¿Qué móvil consigue mejor el efecto bokeh? Comparativa a fondo del modo retrato de los mejores smartphones

Una imagen vale más que mil palabras y en este caso las imágenes son casi mejor reclamo que las especificaciones. Los móviles más potentes del mercado tienen una batalla paralela a la de las especificaciones técnicas gracias a que cada vez nos dan mejores fotos, y la competición se ha centrado en parte en lograr el mejor bokeh o lo que también se conoce como modo retrato.

Lo que se consigue con estos modos es el efecto de desenfoque en el fondo de la fotografía, de modo que la persona o elemento en primer plano queda enfocada. Un efecto que puede conseguirse de varias maneras, recurriendo al software y/o al hardware, y que hemos probado en el iPhone 7 Plus, el Huawei P10 Plus, el LG G6, el Samsung Galaxy S8+ y el Google Pixel XL. ¿Con qué móvil logramos los mejores retratos?

Repasando las bondades de cada caso

Estos móviles han pasado por las curiosas y techies manos de los editores de Xataka y en sus respectivos análisis ya probamos sus cámaras y sus posibilidades, pero antes de meternos a fondo en la comparativa de retratos no viene mal repasar cuál de ellos tiene modos específicos para el desenfoque o retrato y cómo lo hacen.

iPhone 7 Plus

En Apple decidieron empezar con la doble cámara para el hermano mayor de su último iPhone, el cual integra dos cámaras traseras con sensores de 12 megapíxeles. Una lente es de 28 milímetros con apertura máxima de f/1.8 y la otra de 56 milímetros (el “tele”), con f/2.8.

Esto permite jugar con las perspectivas obteniendo mayor calidad en ítems lejanos, pero el modo retrato es en mayor medida computacional, aunando la información de ambas cámaras, creando un mapa de profundidad y recurriendo al reconocimiento de rostros, algo que como veremos será clave (y no sólo en el iPhone).

La clave (y el punto diferencial) es la sencillez. Abrir cámara, swipe a la izquierda y modo retrato seleccionado, encuadrar y disparar. El "tranquilo, que ya lo hacemos nosotros" que Apple siempre ha aplicado en su app de cámara también nos lo encontramos en este modo.

Huawei P10 Plus

Los chinos ya jugaron con la doble cámara en el Huawei P9 y repiten para su buque insignia de este año. Así, de Plus a Plus nos vamos a otra doble lente, pero en este caso se trata de combinar un sensor a color de 12 megapíxeles y estabilización óptica de imagen y uno monocromático de 20 megapíxeles sin estabilización.

Una simbiosis con la que se obtiene el efecto de desenfoque por profundidad de campo, aunque en este caso la apertura máxima (simulada) es de f/0.95. A ésta llegamos activando el modo apertura, que ajusta la profundidad de campo por software más allá de lo que permite la lente, siendo ésta una de las opciones que hemos probado a la hora de hacer los retratos.

Las otras dos opciones son, por una parte, el "modo vertical" (que es como han llamado al modo retrato en Huawei) y el manual. El modo vertical aplica el reconocimiento de rostros para aplicar el bokeh (es decir, también por software) y tiene diez grados de regulación, y puede combinarse con el "modo artístico" (que juega con la iluminación, el contraste y la temperatura para dejar un resultado más retocado y dramático). Tampoco hay que olvidar el disparo monocromático, que si bien no tiene repercusión en el desenfoque supone un aliciente para los retratos.

En la práctica, lo sencillo es optar por el modo vertical o el de apertura, por rapidez y resultado, sobre todo en el segundo caso ya que no "exige" una cara. En el análisis veremos los pros y los contras de cada opción, pero hay que valorar también la sencillez a la hora de disparar (no siempre vamos a tener todo el tiempo del mundo), y tras el iPhone éste tendrá la una de las opciones más prácticas.

Si disparamos activando el modo de apertura, a posteriori podremos elegir el grado de ésta deslizando para obtener más o menos. De este modo podemos aumentar o disminuir el desenfoque del fondo.

LG G6

Doble cámara también en este terminal, con dos sensores Sony IMX258 de 13 megapíxeles tras una lente de 29,71 milímetros (con un angular de 71 grados, una apertura máxima f/1.8 y estabilización óptica) y otra de 15,04 milímetros (con f/2.4, 125 grados y sin estabilización). En este caso no tenemos ninguna implementación centrada en el retrato o el bokeh, así que nos toca tirar de modo manual para intentar sacar el máximo desenfoque.

Samsung Galaxy S8+

Finalmente los coreanos optaron por una sola cámara, montando un sensor de 12 megapíxeles y f/1.7 con estabilización óptica. La evolución se notó más en la frontal, pero ya vimos qye la cámara del S8 tampoco desmerece en calidad y que ya en los Galaxy S7 era sobresaliente.

Esta "sola" cámara tiene una opción interesante para obtener un desenfoque por software de manera rápida con el modo de enfoque selectivo, que permite seleccionar a posteriori con qué profundidad de enfoque nos quedamos. Por otra parte, queda la opción del "modo Pro" o manual, con el cual podemos crear el desenfoque buscando el máximo enfoque macro que podamos según la distancia focal y la profundidad de campo (pero suele ser menos efectivo que el anterior).

Así es la interfaz de edición en las fotografías a las que hemos aplicado el modo de selección de enfoque. No permite hacerlo gradual, pero sí elegir si queremos el enfoque en el fondo o en el primer plano.

