La última cámara de vídeo de JVC, llamada Everio GZ-HD620, es un ejemplo de que los fabricantes de videocámaras de toda la vida están preocupados por la proliferación de las compactas asequibles, al estilo de las Kodak Zi6 o las Mino. Y no son sus únicos rivales, porque para vídeos ocasionales los teléfonos móviles también gana terreno.
Esta JVC Everio GZ-HD620 no va a presentar problemas de espacio, pues contamos con disco duro de 120 GB además de ranura para tarjetas de memoria SDHC y MicroSDHC. El vídeo se grabará con calidad 1080p en AVCHD, lo que puede generar algún que otro conflicto con editores de software de terceros que no estén actualizados.
Compacta como una de bolsillo pero con características de gama alta
Otro rasgo que nos da pistas de que no estamos ante una cámara de vídeo compacta es el sensor CMOS que usa, y que mejorará la grabación cuando las condiciones de luz no sean las más adecuadas, momento en el que las nuevas compactas no pueden cumplir. El tamaño del mismo es de 1/4 de pulgada, ofreciéndonos una resolución de 3.3 megapíxeles. El zoom es óptico, de 30 aumentos, algo que tampoco puede ofrecernos una compacta de bajo coste.
La nueva Everio dispone también de estabilizador de imagen digital, pantalla de 2.7 pulgadas y puerto HDMI para que la podamos conectar directamente a un televisor.
Hasta ahí parecen las especificaciones de una cámara de vídeo clásica, pero sus dimensiones nos hacen pensar en un modelo de los que ya muchos llevan en su bolsillo: 11 cm de largo y 6 de grosor. Su peso es de 310 gramos.
El último dato, precio, tampoco nos deja dudas de que no es una compacta de bajo coste, pues sale a la venta en Japón por casi 800 euros al cambio, quizás demasiado ante las alternativas de grabación que ofrecen ya otros gadgets.
Vía | Electronista.