El vouyerismo de las redes casa a la perfección con el exhibicionismo de quienes necesitan vivir de su imagen. Tú quieres mirar, yo quiero que me mires porque gracias a eso los contratos acabarán por llegar. Instagram es el sitio elegido para que ídolos y fans se pongan de acuerdo en lanzarse besos, guiños, odas a las mejores amigas, a las parejas y… a las marcas.
La red social de los mil hashtags por foto se ha convertido en el escaparate de los famosos. Ellos "venden" su estilo a cualquier hora del día en la nueva alfombra roja.
Tienes que estar en Instagram
Con más de 300 millones de usuarios activos Instagram logró superar a Twitter en este punto el pasado diciembre de 2014. Los 715 millones de dólares que pagó Facebook por esta red social (aunque en un principio se habló de 1.000 millones) en 2012 ahora no se cuestionan tanto como por aquel entonces, menos aún cuando empresas como Citigroup valoran a Instagram en más de 35.000 millones de dólares; una revalorización del 47,95% en apenas dos años (suponiendo que Facebook estuviese dispuesto a venderla y alguien pagase ese precio). Instagram ha demostrado ser un negocio y como tal no puede faltar la publicidad para rentabilizarlo.
Antes de que llegasen los anuncios oficiales las celebrities habían convertido ese aparente e idílico paisaje en un escaparate más donde anunciar los productos que consumen, las marcas que visten y todo tipo de viajes que hacen; previo contrato y acción publicitaria. En Twitter sus mensajes se pierden entre tanto texto, Facebook acaba teniendo muchas distracciones y ruido, Instagram es idóneo para solo subir fotos y transmitir su estilo de vida. El texto queda en un segundo plano.
Las famosas con más éxito en este momento tienen su sitio reservado en Instagram. Incluso las que se habían negado hasta hace poco ya están en la red, como por ejemplo Diane Kruger (que entró en octubre y ya cuenta con más de 102.000 seguidores) o Kate Bosworth, que hasta julio del 2014 tenía su cuenta en privado (ahora con más de 102.000 seguidores). Ambas suelen estar entre las mejor vestidas del momento y con continuos contratos para ser imagen y colaborar con marcas de moda.
La disputa por el primer puesto como famosa más seguida está entre dos mujeres: Beyoncé y Kim Kardashian. En este instante ambas están empatadas con 27,3 millones de seguidores. Kim Kardashian celebró sus 27 millones con una imagen acorde a cómo llegó a convertirse en noticia, por aquello de no perder las raíces.
Cuanto más joven es la estrella, más indispensable es su cuenta de Instagram. Entre las jóvenes cantantes del momento es donde más ha crecido dicha red: Ariana Grande tiene nada menos que 26,3 millones de seguidores, Selena Gomez 24,3 millones, Taylor Swift 23,1 millones, Nicki Minaj 16,6, Miley Cyrus 16,5, Rihanna 15,7, Katy Perry 15,3… En cambio, entre las famosas más mayores, como Helen Mirren o Jane Fonda, ambas con un importante papel en las campañas de belleza, con una carrera profesional que avala sus logros, Instagram, suele ser una herramienta olvidada. Madonna es una de las excepciones habituales, a sus 56 años sigue tan activa como siempre, aunque en esta red solo cuenta con 3,1 millones de seguidores.
Y luego está otra generación pasada de vueltas que no necesita Instagram para seguir vendiendo su vida. A Kate Moss le gusta la red, pero mantiene su cuenta en privado para unos pocos seguidores (hace un tiempo hablaba de 25). "En verdad no quiero que todo el mundo sepa donde estoy. No quiero que la gente sepa lo que hago. Es todo lo contrario a lo que me apetece"
El foco lo escoges tú
Instagram permite a las famosas volverse más terrenales. Alejadas de la gran pantalla, de miles de focos y de todo tipo de retoques a través del Photoshop (aunque Instagram no se libra de estas prácticas, y si no que se lo digan a Beyoncé). Ellas buscan transmitir un comportamiento cercano. Hay quien gracias a sus muecas y su supuesta irreverencia convierte su personaje en éxito, al ofrecer justo lo contrario que hasta el momento se podría haber esperado, supuestamente, de una modelo. Ella es Cara Delevingne (9,8 millones de seguidores), quien ha recibido el cariñoso mote de "la Charlie Chaplin de la moda" por parte de Karl Lagerfeld, el director creativo de Chanel y uno de sus más defensores dentro de la moda.