Google Pixel XL

Los móviles de Google tampoco se subieron al carro de la doble lente y en este caso tenemos una cámara de 12,3 megapíxeles con sensor Sony Exmor RS 378 con apertura máxima f2.0 y focal de 26 milímetros. Para el desenfoque tenemos una ayuda (aunque veremos en qué casos) con el modo de efecto de enfoque, el que integra la app de serie de los Nexus móviles de Google desde Lollipop y que permite seleccionar qué ítem queda enfocado una vez realizada la toma (en la medida de lo posible).

Retratos en exteriores con buena luz

Tras este breve repaso, ahora sí, nos metemos en la comparativa en detalle. Hemos hecho retratos en distintas situaciones de iluminación, tanto en exteriores como en interiores, y aunque los dispositivos están "entrenados" para identificar rostros, hemos querido probar cómo se aplica el desenfoque cuando se trata de animales y objetos. Además, con el peso de la autofoto o selfie en la actualidad, nos hemos llevado el palo de selifes con nosotros para ver en qué medida podemos aplicar el modo retrato o el desenfoque de la cámara trasera con nosotros mismos.

Samsung Galaxy S8+

Os ponemos los resultados usando el modo de selección de enfoque, dado que es lo más similar al desenfoque por software que aplican los modos retrato. Con el modo manual puede jugarse un poco, poniendo en automático ISO, la velocidad de obturación y el balance de blancos y enfocando manualmente, aunque el desenfoque obtenido es mucho menor en la mayoría de los casos (requiere la máxima apertura y que haya distancia entre primer plano y fondo).

Retrato con modo enfoque selectivo: el desenfoque se aplica de manera irregular en el fondo.
El modo de enfoque selectivo no detectó bien aquí a la persona, pese a que en esta ocasión había más luz y estaba más cercana a los 50 centímetros que pide para el enfoque que en la foto anterior.
Una situación bastante compleja por el número de elementos y la iluminación. Aquí crea el desenfoque salvo en la zona izquierda de la cabeza, y tampoco desenfoca la estructura de la izquierda posiblemente por la proximidad (no actúa por identificación de rostros).
Aquí es donde mejor nos funcionó. Tenemos un desenfoque sin borrones sobre el sujeto, y se aplica bastante bien salvo en algunos puntos (hacia la barbilla y el hombro derecho), incluso en el pelo.

Google Pixel

Junto con la del iPhone 7 Plus, se trata de una de las apps más sencillas de estos cinco casos. El modo de selección de enfoque del Pixel no es específico para personas (es decir, no funciona con detección de rostros). Eso sí, echaremos en falta poder ajustar algún otro parámetro manualmente en según qué situaciones, como veremos con las muestras.

El modo funcionaba bien en esta situación, pero no logramos ninguna toma sin alguna zona borrosa (en este caso el lado de la cara y el pelo que quedan en segundo plano). Aquí vemos que el pelo es uno de los puntos críticos (en general para estos modos).
Aquí el desenfoque es mucho menor. Esto es debido a que para evitar la sobreexposición a la que tiende en ocasiones este modo, hemos de variar el punto de referencia del enfoque (más a los bordes del sujeto). A continuación veremos que eligiendo otro hay más desenfoque, pero sale más "quemada".
Situación bastante compleja para este modo. Dejando a un lado la subexposición, vemos que salva la zona de la cara y la parte central del cuerpo, pero tiene pequeños fallos en el brazo derecho y la espalda, a parte de algún punto del columpio.
El modo funciona en esta situación sin advertencias sobre la luz, pero el resultado es bastante irregular.

Huawei P10 Plus

Sin duda es el teléfono que más juego da, al proponer dos modos de creación de desenfoque y teniendo en cuenta además el modo manual y efectos como el monocromo. No obstante, hay que tener en cuenta que la aplicación del desenfoque no será siempre regular aunque los modos sean más tolerantes que otros a la hora de funcionar en determinados entornos.

Un ejemplo con el modo de apertura forzando a f/0.95. Detecta bien la parte de cara y cuerpo que queda en segundo plano, pero la aplicación del desenfoque en esta siguación es bastante irregular (por ejemplo, la flor de la esquina superior derecha no sale tan desenfocada como el resto, estando más alejada del elemento enfocado).
Siendo menos exigentes con la apertura (f/4.0) y en una situación menos compleja a nivel de luz y contraste, logramos un desenfoque mucho más regular (aunque de menor grado), respetando bastante bien el pelo.
Ajustando esta vez a f/1.8. De nuevo vemos alguna irregularidad (en el columpio arriba a la izquierda o el brazo derecho), pero la cara y el pelo en la parte frontal los salva muy bien.
Aprovechando que había algo más de luz con esta perspectiva quisimos probar de nuevo la apertura máxima (simulada) f/0.95. Queda bastante artificial por el difuminado (por ejemplo, en la rueda del columpio a la derecha) y le cuesta en elementos en segundo plano que otros sí salvan, aunque el pelo sí lo respeta bastante.

iPhone 7 Plus

Veremos planos más cercanos dado que el modo retrato amplía el campo por defecto. De hecho, siempre habrá un mínimo de distancia focal que nos hará desplazarnos algo más con respecto a los otros terminales (aunque la app nos indica 2,5 metros en realidad es efectivo a una distancia algo menor en muchas situaciones).

El resultado es bastante natural. El pelo, como siempre, lo pone difícil, pero no vemos irregularidades o "manchas" sin desenfoque (el fondo también es mucho menor en este caso).
Algo más cortante aquí, aunque tampoco hay irregularidades y respeta bastante bien los bordes con más contraste, incluso en la zona de la barbilla y el pelo.
Los elementos a semejante proximidad que el sujeto juegan también una mala pasada al modo retrato del iPhone, aunque el resultado es bastante equilibrado y natural en cuanto a los bordes y la exposición.
Regularidad en el fondo y un difuminado menos intenso que en anteriores ejemplos, pero el pelo no lo salva tan bien. Los brazos y otros puntos, sin embargo, sí quedan bien, aunque esa mano en segundo plano también escapa.

