Las cámaras fotográficas son herramientas precisas. Los modelos más antiguos eran auténticas obras de arte con la misma precisión que un reloj. Un monumento a la belleza mecánica. Pero de vez en cuando, encontramos modelos que llaman la atención por su diseño o incluso su extravagancia. Vamos a conocer algunos de los modelos más interesantes de la historia de la industria fotográfica.
Las cámaras antiguas son objetos bellos. Cuando no puedes hacer fotografías con ellas las puedes colocar como objeto decorativo y seguro que se lleva todas las miradas. Algunas pueden destacar por sus formas, otras por la precisión que destacan siempre los ingenieros, y algunas son tan cuestionables, por un motivo u otro, que también merecen unas líneas.
No vamos a hacer una lista de las mejores, o de las más feas, sino de aquellas que más han llamado la atención por un motivo u otro, como lo que han supuesto en la historia o por el diseño que ha marcado a toda una generación.
Fusil fotográfico
No es una cámara que recomendemos llevar encima. Parece un arma más que un instrumento creativo. La inventó el científico francés Étienne-Jules Marey en 1882 para capturar el movimiento de los animales.
Tenía un obturador mecánico que permitía grabar en una misma placa hasta 12 fotografías por segundo, más rápida que algunas cámaras actuales. Tenía una velocidad máxima de 1/720 que permitía congelar el vuelo de los pájaros con más precisión que nunca.
Es recordada hoy en día porque los hermanos Lumière la utilizaron como inspiración para su famosa cámara de cine.
Kodak Brownie
Esta cámara supuso una revolución igual que los primeros modelos digitales. Nada fue igual desde entonces. De repente la fotografía fue para todo el mundo. Una pequeña caja con una sencilla lente de menisco como único objetivo, hizo que la fotografía se popularizara.
En sus primeras versiones venía con un carrete que permitía 100 disparos. Tenías que enviar la cámara y te la devolvían con tus copias en papel y de nuevo cargada. Nada tan sencillo hizo tanto por la fotografía.
En cierta manera, esta cámara recuerda al funcionamiento de los teléfonos móviles actuales. El usuario lo único que puede hacer es elegir el encuadre y el momento del disparo. Y después ver el resultado. Es la cámara por la que nació el eslogan 'Usted dispare y nosotros hacemos el resto'. Era una cámara orientada a los niños, de ahí el nombre de un populares dibujos de la época.
Ermanox
Una de las cámaras más interesantes de los años 20 que quedó eclipsada por el éxito de la famosa Leica de 35 mm. Era una cámara compacta, con un objetivo luminoso f1,8 que permitía disparar con discreción en sitios con poca luz.
Su principal valedor fue Erich Salomon, que la utilizó para captar, como nunca se había hecho antes, a los políticos en sus momentos de relax, sin ser detectado, gracias a que podía esconder la cámara, a pesar de trabajar con placas de 6x4,5 cm. Se hizo famoso por esconderla en un maletín y fotografiar uno de los juicios más mediáticos del momento.
No sabemos cómo hubiera sido la fotografía si esta cámara hubiera triunfado por encima del tamaño 'minúsculo' de las Leica que aparecería en la misma década.
Contarex Bullseye
Una de las cámaras más bonitas que se han fabricado jamás. Y quizás una de las mejores de la historia. La Contarex Bullseye fue una apuesta de Zeiss Ikon por hacer la mejor cámara del momento. Cuenta la leyenda que los tornillos están pegados porque estaban convencidos de que nunca habría que repararla.
Su nombre viene por el tamaño del exposímetro en la parte superior del cuerpo. No solo el cuerpo era perfecto, sino que los objetivos están considerados como los mejores que ha hecho nunca Carl Zeiss.
Fue una cámara adelantada a su tiempo, por lo que su producción fue muy pequeña. Apenas superó las 30000 unidades, frente a una Nikon F, de la que se vendieron más de 850000. Si la ves en el mercado de segunda mano, no dudes en comprarla siempre que tu bolsillo lo permita.
Cámaras de Miroslav Tichý
Esta es una cámara única, solo existe un ejemplar. Es la cámara de un fotógrafo sin techo que construyó una cámara con deshechos de la basura para convertirse en voyeur. Sorprende que algo semejante funcione.
Algunos lo califican de loco a Miroslav Tichý, otros de delincuente y algunos de artista. Fotografiaba a las mujeres que veía por calle con semejante artilugio y luego las revelaba en cualquier superficie. El efecto que conseguía todavía no ha sido imitado.
Cuesta entender cómo funcionaban estas cámaras, cómo conseguía enfocar las fotografías y cuál era su obsesión. Hoy su trabajo no sería aceptado en absoluto.
Cámara de Mickey Mouse
Esta cámara demuestra que el buen fotógrafo no necesita una buena herramienta, sino saber pensar. Stephen Shore, uno de los autores más importantes del siglo XX, trabajó durante mucho tiempo con esta cámara.
Es una sencilla cámara de juguete, con un diafragma fijo como los teléfonos móviles y con la forma de la cabeza del popular ratón. Cada año sacan distintos modelos pero los fotógrafos buscamos siempre este modelo mítico.
Leica S1 Pro
Es una cámara que se presentó como un prototipo en 1996, pero no se comercializó hasta 1997. Fue concebida para trabajar en estudio, pues más que hacer una fotografía, escaneaba la escena. Si querías tener un archivo, tenías que esperar más de 180 segundos. Solo funcionaba conectada al ordenador.
A cambio obtenías una copia de 43x43 cm a 300 ppp, toda una proeza en aquellos años prehistóricos de la fotografía digital. Encima podías equiparla con los objetivos Leica R y M, además vendían un adaptador para trabajar con toda la gama de objetivos para Hasselblad.
El problema es que costaba más de 21000 $. Solo se vendieron, según cuentan las crónicas de la marca, unas 150 unidades. Era una máquina extraña, con un aro a los lados del cuerpo para sujetarla con firmeza, lo que le daba un aire totalmente distinto a lo que estábamos acostumbrados.
Canon Ixus APS
Hace mucho tiempo, justo antes del boom de la fotografía digital, apareció el sistema APS. Todo giraba alrededor de un carrete, con forma de riñón, que contenía un rollo de película con un formato más pequeño que el 35 mm. Era imposible meter mal el carrete y permitía hacer fotografías con diversas proporciones, desde la clásica 3:2 hasta el panorámico de 16:9.
Su problema es que el mundo ya era digital. Pero a cambio surgieron diseños como el de esta Canon IXUS, que marcó la tendencia de las cámaras compactas del momento. Tuvo tanta aceptación que un ejemplar de esta cámara se puede ver en el MoMa de Nueva York e incluso en un vídeo musical de Lenny Kravitz, muy aficionado a la fotografía.
Seguro que recuerdas muchas más cámaras extrañas y originales, pero acudiendo a mi memoria me han salido los ocho modelos que hemos visto en el artículo. Al final las cámaras son otro elemento más dentro del acto fotográfico. Y lo importante es cómo la utilizas y los resultados que obtienes.
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