En parte por esto, Instagram ha sustituido a muchas de las imágenes oficiales en las alfombras rojas. Las famosas no se comportan igual ante un photocall con 40 fotógrafos disparando sus flashes que ante su propio móvil o el de una amiga, en una actitud más relajada y natural. Los selfies de turno salen al instante en la red social y vienen directamente de la persona admirada, con la personalización extra en forma de mensaje de texto. Los fans no tienen que depender de ningún medio para llegar ante sus ídolos, los tienen a golpe de like.
Con Instagram las celebrities comparten de forma directa el interior de la gala de forma personal y más informal, y si no lo hacen ellas ya se encargan sus estilistas, como pasó en los Oscar.
Hay quien convierte toda su vida en una telenovela moderna que podemos ver por entregas, ya sea a través de Instagram, Twitter, Facebook o el medio que toque. La privacidad desaparece, tanto descubriendo los despertares de las famosas, que se esfuerzan en compartir su belleza con la "cara lavada" (un gesto nada espontáneo y con piropos esperados para afianzar su sitio), hasta descubriendo todos los secretos de una de las bodas más fastuosas de los últimos años, como fue la del Kim Kardashian y Kanye West.
Adiós a la foto del paparazzi
Instagram puede tener un doble uso, no todo consiste en vender un estilo, también puede ser usado por las famosas para torpedear cualquier intento de exclusiva no pactada o molesta en torno a ellas. La última fue Taylor Swift al subir una fotografía en bañador hecha en un yate con el grupo Haim. Así lo explicaba ella misma a la BBC:
Nosotros no íbamos a subir la foto a Instagram. Tengo una cámara que me encanta, solo estábamos tomándonos fotos por diversión. Pasamos todo el viaje pensando que era increíble. Sin paparazzi por ninguna parte. Siempre estoy comprobándolo. Desde hace diez años busco a una milla de distancia. Sé cómo detectar una lente y cómo suena un leve disparo a lo lejos. No había nada. Lo prometo.En el último día de vacaciones vimos a un barco de pescar a media milla. Era raro, estábamos en medio del océano. Mi personal de seguridad ve unos objetivos muy largos a través de los prismáticos. En ese momento volvemos a la playa y nos damos cuenta: "Bien, si ellos tienen fotos de nosotras en bikini, yo no quiero que les ofrezcan 100.000 dólares por acecharnos". Así que nos pusimos en la proa del barco y nos hicimos mejores fotos en bikini, entonces las suyas no tendrían mucho valor.
Instagram se ha convertido en un medio más, un medio que puede llegar a tener más exclusivas que los de toda la vida, ya que en este caso son las famosas quien deciden si compartirlo al instante. Las noticias anunciando embarazos y nuevos compromisos son las más habituales.
Del vestido más exclusivo al look del día a día
En esa búsqueda por la normalidad y la cercanía Instagram no solo se ha convertido en la plataforma sustituta de la alfombra roja, sino también de los looks de calle, que han ganado tanta presencia que en muchos casos se convierten en más populares que los de las propias fiestas más mediáticas.
La red puede convertirse en un catálogo de propuestas de todo tipo. Eventos destacados hay pocos, pero la posibilidad de proponer distintos estilismos para el día a día, adaptando las tendencias y la moda a una versión "real", ha convertido a muchas famosas en auténticos iconos de estilos, buscados para ser copiados de arriba abajo.
En este aspecto las marcas también tienen más que ofrecer y un retorno mayor para conseguir, puesto que el consumo de la moda diaria es superior a la línea de fiesta. Es habitual ver a muchas celebrities compartiendo sus conjuntos diarios con mensajes en los que no faltan las menciones a la firma que visten.
Con el fenómeno del street style en auge las semanas de la moda de las distintas capitales más importantes convierten su asfalto en una gran alfombra roja por unos días. Una pasarela alternativa que Instagram retrata sin falta y que cada día cuenta con más seguidores.
#Agenciadeviajes, ¿dígame?
Entre los distintos tipos de promoción que existen por Instagram hay uno que está triunfando: y no es el de los batidos con sabores tan exóticos que te devuelven a la infancia, tampoco los aguas de propiedades vacías o cualquier complemento y prendas de moda que mañana tienen su fotografía en todas las cuentas.