LG G6

En este caso recordamos que no tenemos un modo de desenfoque, así que toca lidiar con el manual. El problema: un fondo demasiado cercano para que aún con la máxima apertura (que no podemos ajustar manualmente) haya un desenfoque notable.

La apertura en este caso es de f/1.8.
Apertura también de f/1.8. En este caso el fondo permite que sí haya algo más de desenfoque (por ejemplo, en el árbol o en el seto).
Forzando algo más el enfoque (dejándolo en lo más cercano del individuo, el hombro izquierdo), el desenfoque se nota sobre todo en los árboles del fondo, pero hemos sacrificado parte del sujeto. Apertura de f/1.8 también.

El ganador: la clave está en el equilibrio

Por equilibrio y naturalidad, el que sale más airoso en esta situación es el iPhone 7 Plus, aunque el Huawei P10 Plus permite jugar bastante más a la hora de obtener un resultado que nos guste. Esto tiene su parte positiva para los más exigentes, pero es también un punto en contra para el usuario que busca el mejor resultado en los mínimos taps, y el modo retrato del iPhone sale airoso si la distancia focal lo permite, sin inconsistencias en el fondo.

Eso sí, hay situaciones en las que el modo retrato del iPhone 7 Plus no aplica el efecto de profundidad de una manera clara aunque así lo indique en la fotografía. Situaciones en las que el resto tampoco salen del todo airosos, aunque sí se note algo de desenfoque forzado.

Esta situación fue la más compleja. Aquí los modos de reenfoque del Pixel y el S8+ no actuaron, y el modo retrato nos indicaba que sí, aunque como vemos es ligeramente irregular y de menor grado (ambas tomas son con el iPhone).
Algo de sobreexposición y "manchas" si recurrimos en esta situación más compleja a la apertura f/0.95 con el Huawei P10 Plus.

Los colores y la exposición dependen casi siempre del post-procesado automático del teléfono. En algunas ocasiones favorecerán algo más y en otras nos jugarán una mala pasada, como en el caso de la sobreexposición del Pixel XL según dónde situemos el enfoque.

Forzando la apertura simulada al máximo (f/0.95), el teléfono nos saca una imagen más saturada que es algo más atractiva así como mayor desenfoque, aunque es bastante más agresivo con el pelo que el ejemplo que veíamos antes con f/4.0.
Esta fotografía está sobreexpuesta, lo cual nos ocurrió con relativa frecuencia al usar este modo. Se soluciona buscando un punto de enfoque (y toma de luz) que deje una exposición más equilibrada, como hemos visto en el ejemplo anterior.

Retratos en baja luz y nocturnos

Esta situación es la peor enemiga para las cámaras de los smartphones, aunque se trate de algunas de las mejores como en estos cinco casos que tenemos aquí. Los modos que aplican el desenfoque por software aquí empiezan a tenerlo también más difícil por la falta de iluminación y de contraste, y en algunas situaciones no hemos logrado hacerlos funcionar.

Samsung Galaxy S8+

El modo de enfoque selectivo no nos funcionó en interiores, en parte por no cumplir el requisito de que el sujeto estuviese a 50 centímetros, aunque como hemos visto antes no siempre es necesaria esta distancia y funciona aún alejándonos un poco. Dado que eran escenas poco profundas, tampoco se aprecia desenfoque aunque optemos por el modo manual salvo en el disparo nocturno, en el que saca pecho.

Contraste en interiores, una situación bastante exigente. Este disparo está hecho en modo manual con apertura f/1.7, pero habría requerido modificar la escena para lograr algo de desenfoque con este modo. El modo de enfoque selectivo directamente no funcionó.
Bastante cautela aquí con los bordes, en especial en los que hay menos contraste por el tono. El desenfoque se aplica bien salvo en cierto halo en torno al sujeto y en el brazo izquierdo.
Con la luz a favor ese halo es algo menor, pero aún lo vemos si nos fijamos en los bordes del sujeto enfocado. En este caso además vemos alguna inconsistencia en elementos del fondo que no veíamos antes (las hojas de la planta tras el brazo izquierdo).
En baja luz le cuesta más desenfocar y arriesga menos, lo vemos sobre todo en la zona del pelo (en su lado derecho, a la izquierda de la foto) y en las flores que quedan detrás de su brazo izquierdo (lado derecho de la foto).
El contraluz ayuda a que salve bastante bien el pelo, y en general el modo actúa muy bien teniendo en cuenta las condiciones de iluminación, incluso en la parte de la espalda (el desenfoque es ligeramente menor en las flores de la derecha, pero no es algo llamativo).

Google Pixel XL

El modo de enfoque selectivo nos avisa de cuando la luz es demasiado escasa. Ocurre en interiores poco iluminados, aunque veremos que en casos en los que el del S8+ no podía actuar éste sí lo hace y en exteriores el resultado se salva bastante. Eso sí, de noche la diferencia es abismal y es el Pixel el que sale perdiendo entre éstos dos.

