Cada vez es más notable la influencia de la fotografía en los smartphones en las cámaras convencionales. En la rama profesional no se nota pero en el formato compacto cada vez son más quienes buscan fórmulas para hacer sus equipos más atractivos ante la más que evidente moda de apuntar, disparar y compartir.
La última en subirse a este carro es Fujifilm con la Finepix F800, una compacta con un sensor de 16 megapíxeles y un objetivo 25-500mm así como un ISO de hasta 12.800. Detrás cuenta con una pantalla LCD de 3 pulgadas y 460.000 colores. Además de hacer fotos, con un autofocus de 0,16 segundos, podremos grabar vídeo en alta definición 1080p.
Más allá de sus especificaciones, que para ser un formato compacto para el gran público es interesante, una de las fortalezas de esta Finepix la encontramos a la hora de compartir contenidos. Gracias a una aplicación podemos enviar las imágenes a nuestro Android o iPhone y a partir de ahí verlas, editarlas o subirlas a nuestra red social favorita.
Lo interesante del sistema es que además utiliza el smartphone para geolocalizar la fotografía y a partir de ahí ofrecernos la opción de compartirla en la red de Fujifilm y colocarla en un mapa. Esta cámara llegará el mes que viene a las tiendas a un precio todavía por confirmar por lo que usaremos el americano como referencia: 350 dólares, unos 290 euros aproximadamente.
El hecho de que utilice sólo un nexo entre la cámara y el smartphone es más coherente que también introducir software para subir fotos directamente a las redes. La razón es muy sencilla: muchas veces cuando estamos haciendo fotos no tenemos un punto WiFi cerca. Al enviarlas al móvil podemos hacerlo directamente gracias a la conexión 3G.
Vía | SlashGear
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