Las personas que tienen mascotas suelen sentir una especial predilección por fotografiarlas. Son como un integrante más de la familia. Y es que los animales de compañía ofrecen multitud de posibilidades para crear fotos únicas, tiernas, divertidas... pero muchas veces no resulta tan fácil.
Si queremos lograr los mejores resultados tenemos que tener en cuenta que es tan complicado y requiere tanta paciencia como fotografiar a niños. A pesar de todo, fotografiar a un perro o a un gato es una historia diferente. Vamos a repasar algunas ideas y consejos (también de algunos grandes especialistas) para hacer mejores fotos de nuestras mascotas.
El equipo fotográfico
A menudo nos conformamos con capturar momentos y escenas de nuestro perro o gato con el móvil. Y está bien, pero si queremos conseguir mejores resultados y que esas fotos tengan otro nivel, no solo como un recuerdo, sino fotografías de las que nos sintamos especialmente orgullosos y en las que nuestra mascota luzca fantástica, necesitaremos usar una cámara y objetivo más adecuado.
No es necesario un equipo caro, ni invertir demasiado, pero sí aprovechar las características en cuanto a velocidad, enfoque (y desenfoque) y calidad que nos puede ofrecer nuestra cámara. En la actualidad muchas cámaras poseen detector de caras que funciona perfectamente con nuestro perro o gato y que es de gran utilidad para acertar en el enfoque.
Incluso hay modelos más avanzados que permiten un enfoque continuo a sus ojos (como la Sony A7 III tras su última actualización de firmware). Todo ello es útil, pero no esencial.
Una de las claves está en el objetivo, si posee un enfoque automático veloz y preciso nos permitirá muchas posibilidades con nuestras mascotas, especialmente cuando queremos capturarlos en acción. Y cuanto mayor calidad óptica tenga, más nitidez y mejor reproducción de color y menor distorsión nos entregará. En cuanto a distancias focales, podemos usar los mismos que para retratos, pero incluso un zoom polivalente es perfectamente válido para casi cualquier escena con nuestra mascota.
Paciencia, lo más importante
Fotografiar mascotas requiere, como indicábamos al inicio, de altas dosis de paciencia. No siempre suelen estarse quietos y dejarse fotografiar cuando y dónde queremos, así que para conseguirlo tendremos que tener suficiente paciencia.
Es importantísimo que no forcemos las situaciones, que respetemos al animal en todo momento
Es importantísimo que no forcemos las situaciones, que respetemos al animal en todo momento y, como nuestra fiel mascota que es, seguro que detectaremos su lenguaje corporal para saber si es o no el momento para fotografiarlos. A veces, simplemente están relajados (especialmente los perros) y podemos aprovechar. Otras, por curiosidad, no se quedan quietos y hay que saber encontrar el momento adecuado.
Algo en lo que la experiencia, como la de Eva Casado, fotógrafa de mascotas con amplia experiencia en la publicidad, nos indica: "simplemente con conocer signos de estrés y algunas pequeñas nociones de comportamientos ya nos ayudará a anticipar una pausa en el shooting. Por ejemplo, bostezos, relamerse, salivación excesiva, son claros síntomas de que el animal no lo está pasando bien. Siempre trabajando en positivo se consiguen los mejores resultados".
No podemos prolongar mucho una sesión fotográfica, porque se suelen cansar pronto, por lo que hay que tener suficiente anticipación. Es decir, tener todo preparado antes de empezar: el equipo listo, los parámetros decididos, la luz adecuada, el lugar,...
Así lo aconseja Santos Román, un gran especialista como fotógrafo de perros y gatos: "Ha de ser un espacio cómodo y con una temperatura en la que las mascotas se sientan cómodas. Tienen mucho pelo y hay que velar por su bienestar físico. Es bueno recibirles siempre con un bol de agua fresca por si tienen sed. Otro factor importante es dar un tiempo de aclimatación a la mascota. No es conveniente que llegue el modelo y ponerlo a trabajar. Es mucho mejor dejarle que inspeccione el lugar y coja confianza antes del comienzo de las fotos".
También podemos aprovechar para que sea un momento divertido. Jugar con él, divertirnos, hacerle participar y así se involucrará y puede que nos regale miradas simpáticas o posturas ideales para fotografiarlo.