La opción en esta situación era sobreexponer o subexponer, pero dejando a un lado este aspecto el desenfoque sí se aplica. Eso sí, es un entorno complejo para ello y vemos algunos fallos en os elementos que quedan en la esquina inferior derecha (sin desenfoque) o que entiende su brazo derecho como fondo (hay poco contraste aquí y está alejado de la figura principal).
El desenfoque se aplica de manera bastante suave y natural, aunque se olvida un poco de la planta situada en la parte derecha. En cuanto al contorno bien, salvo algún pequeño fallo como el de la zona de la nariz o la nuca.
El desenfoque se aplica con bastante uniformidad, aunque hay pequeños fallos en algunos puntos como la nariz o la nuca (donde hay menos contraste de color entre las superficies).
El modo de enfoque selectivo del Pixel funciona aquí cuando el del S8+ no lo hizo, pero el resultado es de menor calidad que en entornos menos exigentes y mucho menos natural.
El desenfoque aquí se aplica bastante bien, salvo en el ojo que queda en un segundo plano, que normalmente ya supone un problema aún con buena iluminación para estos modos. El pelo está bastante bien conseguido, salvo un ligerísimo borrón en la zona con menos contraste.
De noche logramos hacerlo funcionar, pero el resultado es bastante desequilibrado (a parte del ruido y la nitidez).

Huawei P10 Plus

La ventaja con el modo de apertura o el vertical es que no dependemos de que el software nos los active o no, pero eso no significa que tampoco lo tengan difícil y veremos que en baja luz el resultado es algo más inconsistente. No obstante, representa una ventaja respecto a otros por esta independencia y con tiempo podemos jugar con las distintas aperturas y modos.

En este caso se trata de un disparo con el modo de apertura, concretamente con f/0.95. Aunque localiza bien el sujeto enfocado, no lo aplica en el cuadro (quizás por la distancia) y el brazo izquierdo queda totalmente desenfocado.
Bajamos aquí algo la exigencia con el modo apertura quedándonos en f/1.4. Vemos un desenfoque menor debido a "cerrar" algo más (sigue siendo simulado), y de nuevo tenemos algo de confusión con elementos en segundo plano (el brazo derecho, desenfocado, o la cortina y los elementos alrededor del brazo izquierdo, enfocados).
Un disparo que no hemos conseguido en los modos de todos los terminales. Dejando a un lado la pérdida de nitidez casi obligatoria en este ambiente, sí crea un desenfoque notable entre sujeto y fondo, si bien el pelo va a suponer aquí también un punto crítico.
El modo vertical aplica un desenfoque, pero no lo ajustamos por apertura, sino por grado del 1 al 10. En este caso disparó con una apertura f/1.8, aunque apenas hay desenfoque, y lo que vemos también es el dramatismo extra del efecto artístico. Es más evidente el desenfoque en el modo apertura al ser mayor (0,95), aunque es también más agresiva y descompensada.
El modo vertical también disparó con una apertura de f/1.8, aunque esta vez sin aplicar el efecto artístico. El desenfoque se aplica respetando bastante al individuo, aunque es algo inconsistente en el fondo (con zonas demasiado diluidas (la parte derecha de la foto, los ladrillos a la altura de la cara). Más marcado al disparar con apertura (simulada) f/0.95, aunque la planta en la parte inferior se la juega en ambos casos.
Recurrimos de nuevo al modo vertical, aunque sin modo artístico ya que en este caso se pasaba con el contraste y la saturación. Foto con apertura f/1.8, salva bastante bien la zona enfocada con algo más de dificultad en la zona del pelo que hace menos contraste, pero aún así más natural que con el modo apertura.
Los interiores a baja luz lo ponen más difícil a ambos modos y, aunque aplican el desenfoque, vemos más "manchas" o irregularidades con zonas más exageradas (la estantería en el retrato de la izquierda) u omitidas (el cuadro arriba a la derecha).
Para la noche mejor el modo apertura, eso sí, bajando exigencias y tirando para aperturas menores. Con f/6.3 ya conseguimos algo de desenfoque, mucho mejor que optando por el modo vertical, cuyo resultado en este caso es muy irregular.

iPhone 7 Plus

El iPhone tiene una de las opciones más sencillas en cuanto a aplicación, ya que lo único que hemos de hacer es un swipe en la app de cámara. Pero el modo retrato es más exigente que otros a la hora de funcionar y veremos que, aunque en la foto aparezca el texto "efecto de profundidad", en realidad éste no se ha aplicado de manera correcta. Eso sí, en determinadas situaciones exigentes donde otros muestran irregularidades, éste aplica un desenfoque sin "manchas" o irregularidades.

Logramos que lo aplicara, pero el efecto se quedó sólo en teoría, porque en la realidad no lo vemos aplicado.
Los interiores se le resisten a este modo. Aquí apreciamos que lo ha aplicado por la esquina de la pared (sale desenfocada), pero no apreciamos un efecto aplicado en todo el fondo.
Bastante equilibrado en estas condiciones, con un desenfoque natural y sin irregularidades. Mejor que en el ejemplo posterior (cambiando la iluminación al cambiar el encuadre).
Esta iluminación le saca las cosquillas al modo retrato del iPhone, viendo algunas inconsistencias en la aplicación del desenfoque (ladrillos en la zona de la cara), aunque en general hace una aplicación bastante suave si nos fijamos en los bordes, quizás demasiado en los puntos más alejados del fondo (esquinas inferiores, apenas desenfoca).
Con exteriores con poca luz nos deja aplicar el modo retrato y lo hace de manera suave, pero lo suficiente para que se note. El pelo es lo único que se le resiste un poco por zonas.
Aquí la app nos indicó que el modo se había aplicado (con "quejas", la luz es baja), aunque no vemos un desenfoque general sino pequeñas áreas en las esquinas inferiores.
La noche y la baja luz, enemigas naturales de las cámaras de smartphone y en este caso lo suficientemente complicadas como para que el modo retrato no se active.

LG G6

De nuevo es una situación de inferioridad de condiciones a nivel de app y software, dado que los bokehs efectivos que estamos viendo son por sistemas añadidos simulando lo que se obtendría con lentes de mayor apertura y facilitando la tarea del enfoque. No obstante, en cada intento no nos olvidábamos del G6 y en esta ocasión os ponemos también ejemplos.

