Son diversas las marcas que disponen de cámaras réflex de nivel introductorio, para aquellos que empiezan a adentrarse un poco más en serio en el mundo de la fotografía. Algunos de los ejemplos más conocidos son la Nikon D40X o la recientemente aparecida Canon EOS 1000d.
A ellas se une la Pentax K-m, que combina las prestaciones de una cámara réflex, como las lentes intercambiables, con la sencillez de uso y controles simplificados que solemos encontrar en las cámaras compactas, lo que resultará una buena manera de ir aprendiendo como funcionan los modos más avanzados.
El sensor de la Pentax K-m tiene una resolución de 10.2 megapíxeles, ofrece sensibilidades ISO entre 100 y 3200 y dispone de un estabilizador de imagen integrado. Se incluye también un sistema de eliminación de polvo en el sensor por vibración.
La pantalla trasera es de 2.7 pulgadas y, extrañamente, la cámara usa cuatro pilas de tipo AA para la alimentación, en lugar de la clásica batería recargable de la que disponen otros modelos similares. Para almacenar las imágenes podremos utilizar tarjetas de memoria SD o SDHC.
Para los que necesiten de ayuda al tomar una foto, la Pentax K-m incluye un botón que realiza esta misma función, junto a 16 modos automáticos con los que no tendremos problemas para seleccionar el más adecuado en cada momento.
La Pentax K-m vendrá con el clásico objetivo de 18-55 milímetros y tendrá un precio de 499 euros, poniéndose a la venta a partir de noviembre.
Vía | Electronista.
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