el conjunto cámara+estabilizador como elemento integrado en sus drones. Con el Phantom 4, han ido un paso más alla. El sensor de la cámara del Phantom 3 viene firmado por Sony, en el Phantom 4 esta fabricado también por DJI.
Muchos operadores emplean el Phantom 3 como herramienta principal. Es muy fiable, práctico de operar, discreto y funcional.
El Phantom 4 incluye muchas mejoras relacionadas con el pilotaje automático, seguimiento, evasión de obstáculos, etc. El gimbal también es de nueva factura y ofrece mayor sujeción de la cámara, es más sólido en conjunto.
A nivel de calidad de imagen tanto el Phantom 3 como el 4 dan el mismo resultado. Ficheros .AVI/.MOV con codificación h264 y un máximo de 60mbps* en HD o 4K* (*Phantom 3 Pro). También podemos disparar fotografías en raw .DNG, aunque en la práctica si grabamos a 4K acabaremos por extraer fotogramas de las grabaciones de video.
El éxito de la saga Phantom está en su reducido tamaño, y la alta calidad de imagen que ofrece su cámara. Aunque tiene un rango dinámico muy reducido, es suficiente para la mayoría de producciones audiovisuales, incluyendo programas de TV, publicidad, etc.
Cuando se precisa de mayor calidad y control en la exposición, todo crece exponencialmente: +peso+coste.
Otras opciones
Al igual que DJI, Yuneec ha ido ampliando y mejorando su familia de drones. A nivel de prestaciones del Phantom 3 dispone del Typhoon Q500 4K. Tiene un tamaño superior, equipando hélices de 13” frente a las de 9.4” del Phantom 3 y 4. Este mayor tamaño de hélice combinado con una batería 3S hace que el Typhoon Q500 en el aire flote bastante bien, pero con poco nervio.
Las baterías de 4S (mayor voltaje) que equipan el Phantom 3 y 4 los hacen más ágiles y rápidos. El Typhoon muestra un gran aplomo y permite hacer con suma facilidad traslaciones y movimientos de travel más suaves. Eso sí, al disponer de unas hélices tan grandes, es más sensible al viento.
La gran novedad de la temporada de Yuneec es el nuevo Typhoon-H, un mini-hexacopter con cámara de 4K y que cabe en una mochila de fácil transporte (menos de 2 Kg).
Fue anunciado antes que el Phantom 4 y creó mucha expectación. Hace pocos días pudimos ver demostraciones con las primeras unidades que han llegado a nuestro país y las primeras impresiones son muy positivas; buena construcción y emisora+pantalla muy mejorada respecto al Q500.
La nueva cámara que integra también es de tipo action-cam, sin diafragma. Va montada sobre un gimbal que permite rotar 360º sobre su eje vertical (yaw), ya que el tren de aterrizaje es retráctil.
Además de los drones de marcas populares como DJI o Parrot, en el mercado podemos encontrar una gran variedad de modelos y marcas. Los drones de orientación fotográfica (con cámara y sistema de transmisión de vídeo), no suelen ser los más económicos. Hay que sospechar ante ofertas demasiado buenas.
En los modelos más simples, la conectividad vía Wifi es más un problema que una ventaja puesto que no tiene suficiente radio de cobertura (menos de 100m efectivos). Tan solo el Parrot Bebop 2, con el Sky Controller (la emisora de control, equipada con un amplificador Wifi), nos garantizara un radio de acción de 300-1.000m.
Los drones de DJI equipados con tecnología Lightbridge son imbatibles en este aspecto, ofreciendo una alta calidad de imagen digital de 720p incluso a más de 3Km de distancia (Inspire, Phantom 4 y Phantom 3 Pro/Advanced).
En breve Xiaomi tendrá disponible en nuestro mercado el Mi Drone, que promete las mismas características y prestaciones que un Phantom 4 a una fracción de su precio. Puede ser una auténtica revolución y el detonante que termine de popularizar los drones personales.
Foto | Rafael Reina (portada)
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