El modo manual del LG G6 da bastante juego, pero en las condiciones que exigimos no podemos acercarnos al desenfoque por software que aplican otros modos.
Modo manual con apertura automática de f/1.8. La diferencia con los modos de desenfoque es abismal si no optamos por una macro a una distancia focal mucho menor.
No podemos hacer demasiado con unas condiciones exigentes más allá de las lumínicas, dado que la distancia focal es relativamente grande y no la hay apenas con el fondo. Sin posibilidad de ajustar la apertura manualmente (éste está hecho con f/1.8), nos queda poco más que intentar enfocar lo más cerca posible.

La noche, ese complicado examen que no todos aprueban

Con condiciones más difíciles, el resultado está algo más reñido dado que no en todos los casos el modo accede a funcionar, salvo en los del Huawei P10 Plus que se atreve con todas las condiciones. Eso no significa que siempre tenga el mejor resultado, aunque vemos que el hecho de poder ajustar el grado de aplicación de los modos apertura y vertical hace que bien uno u otro nos den retratos aceptables. Eso sí, toca moderarse con el modo artístico o el drama se apoderará del resultado.

El modo artístico del Huawei P10 Plus nos puede jugar una mala pasada en luz baja, acentuando demasiado el contraste y la saturación. El disparo es con el modo vertical (el artístico sólo funciona con éste) con una apertura f/1.8, pero no apreciamos el desenfoque que sí nos salía en el disparo con algo más de luz en modo vertical.

En interiores con iluminación natural algo baja el modo retrato del iPhone 7 Plus logra resultados más naturales y equilibrados, aunque en interiores flojea con respecto a otros. De noche el ganador absoluto es el modo manual el S8+, sin duda.

El modo manual es una buena opción en el Samsung Galaxy S8+ si nos atrevemos con él en situaciones de iluminación tan baja como ésta.

¿Qué ocurre si probamos con objetos y animales?

Como hemos comentado en la introducción al hablar de qué características tiene cada cámara y los modos (cuando los hay), en algunos casos veíamos que el reconocimiento de rostros se aplicaba a la hora de detectar al sujeto para hacer una mejor discriminación de lo que es ser humano y lo que es fondo. Esto ocurre en el modo vertical del Huawei P10 Plus y el iPhone 7 Plus, pero como puede que hayáis comprobado en redes sociales o por experiencia propia, ambos modos funcionan también con objetos u animales.

Volvemos a enfrentar los resultados en cada caso y en distintas situaciones. Aquí veremos que el LG G6, desprovisto de modos de desenfoque artificial y sin dejarnos jugar la carta de la apertura manual, sí puede sacar algo más de pecho aún en condiciones de luz baja.

Samsung Galaxy S8+

El no incorporar un modo específico para retratos es una ventaja en este caso, dado que no buscará un rostro, sino un elemento en primer plano ayudado por nuestro tap a la hora del enfoque. Eso sí, aunque hemos visto que el requisito de 50 centímetros no es imprescindible, cuanto más lo respetemos más desenfoque lograremos.

Con luz abundante y acercándonos a la distancia exigida el modo de enfoque selectivo se activa sin problemas, aunque en la toma de la derecha vemos una aplicación algo más irregular (con zonas sin desenfoque en el fondo, a la izquierda.

Lo rápido siempre será ir a este modo de enfoque selectivo, dado que la alternativa es recurrir al Pro para pararnos a enfocar (lo cual nos puede hacer perder algún disparo sobre todo si nuestro modelo es un animal). Además, como ocurre con el modo manual del LG G6, la apertura sigue siendo automática y puede que no siempre nos dispare a la máxima.

A plena luz, pero con un objetivo complejo. El resultado del enfoque manual es mucho más suave. No obtenemos el desenfoque que nos da el modo de enfoque selectivo, pero éste es más agresivo y en este caso era muy complicado diferenciar qué elementos queríamos enfocar aún con los taps.
A igual apertura (f/1.7), el modo Pro permite ajustar mejor la iluminación en situaciones de contraluz en interiores y el desenfoque obtenido es bastante similar.
Con iluminación natural media el modo de selección de enfoque es con el que obtenemos mejor resultado. El desenfoque es uniforme y no vemos borrones en los bordes.
Si la distancia del sujeto con respecto al fondo y al objetivo lo permiten, el modo manual siempre dará un resultado más natural y suavizado. El efecto de selección de enfoque exagera el desenfoque, pero en baja luz es algo más inconsistente, y esto se nota en los bordes mucho más cuando nuestro sujeto está recubierto de pelo.
A mayor cercanía y contraste, mejor resultado del modo de enfoque selectivo.

Cuando escasea la luz, el desenfoque por software del modo de enfoque selectivo es algo más vago, y en algunas ocasiones veremos que no hay diferencias entre esta opción y recurrir al Pro enfocando manualmente (a igual apertura). Además, como ocurría con los retratos, en algunas ocasiones el modo de enfoque selectivo no se aplicará (de esto nos avisa una vez hecha la toma).

Así nos avisa la app cuando no logra aplicar el modo de enfoque selectivo. Nos queda una instantánea, pero no podremos editarla después en cuanto a la profundidad del enfoque.
Cuando la luz empieza a escasear se puede hablar de un empate técnico entre el modo de enfoque selectivo y el modo manual. Menor grado de desenfoque en el primero (a la izquierda), puede decirse que básicamente salva la fotografía sin aplicar un desenfoque artificial (ambos con f/1.7).
Lo rápido siempre será el modo de enfoque selectivo, pero en luz media-baja el desenfoque es menor (y no podremos ajustar la exposición, que en este caso queda algo por debajo de lo deseado).
Con luz escasa el modo de enfoque selectivo no funciona y hemos de recurrir sí o sí al Pro si queremos intentar jugar con el enfoque manual. El resultado dependerá de las distancias al objeto y de éste al fondo.

