La Polaroid, hoy ya un poco difícil de encontrar, tenía la ventaja de que una vez tomada la foto podíamos ver como había quedado. Hoy también se puede hacer eso con las cámaras digitales, pero suele resultar difícil poder darle esa foto a alguien en el momento. De ahí surge la Pivi MP-300, una pequeña impresora portátil pensada para imprimir las fotografías que acabemos de tomar.
El tamaño de las fotos es de 6.3 x 4.5 centímetros y podemos imprimirlas a través de la conexión USB o de PictBridge. Su precio es de unos 125 dólares y por ahora a la venta solo en Japón.
Vía | ScifiTech.