Eastman Kodak, una compañía centenaria impulsora de la fotografía para aficionados y profesionales, además de principal proveedor de película para el mercado del cine, no pasa por sus mejores momentos, y ha decidido tomar algunas medidas para sobrevivir al mercado.
Kodak no supo montarse en el carro de las compañías que lideraron el cambio a lo digital, y el terreno donde ella es fuerte poco a poco se esfuma, por lo que necesita nuevas formas de ingresar. Por esta razón, al mismo tiempo que niega la posibilidad de bancarrota, informa que va a tirar de propiedad intelectual/industrial, sacando jugo al asunto para tirar adelante unos cuantos años más.
Una compañía histórica como Kodak, si ha sabido gestionar bien su camino, tiene que tener una cartera de patentes muy importante, prueba de ello es que ya ha llegado a un acuerdo con IMAX para licenciar patentes relacionadas con la proyección laser.
Una propiedad que permitirá a IMAX trabajar con proyecciones digitales de mayor calidad en pantallas gigantes, especialidad de la casa.
Kodak necesita un cambio en su filosofía
Parece claro que competir de igual a igual con Canon o Sony en la producción de sensores de las mismas características no tiene sentido, demasiada ventaja en mercado e innovación llevan los japoneses. Tampoco se puede esperar ganar mucho dinero vendiendo cámaras compactas, donde la competencia es feroz, y los teléfonos móviles son cada vez más dañinos. Hablar de marcos digitales o tecnología de impresión tampoco es presentar un futuro esperanzador.
El camino pasa por la innovación, hacerse fuerte en descubrir nuevas necesidades e implementar buenas ideas que el resto de fabricantes tengan que pasar por caja para utilizarlas. No sé si la magnitud de compañías y ámbito de trabajo son comparables, pero IBM decidió no hacerle la competencia a HP o Dell, y ahora le va incluso mejor que antes.
Mientras se redefine como compañía, y para pasar la mala racha económica (ha perdido tres cuartas partes de su valor en bolsa el último año), ha recibido diez millones de dólares por parte de IMAX, más una buena cantidad de dinero por utilización de licencias en los próximos diez años (250-350 millones de dólares).
IMAX por su parte gana la tecnología necesaria para reemplazar sus caros y viejos equipos digitales y analógicos en los teatros que tiene alrededor del mundo. Se habla de que los nuevos equipos ganarán especialmente en brillo, consumirán menos, y serán menos costosos.
Vía | TechCrunch
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