Huawei P10 Plus

El arsenal para desenfoque del buque insignia de Huawei hace que podamos sacar una foto con este efecto en más escenarios, aunque como veremos dependerá mucho de la situación el que nos compense elegir uno u otro modo. Sobre todo lo va a tener más difícil el modo vertical, que actúa por reconocimiento de rostros y aquí no los va a haber (no al menos humanos), y la solución que aplica es, de hecho, no aplicarlo, quedando el desenfoque que de manera natural hay por apertura.

Con un animal era mejor no arriesgar y optar por el modo de apertura para ir a lo seguro, aunque con un sujeto en movimiento y lleno de pelo el resultado es mediocre (a la izquierda) o imperceptible (derecha).
El modo apertura aplica un desenfoque muy irregular cuando la selección es algo más complicada. Una buena alternativa es el modo manual, aunque para maximizar el desenfoque habrá que recurrir a hacer una macro (la apertura es automática).
Probando con el modo vertical aquí no se aprecia un desenfoque como en el caso de los retratos, probablemente por la luz además de por no detectar rostros. La mayor calidez, saturación y contraste se debe a la aplicación del modo artístico.
Resultados para todos los gustos (o para ninguno) al comparar las tres opciones de desenfoque. El modo manual es el más sutil y natural (al depender sólo del enfoque), el vertical tiene un resultado similar (lo que hace pensar que no ha aplicado el desenfoque al no detectar rostro) y el modo apertura es el más notable, aunque hay alguna irregularidad (zona de la cabeza).
En exteriores con luz baja el modo de apertura tiene un resultado muy irregular, sobre todo si exigimos esa apertura máxima simulada de f/0.95. El modo vertical directamente no aplica un desenfoque, y el modo artístico de nuevo no es un buen aliado al exagerar demasiado la saturación y el contraste.
El modo apertura se aplica de manera bastante inconsistente en este caso (aún con mayor iluminación que en la escena del gatito). La apertura (simulada) es de f/1.4.
Bastante bien se porta aquí el modo apertura (f/0.95). El enfoque se aplica en la línea del pato como hemos visto en casos anteriores, pero sin irregulares o borrones en el pato. Ligera subexposición, pero de este modo el fondo se salva muy bien en cuanto a colores.
Aquí exigimos algo menos al grado de desenfoque con apertura f/3.2 y aún así lo hay, aunque el efecto en esta situación se aplica de manera algo más vaga con una especie de ecuador desde las pesas hasta la parte superior.

Google Pixel XL

El modo de efecto de enfoque es algo más permisivo que otros y nos dejó actuar en la mayoría de situaciones, pero en ocasiones, aunque nos da una fotografía, ésta no tiene ningún efecto de desenfoque. No obstante, de nuevo tenemos esa ventaja relativa de que no actúa con reconocimiento de rostros y esto facilita su aplicación en objetos y animales (cuando la luz acompaña).

Funcionar funciona a pleno día, pero la aplicación puede ser muy irregular como ocurre en la fotografía de la derecha.
Con buena luz pero un campo complejo, el modo de efecto de enfoque no aplica un desenfoque bastante irregular.
En teoría aplicó el efecto de desenfoque, pero en la práctica no se aprecia en este caso.
En esta ocasión (con la luz algo más a favor y no a contraluz) sí se aprecia la aplicación del desenfoque y de manera bastante equilibrada y suave. Se nota sobre todo en la línea del fondo que cae en el hombro derecho.
El desenfoque aquí se aplica bastante bien, abarcando algo más que nuestra bonita modelo en el campo a enfocar (incluye la esquina de la mesa). Respeta bastante la silueta, salvo la oreja derecha que aparece desenfocada, pero el pelo está bien salvado en general.
El modo de efecto de enfoque funciona cuando la luz escasea un poco y lo hace bastante bien, sin "manchas" e irregulariades. Eso sí, el contraste es un compañero valioso y como vemos en la foto de la derecha esto hace que el resultado sea más atractivo (ambas están hechas con el efecto de enfoque cercano).
Con luz media y a contraluz el modo de selección de enfoque nos funcionó bien, salvo una ligera sobreexposición del fondo (es normal al enfocar a contraluz, pero lo comentamos al ser algo más exagerada que en otros casos en la misma toma). El enfoque lo aplica en la línea donde está el pato, con una pequeña irregularidad sobre la cabeza y la cola.
En interiores con luz intermedia el modo de efecto enfoque se activa sin poner muchas pegas salvo que la luz sea baja. Eso sí, la aplicación es bastante irregular en este caso, con borrones y dificultades para establecer el campo a enfocar.
Cuando la advertencia de la poca luz aparece continuamente el resultado que cabe esperar no es bueno. Un ejemplo es esta instantánea, en la que las condiciones de luz son algo complicadas y nos sale una foto sin enfocar, con ruido, mal iluminada y ausencia de nitidez.

iPhone 7 Plus

En defensa de un modo lanzado para retratar a personas hay que decir que se le saca partido para otros elementos más allá de seres humanos, y que nos sirve para lograr un bokeh en otros elementos. Eso sí, en baja luz este modo ya tenía problemas y no se va a librar en el caso de los objetos o los animales, con una invasión importante de ruido.