Por último, destacar que con paciencia podemos conseguir un gesto, una mirada o una postura inesperada, única. Solo se trata de estar preparado, de anticiparse, de esperar a que nuestro perro o gato nos regale ese instante perfecto.
Sobre esto nos explica Eva Casado: "la experiencia del animal es crucial para un buen resultado, si anticipamos sus miedos y temores y los solucionamos previamente, la sesión será más divertida y nos abrirá un mayor abanico de opciones creativas".
Del mismo modo, lograr un ambiente calmado es esencial: "los animales perciben el nerviosismo, por lo que mantener un estado relajado nos ayudará a tranquilizar al animal y nos facilitará mucho el trabajo", recalca Eva.
Por su parte, Emilio Cuenca, @elfotografodeperros resume: "las claves para mí serían: respeto, observación y adaptación".
El punto de vista
Algo que se suele errar cuando se fotografía a niños es hacerlo desde nuestro punto de vista más elevado. Con las mascotas ocurre lo mismo. Mejor ponernos a su altura, para que resulte proporcional, para componer mejor el encuadre... seguramente tendremos que tirarnos al suelo, y esperar, hacer pruebas... pero el resultado merecerá la pena.
Aquí se puede comentar una pequeña diferencia con respecto a fotografiar perros y a gatos. Con los perros, suele ser más fácil. A los felinos les gusta las alturas, como nos confirma Emilio Cuenca por su experiencia, así que podemos aprovechar para que se sientan cómodos sobre una mesa, una silla, un mueble... y nuestra mirada debe estar al nivel de sus ojos.
Beatriz Tudanca, otra fotógrafa con experiencia en mascotas, nos confirma esta diferencia: "suele ser mucho más difícil fotografiar gatos, ya que son mucho más desconfiados y, por lo general, no hacen caso a sus dueños como pasa con los perros".
Asimismo a los gatos les gusta cobijarse en en una cesta o en cualquier espacio donde se puedan acurrucar, les hace sentirse seguros, así que podemos aprovecharlo para ofrecerle un espacio que nos de juego para fotografiar y que nuestro gato lo sienta confortable. Seguramente, nos permitirá que la sesión sea más llevadera.
Del mismo modo, lograr un ambiente calmado es esencial, como indica Eva Casado: "los animales perciben el nerviosismo, por lo que mantener un estado relajado nos ayudará a tranquilizar al animal y nos facilitará mucho el trabajo".
La (mejor) luz: esencial para lograr grandes fotografías
Si ya tenemos experiencia podemos aprovechar luz de flashes o incluso luz continua para lograr iluminar suficientemente a nuestra mascota. Aunque si no están acostumbrados, puede que consigamos asustarlos y no nos sea tan útil.
Así que la luz natural, la que suele tener en su entorno habitual, es muy apropiada para la mayoría de las escenas. Eso sí, hay que intentar aprovecharla lo mejor posible: elegir la mejor hora y el lugar donde encontremos esa luz tan especial que se ajuste bien a lo que buscamos. Tanto si es en interiores como en exteriores.
Podemos ayudarnos de algún reflector (incluso alguno casero, tipo cartulina grande) para que podamos mejorar el resultado.
La mirada: fundamental para lograr emoción
La mirada, tanto en retratos de personas como de animales, es fundamental para conseguir que una fotografía transmita emoción. Para conectar al espectador con la personalidad, expresión o sentimiento del perro o del gato en el momento de fotografiarlo.
Cuando realicemos un retrato de la mascota en primer plano, un buen truco es hacerlo ligeramente por debajo de su altura. Es decir, nos colocamos justo enfrente, pero bajamos un poco la cámara, unos centímetros. Suficientes para que esa perspectiva le otorgue un toque de grandeza y le dignifique. Así conseguimos que se muestren con fuerza y tomen importancia en el encuadre.
Por supuesto, hay que recalcar que el enfoque en un retrato (también con animales de compañía) debe ser preciso en los ojos. Hay que procurar que el punto de enfoque esté en los ojos, para ello podemos comprobar bien tras las capturas que lo tenemos asegurado. Lograr el mejor enfoque en los ojos nos asegura que la fotografía sea exitosa.