¿Cuántas famosas con millones de seguidores ya han compartido su "soñado" viaje a Dubái? Si hay un país que sabe cómo buscar nuevas alternativas de marketing esos son los Emiratos Árabes Unidos. Del clan Kardashian a Paris Hilton, pasando por Selena Gomez o Shay Mitchell. Han estado todas.
Mensajes hipermegasúper positivos sobre la grandeza de una ciudad habituada a esconder bajo la alfombra del lujo más exclusivo todas sus desigualdades. Con las famosas, Dubái, al igual que otras ciudades que buscan crecer en imagen hacia el exterior para convertirse en destino turístico, se asegura vincularse a personas cuyo estilo de vida es deseado y admirado por millones de seguidores. La ciudad sigue rompiendo sus récords de turistas año tras año hasta llegar a los 5,82 millones solo durante la primera mitad de 2014. A través de hashtags como #MyDubai o #Emirates Dubái (y su entorno) busca situarse como un enclave moderno y deseado. En los medios de tendencias se pueden leer planes, escapadas y comparaciones de de la capital de los EAU con ciudades como Ibiza. Las famosas ejercen de gancho, su Instagram de #agenciadeviajes. ¿Dónde volarán mañana?
Las modelos son las nuevas estrellas de Instagram
Instagram, como toda nueva herramienta, tiene sus estrellas nicho, aquellas que han crecido gracias a ella. El fitness tiene los glúteos de Jen Selter (con 5,5 millones de seguidores), los relojes tienen a Watch Anish (con 1 millón) y Brasil tiene su medio de moda, Moda para meninas, con nada menos que 4,1 millones de seguidores. Pero al estar hablando de moda nos quedamos con el fenómeno de Instagram solo entre las modelos.
La red social se ha convertido en un book básico para las profesionales de las pasarelas, catálogos y revistas. Es posiblemente la herramienta que más ha aportado a las modelos desde hace años, ya que se han convertido en las protagonistas de la historia al vivir la moda desde dentro y compartirla con todos quienes quieran seguirla.
Coco Rocha, una de las modelos más destacadas de la actualidad, reconoce la importancia de Instagram para ellas - en su caso lo usó de forma original para anunciar su propio embarazo:
Cuando el social media empezó la mayoría de modelos se parecían entre sí. Incluso no te sabías nuestros nombres. Éramos fáciles de reemplazar. Creo que hemos saltado al siguiente capítulo: las modelos siguen siendo reemplazables pero ahora tenemos voz gracias a estas herramientas.
La modelo canadiense cree que estas herramientas han favorecido que las modelos tengan una postura crítica ante ciertos temas cuando antes sólo se dedicaban a posar para las fotos. Según Kate Moss, "son generaciones diferentes". Sobre el uso de Instagram entre las nuevas modelos la británica cree que "es cómo ellos se comunican. A todos los niños les encanta, a mi hija también".
Ya no hace falta llegar al nivel de Claudia Schiffer o Helena Christensen en los 90, hoy por mucho menos de los famosos 10.000 dólares que decía pedir Linda Evangelista por salir de la cama las aspirantes a top cuelgan toda su vida y compromisos profesionales en Instagram. Es una manera de estar en contacto directo con sus fans y de luego vender esa relevancia social a las marcas, más allá de solo una cara bonita. Desde las modelos más desconocidas hasta las top del momento.
El sector de la belleza es donde en verdad está el dinero de la moda y donde los contratos tienen más ceros a ciertos niveles. Estée Lauder apostó por Kendall Jenner como nueva imagen. Ella es la hermana de Kim Kardashian. Su sueño desde pequeña había sido convertirse en modelo y ahora lo ha conseguido, apoyada por los diseñadores amigos, quienes ven en ella todo un reclamo hacia otros públicos. No obstante, solo en Instagram Kendall Jenner tiene 20,5 millones de seguidores, es una de las famosas más seguidas del momento. ¿Habría logrado ese lucrativo contrato con tan solo 19 años y una carrera aún por despegar sin esa gran masa social a sus espaldas?
Al final, las alfombras rojas son para lucirse y vender por unos instantes una vida distinta. Festiva, de lujo y exclusividad. Instagram puede cumplir esos parámetros en cualquier momento del día. Una red social con la imagen como valor principal acabará por encontrar la comercialización de ese yo recreado por pequeñas polaroids de mala calidad, pero bien escogidas. Si el "perro más mono del planeta" pudo conseguirlo, ¿por qué no las famosas?
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