Gran trabajo con el pelo en la toma de la derecha, con la luz a favor y sin que hubiese 2,5 metros con respecto a Micron. La de la izquierda es más irregular, con zonas sin desenfocar.
Si cumplimos la exigencia de la distancia mínima, el modo retrato actúa igual aunque la escena sea ésta, sin un elemento claro a enfocar. También agresivo como los modos de los otros teléfonos, aunque parece que establezca dos mitades a partir de lo que considera objeto principal.
A contraluz no pudimos hacer funcionar el efecto profundidad, pero no hubo problema desde esta perspectiva. Respeta muy bien los bordes debido a que hay un buen contraste, flaqueando muy ligeramente en la zona de la línea negra del fondo, pero aún así salva mejor esto que en anteriores casos.

Volvemos a matizar una de las claves de este modo: lo fácil que se aplica. Los animales son sujetos difíciles de fotografiar y en estos casos se agradece algo que se active de una manera tan sencilla y rápida, sin que tengamos que ajustar nada más y sólo jugando con la distancia al foco. Eso sí, en interiores mejor no contar con él.

Con menor luz aparece el ruido, pero el efecto de profundidad respeta mucho los bordes incluso cuando hay menos contraste. Quizás demasiado agresivo en el caso de la planta, en el de Churrasquito los bordes son menos cortantes pese a que se, como buen espontáneo, movía ligeramente.
El desenfoque en este caso se aplica tomando una especie de línea divisoria desde el patito hacia su parte trasera. Aunque no rodee al objeto, lo aplica de manera bastante equilibrada a priori, quedándonos con una ligera subexposición para salvar el color del fondo, pero si vamos al detalle vemos que en la zona de la cabeza y la cola hay algunos problemas en el borde.
Hemos de creernos que se aplica el efecto de profundidad porque así lo indica la fotografía en la galería, pero apenas se percibe un desenfoque desde las pesas hacia atrás, a parte de una calidad bastante baja de la fotografía.

LG G6

No podemos esperar obtener efectos de retrato aquí tampoco, dado que como hemos comentado la única arma del LG G6 es permitir el enfoque manual (que no la apertura) dejando a un lado el modo automático. El resultado será más similar a los efectos simulados cuanto más nos aproximemos a un disparo en macro.

Micron no es lo suficientemente vago como para poder disparar en manual y acertar el enfoque. La lejanía relativa al objetivo era un contra importante a la hora de lograr algún tipo de bokeh.
Jugando con el enfoque manual y no quedándonos en el primer plano para intentar una macro. Con apertura f/1.7, se aprecia el desenfoque natural y no exagerado por ningún modo.
Lo bueno del enfoque manual es que no tendremos "manchas" de desenfoque o descompensaciones, pero no tenemos el efecto retrato.
De nuevo, acercándonos algo más al sujeto para intentar crear algo más de desenfoque (apertura automática f/1.8).
Más macro que retrato, pero en este caso el resultado es más próximo a otros dado que los modos de desenfoque actuaban aquí de manera algo más leve.

La cosa está más reñida

Como hemos visto, los resultados con un mismo teléfono dependían bastante de la situación lumínica, sobre todo si no entra en juego la detección de rostros y el contraste es aún más importante para determinar el campo a enfocar. Todos flojean más en alguna situación y casi se trata de elegir el que menos fallos tiene, pero en general el Galaxy S8+ tiene un resultado más constante.

Aquí el modo apertura (f/4.0) del Huawei P10 Plus se porta bastante bien, sobre todo en la pared de detrás de Micron. En la pata del soporte es donde hay más irregularidades (cabe esperarlo, dada la proximidad al objeto enfocado, aunque haya contraste.)
En interiores bien iluminados el modo retrato es algo más agradecido. Aunque también desenfoca por mitades (en este caso de la cabeza para la parte izquierda), si nos fijamos en el pelo lo salva muy bien, siendo éste el principal enemigo de los desenfoques por software.

El iPhone 7 Plus y el Huawei P10 Plus se desenvuelven bastante bien con interiores bien iluminados con los animales, con la ventaja extra del iPhone de tener tan accesible el modo retrato (aunque el Huawei también dispone un acceso directo, que si no nos paramos a regular el grado es bastante rápido también de aplicar). Eso sí, como ocurre con el Samsung Galaxy S8+, si no se reúnen las condiciones para que el modo retrato se aplique, nos quedaremos sin disparo con profundidad, y no siempre nos avisa antes de que no se va a aplicar (como en el caso del propio S8+ o en el Pixel XL).

La app nos avisa antes de intentar sacar la fotografía de que falta luz y de que no va a aplicarse el efecto de profundidad (cuando está activo aparece el letrero en amarillo).

El modo apertura de Huawei siempre se aplica sin aparente excepción, aunque como decíamos en la práctica nos encontramos con acciones en ocasiones demasiado sutiles como para hablar de desenfoque. Extremando la dificultad, eso sí, ni éste ni ninguno lograba el aprobado.

Esta situación ha sido un duro examen que ni siquiera el tolerante modo apertura del Huawei P10 Plus ha aprobado. Esta foto se ha disparado con ese modo, pero no se aplica el desenfoque y aparecen dos pequeños borrones hacia la base del vaso.

El que sale airoso con los bokehs (macros, que no retratos) en interiores es el LG G6. Los modos retrato aquí son algo inconsistentes, como por ejemplo el del iPhone.

Las macro con el LG G6 salen incluso mejor que algunas diurnas. La cámara es relativamente agradecida en interiores medianamente iluminados.Aunque no es un retrato, sí es capaz de sacar desenfoque.
Buen bokeh, pero se come parte de la copa (el precio a pagar por no tener rostro, seguramente, además de la baja luz).

Bonus: ¿y si me quiero hacer un selfie con efecto retrato?

