Por qué las fotografías son cuadradas si las lentes de los objetivos son redondas

Por qué las fotografías son cuadradas si las lentes de los objetivos son redondas
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Cuando vemos las primeras fotografía de la Kodak Brownie, aquella cámara de 1888, nos sorprendemos porque son redondas. Es un formato único que no se ha vuelto a ver prácticamente desde entonces. Ahora todas las fotografías son rectangulares o cuadradas, cuando la proyección es circular. La solución a este dilema es sencilla, pero tiene muchas respuestas que vamos a descubrir a continuación.

Puede que nunca te hayas preguntado esto, pero si eres un poco observador y conoces la historia del medio, verás que, en principio, la proyección de la luz sobre el sensor es totalmente circular. Las fotografías deberían tener el aspecto de las primeras que se hicieron con la famosa Kodak Brownie, una de las cámaras más originales de la historia, la misma que utilizó en su infancia el famoso fotógrafo de la felicidad: Jacques Henri Lartigue.

Gracias a sus primeros trabajos, conocemos en profundidad las ventajas y virtudes del formato circular y sus problemas, lo que nos ha llevado a dilucidar por qué ya no vemos ninguna cámara que permita disparar en semejante formato, que sería lo más natural.

¿Por qué las fotografías no tienen un formato circular?

La luz incide sobre el sensor por una proyección cónica. Para recoger toda la información, el sensor debería ser redondo. Pero no es así, la imagen siempre (ya matizaremos) es rectangular. La respuesta más fácil es que como el sensor es rectangular, es su propia máscara, no hay otra forma de hacerlo.

Henri Lartigue Henri Lartigue

También puede ser por pura tradición, ya que a lo largo de la historia del arte los cuadros son rectangulares, pero es una afirmación que se cae por su propio peso. El retrato, uno de los grandes temas, se podían pintar redondos, los tondi de la Antigüedad clásica que se volvieron a poner de moda en el Renacimiento, como el 'Tondo Doni' del primer Miguel Ángel.

Así que esta explicación tampoco es válida. Otra opción es que la película, al estar en rollo, aprovecha más información si está en formato rectangular. Pero de nuevo no sirve, porque la Kodak Brownie, la primera cámara que se vendió precargada en 1888, daba la oportunidad de tirar 100 fotogramas en formato circular, como hemos comentado antes.

Kodak Brownie Uno de los modelos más antiguos de Kodak Brownie

La explicación es mucho más sencilla y la tenemos delante de nuestras narices, cuando contemplamos nuestras fotografías y nos obsesionamos con la nitidez de centro a esquina, cuando queremos ver igual el centro de la imagen que las esquinas del papel. Y vemos que no es así.

La explicación más sencilla para entender este pequeño galimatías

De hecho, desde un punto de vista estrictamente fotográfico, sería estupendo que la imagen proyectada fuera totalmente circular. Así podríamos elegir en el momento de la edición la proporción y orientación de la fotografía, aprovechando la mayor cantidad de información, incluso más que si fuera cuadrada, pues tendríamos mayor superficie para elegir.

Pero no es posible. Todo se debe a un tema de diseño óptico y otro económico. Si se pudieran superar estos dos problemas que vamos a ver a continuación, estaríamos haciendo fotografías redondas.

En los objetivos más modernos y nítidos del mercado, la mayor calidad, en cuanto nitidez y luminosidad, se da en la zona central del plano. Las esquinas siempre sufren pérdida de nitidez y luminosidad. Y todo depende de la cobertura del objetivo, que es la imagen que se proyecta, en forma de círculo, en la superficie sensible del sensor.

Curvatura Curvatura del objetivo

La cobertura siempre tiene que ser de un diámetro mayor que la diagonal del sensor. ¿Por qué? Para evitar la pérdida de calidad que hemos comentado. Si os fijáis, las esquinas siempre sufren de viñeteado y menos calidad. Al eliminar la imagen que se forma en la circunferencia, ganamos en calidad general. Pero las esquinas no las podemos evitar...

Vineteado Viñeteado evidente. El centro es más luminoso que las esquinas

Este es uno de los motivos. El otro se debe a la pura y dura economía. Si hicieran objetivos más grandes para aprovechar la cobertura, pagaríamos más. Si diseñaran lentes perfectas para una imagen circular, el sobrecoste sería excesivo y los objetivos más inalcanzables para la mayoría de los usuarios.

¿Podemos elegir el formato de nuestras imágenes?

Ahora mismo, con la tecnología digital, tenemos toda la libertad para elegir el formato que necesiten nuestras fotografías. Solo hay que acudir a la herramienta Recortar de cualquier aplicación o programa para conseguirlo. Para lograr una imagen redonda sí que es un poco más complicado.

Hay que utilizar la herramienta Marco elíptico (o similar), configurar para que nos corte un círculo perfecto (en Photoshop no tenemos más que marcar Estilo>Proporción fija>1:1) y ya tenemos lo que buscamos.

Después hay que ir al menú Seleccionar>Invertir para eliminar todo lo que no necesitamos. Y guardar la fotografía en formato PNG para que permita las transparencias en las redes. Si queremos imprimir, hay que contar con la venia del laboratorio para recortar el papel en dicha proporción.

Formato redondo

Otra opción sería comprar un objetivo ojo de pez extremo, para conseguir directamente el formato que buscamos. Ofrecen tal ángulo de visión que no aprovecha toda la diagonal del sensor. Por este motivo, estaría todo deformado con un aspecto de caricatura por la fuerte distorsión que provoca, así que no lo recomendamos, salvo en casos extremos en el que queramos ver el horizonte curvo.

Es una pena que no sea más sencillo elegir este formato. En los tiempos químicos se puede llegar a entender, pero hoy en día es relativamente fácil, como hemos visto. Es otra opción más y os aseguro que tiene muchas posibilidades.

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