Uno de los consejos recurrentes para cualquier regalo (o autoregalo) navideño a cualquiera que tenga una cámara de fotos es optar por una buena focal fija: es cierto que los zooms son versátiles y polivalentes, pero los fijos tienen muchos beneficios, especialmente si son luminosos.
Por tanto, en este último capítulo de nuestro especial CSC, vamos a centrarnos en los complementos, pero prestando especial interés a este apartado. En general, y con esta serie de cuatro artículos, esperamos que le hayáis perdido el miedo al mundo sin espejos, que quizá por ser reciente y en permanente cambio, no ha tenido siempre la buena prensa que se merecía.
Objetivos para cámaras Micro Cuatro Tercios (Olympus 45mm y Panasonic 20mm)
Empezaremos por el apartado más difícil por la cantidad de alternativas disponibles, pero también más interesante por la calidad de la mayoría de estas opciones. Nosotros vamos a ofreceros dos alternativas, pero si queréis ver el mercado al completo, tenéis un análisis más exhaustivo en nuestra web hermana Xataka Foto.
La primera opción será el objetivo de moda en el mundillo, el Olympus 45mm f1.8, que con el factor de recorte del sistema tendrá una focal equivalente a los 90mm clásicos, correspondientes a un teleobjetivo corto.
El motivo de recomendar este objetivo es su alta calidad, su luminosidad y su precio moderado, de unos 300 euros. Desde la nitidez hasta la calidad del desenfoque, pasando por la velocidad del autofocus o la construcción, todo son alabanzas para esta pequeña lente que compite con la gama alta.
Algo similar ocurre con el Panasonic 20mm f1.7, un clásico dentro de la montura, ya que fue el primer objetivo de kit de la marca japonesa: pequeño, aún más luminoso y con un ángulo de visión que vale para todo, poco más se puede pedir por sus 350 euros. Si lo conseguís tener en la mochila en conjunto con el anterior, tendréis un equipo de bolsillo para cualquier situación.
Objetivos para Samsung y Sony (Samsung 30mm y Sony 50mm)
Si algo tiene el sistema NX de Samsung que destacar son sus tres objetivos pancake (pequeños, ligeros y luminosos) nativos: el 30mm f/2, el 20mm f/2.8 y el reciente 16mm f/2.4. Cualquiera de ellos hará feliz al propietario de estas cámaras, aunque por desgracia será complicado encontrarlos en muchas tiendas.
Aunque todos son parejos en cuanto a calidad, luminosidad y tamaño, os recomendaré el 30mm, por ofrecer un ángulo de visión más cercano a las consideradas focales “normales”, y por tener un rendimiento y una apertura máxima iguales o superiores a la media. Poco más se puede pedir por unos 220 euros, excepto quizá que tuviera el botón “i-Function” como sus compañeros.
En Sony, las alternativas son escasas: un 16mm que no destaca demasiado, 30mm macro, un carísimo Zeiss 24mm de gama muy alta, y un 50mm f/1.8 estabilizado que está aterrizando en nuestro país y que está teniendo muy buena prensa, y que por tanto será nuestra recomendación. Su precio ronda los 250 euros, y su rendimiento parece más que bueno: sumando la estabilización, hay pocas dudas para hacerse con uno.
Viste tu cámara para fin de año
Hay que reconocer que muchas de estas pequeñas tienen un factor cool que sólo tenían hasta ahora marcas clásicas como Leica. Por tanto, si queréis llevar el look completo, tendréis que invertir en la apariencia de vuestra nueva compra:
La bolsa de la cámara es esencial: aunque los fabricantes clásicos como Lowepro o Crumpler tienen bolsas cómodas y muy útiles específicas para este sistema, siempre puedes estirarte y gastarte cientos de euros en un bolso de piel, o copiarte de las que recomiendan en los foros telemétricos (no os perdáis el hilo completo).
Siguiendo con el cuero, ¿por qué no llevarlo también a la correa (de mano o de cuello)? El fabricante de moda es Gordy Coale, que las fabrica del tamaño, color, y forma que le pidas, a un precio razonable.
Y, para acabar con el traje de cuero, dadle un repaso a vuestro equipo por dentro y por fuera: podéis empezar por pegatinas con textura (los japoneses Aki-Asahi y SGP parten el bacalao), y acabar por cualquiera de las fundas de imitación (o no) que encontraréis en eBay.
Otros elementos imprescindibles
Por último, no os olvideis de los accesorios que tenéis que tener en cualquier cámara. ¡Que no se os escapen de vuestra lista de compras!
Un protector de pantalla
Un filtro UV para cada uno de vuestros objetivos (con una calidad acorde con la que tenga la lente).
Algunos accesorios de limpieza (un pincel limpiador, una pera de goma, etc.)
Un juego extra de baterías: clónicas, si son sólo para emergencias, o mejor originales si vais a darle uso real.
Tarjetas de memoria, de cantidad pero también de calidad (Clase 6 para todos los usos, o clase 10 para vídeo en HD).
Con esta ristra de consumismo cerramos este especial, que ha tratado de mezclar el qué, el cómo e incluso el cuánto de este nuevo mundo que desde hace un par de años se ha instalado en las vitrinas de las tiendas. Si aún no tenéis un buen equipo fotográfico, o si vuestra réflex pide una compañera de perfil bajo, no digáis que no os avisamos: las CSC han llegado para quedarse.
Fotos: Hiroshi UZU | Boqiang Liao | Zhao!