Por cierto, algo que puede ser muy útil es fotografiar a nuestra mascota tras un buen paseo (en el caso de los perros), como indica Beatriz Tudanca: "hay que intentar hacer la sesión siempre después de un buen paseo para que en el caso de los perros, estén más tranquilos y relajados".
Las orejas potencian las expresiones
Un aspecto que no podemos pasar por alto es cuidar como colocan las orejas nuestras mascota en el momento de capturar la fotografía. Para ello, podemos usar algunos estímulos sonoros, como ruidos, voz, música... algo que despierte su interés, si buscamos una expresión alegre, despierta o atenta.
En este sentido Santos Román nos confiesa dos trucos infalibles: "la comida y los ruidos. Con la comida llamamos su atención y conseguimos esos instantes en los que se quedan maravillados mirando la chuche. Hacer ruidos inesperados llama su atención y se consiguen expresiones divertidas".
Algo que también incide Emilio Cuenca: "es todo un arte el manejo de los sonidos para captar su atención, no se trata de hacer mucho ruido sino de hacerlos en el momento concreto y a la intensidad requerida".
Depende mucho del animal, pero ese rasgo característico de su anatomía dice mucho sobre la personalidad y expresión del animal, así que intentemos cuidarlo al detalle.
Cuidar el fondo y los detalles de la escena
Como en cualquier retrato, el fondo es esencial. Así nos lo confirma Emilio Cuenca: "un mal fondo puede arruinar nuestra fotografía".
Si conseguimos un fondo neutro, con un color que haga suficiente contraste con el tono de nuestra mascota y si es lo más sencillo y limpio posible, lograremos que no distraiga y que la foto destaque.
Esto es válido tanto para interiores (especialmente, puesto que en nuestra casa puede que no sea tan fácil lograrlo, pero podemos preparar la escena) como para exteriores.
Asimismo, si queremos que nuestro perro o gato luzca impresionante, hay que mimar todos los detalles, como que esté limpio, cepillado y mejor sin collar que no distraiga la atención (si es muy llamativo o colorido).
En acción: el asunto se complica
Si conseguir una gran foto de nuestra mascota cuando se muestra colaborativa y tenemos buenas condiciones: la luz, el momento,... ya es difícil y laborioso, el asunto se complica cuando queremos lograr buenas capturas en acción. Aquí lograr un enfoque preciso es más complicado, mantener una distancia adecuada no siempre es posible y los movimientos requieren de mucha anticipación, pruebas y, nuevamente, altas dosis de paciencia.
Activemos el modo de autoenfoque continuo que nos ayudará a hacer un seguimiento del animal en movimiento y seleccionemos la mejor ubicación para tener un fondo que nos permita el mejor contraste con el animal (que ayudará mucho a un enfoque más preciso). También podemos disparar en ráfaga para asegurarnos que captamos la mejor toma en una una rápida carrera o movimiento.
Como consejo esencial: elegir una apertura grande y una velocidad de obturación muy alta (no menos de 1/500 segundos) nos puede ayudar a lograrlo.
El resto: sentarnos en el suelo, con un punto de vista bajo para tener la cámara a la altura de sus ojos y mejor si tenemos ayuda de otra persona. Para poder guiar al animal, lanzarle una pelota, o hacer que se mueva justo por donde queremos.
Y no nos olvidemos, hacer muchas fotos y con constancia para conseguir mejores resultados con el tiempo. Así de claro lo indica Santos Román: "Parece una obviedad, pero la clave está en practicar y practicar".
Concluimos con estas palabras de Emilio Cuenca a modo de consejo final, que son un buen colofón: "algunas de las mejores fotografías son aquellas que no hemos preparado así que caminad, observad y estad atentos para ese momento único que se puede producir de manera natural. Siempre digo que una fotografía es un bonito recuerdo de nuestro perro pero que el verdadero recuerdo serán todas esas experiencias que vivís juntos".
Agradecemos a los fotógrafos que han participado con sus consejos y experiencia, así como el permiso para incluir sus fotos en este artículo: Santos Román, Eva Casado, Emilio Cuenca (@elfotografodeperros) y Beatriz Tudanca.
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