El mundo de los autorretratos o selfies es algo injusto cuando casi siempre es la cámara trasera la que se lleva los sensores más potentes, los megapíxeles, los modos retrato o la doble cámara. Así que, en pro de unos autorretratos que gocen de las aventajadas cámaras traseras hemos decidido probar a usar estos modos a lo selfie.

Las principales dificultades: además de que el encuadre es totalmente a ciegas, enfocar dependerá enteramente del software y no podremos ayudar con nuestro tap. También está que el modo retrato del iPhone exige esos 2,5 metros teóricos de distancia (y amplía por defecto en cuando se activa), por lo que nuestro brazo se queda corto (y hemos tenido que recurrir a un palo de selfie, como os decíamos antes), todo lo contrario de lo que ocurre en el modo de enfoque selectivo del Galaxy S8+, que pide 50 centímetros.

Samsung Galaxy S8+

El modo de enfoque selectivo no funcionará si no hay suficiente iluminación, como ocurre con los del iPhone o el Pixel, y al no ver la pantalla en el momento de la foto tendremos que ir a la Galería a consultar si finalmente la foto ha salido con el desenfoque. No obstante, en interiores bien iluminados suele funcionar, por lo que en esta situación y en exteriores podremos disparar con bastante seguridad.

Si el pelo no hace demasiado contraste aparecen los borrones (en la parte izquierda, cerca de la mano). El enfoque selectivo en este caso se aplica más en la parte izquierda (más iluminada), en la derecha no parece haber selección (pese a haber más distancia con el fondo).

Algo que no se aprecia en las fotos es si el modo de enfoque selectivo o de retrato se aplicaba en mayor o menor número de ocasiones. En condiciones de luz algo más exigentes, como en días nublados, el de Samsung era bastante más tolerante que el del Pixel, y más o menos empatado con el del iPhone.

El modo es bastante tolerante y menos exigente que otros a la hora de activarse y aplicarse. Aquí disparamos a ciegas, sin calcular demasiado la distancia, y el desenfoque se aplica (selección de enfoque cercano). Aquí no tenemos áreas enfocadas de fondo o borrones por el pelo.
Probando distintas tomas según la iluminación (izquierda de cara, derecha en contra). No hay apenas diferencias, en el caso de la derecha se aprecian más irregularidades en el fondo (la planta tiene trozos más enfocados). En ambos casos, lo más conflictivo el pelo.
Muy bien resuelto en este contraluz, teniendo en cuenta los puntos más delicados como el pelo (abajo a la derecha y en el borde derecho, en la zona más oscura).

Huawei P10 Plus

A su favor tenemos que este terminal tiene dos modos automáticos de desenfoque, y que uno de ellos (el vertical) vaya a la detección de un rostro a la hora de enfocar. Eso sí, con iluminación más exigente el efecto de desenfocado será algo más irregular y en bastantes ocasiones no acierta en el enfoque, de modo que no aplica el efecto o lo aplica mal (probablemente a falta de un tap que ayude en el enfoque).

Pese a la mayor apertura en la foto de la derecha, el desenfoque parece menor debido a que es algo más irregular (se nota en la ventana, aparece más desenfocada en la base).
La elección puede estar entre el modo de apertura o el modo vertical, quizás los dos y probar suerte. Pero el artístico tiende a exagerar un poco en este caso también, no con dramatismo pero sí con el barrido de imperfecciones, quedando demasiado artificial (al menos para nuestro gusto).
Ambos realizados con el modo apertura (f/1.4). El efecto retrato está conseguido, pero el pelo está menos respetado que en el caso del modo de enfoque selectivo del S9+ que veíamos antes.
No hay que olvidar que en el caso del Huawei P10 Plus contamos con el disparo en monocromo, el cual podemos combinar con el modo apertura (f/2.0 en este caso).

Google Pixel XL

Como veíamos al principio, la aplicación del efecto de enfoque depende tanto de las condiciones como de que hagamos bien el movimiento hacia arriba que nos indica la app. Esto es algo más difícil si nos situamos tras el objetivo y no vemos la pantalla, por lo que jugará en nuestra contra a la hora de conseguir disparos con este efecto.

Aquí nos fue imposible lograr que se aplicase bien, pese a que la iluminación favorecía desde esta perspectiva.

En días nublados es cuando más nos costó acertar con él, con muchas tomas totalmente desenfocadas o directamente sin el efecto de enfoque aplicado. Además, cuando funciona tampoco se aplica de manera tan limpia como en otros casos.

Cuestión de iluminación y de acertar con el movimiento. A ciegas logramos hacerlo funcionar, pero en tomas más sencillas simplemente no se aplicó.
Cuando logramos realizar la toma el resultado es variable, y normalmente habra zonas con irregularidades sobre todo en los bordes de nuestro contorno (zona de la nariz, pelo, etc.).
Menos problemas al aplicarlo con algo de sol, pero el resultado deja más que desear que otros en el enemigo eterno de estos modos, el pelo.
Con iluminación de cara el modo responde mucho mejor y es menos exigente, nos cuesta mucho menos que nos haga caso y que lo aplique y el resultado es aceptable.

iPhone 7 Plus

Es difícil encuadrar decentemente cuando te piden unos dos metros y estás a ciegas manejando un palo de selfie, inestable por naturaleza, pero aún así el modo retrato resuelve bastante bien, sobre todo en la toma de la derecha (luz a favor). En la de la izquierda vemos que falla un poco por la zona de detrás de la cabeza (donde hay una línea negra en el mueble).
Aquí salva bastante bien la situación, sobre todo en torno a la cara donde otros sí tenían más errores. El hombro con el pelo es la zona que peor queda, pero el fondo tiene un desenfoque sin irregularidades o "manchas" y el pelo en la parte superior está bien procesado.
Salvo esa distancia mínima, en exteriores el modo es menos exigente que otros independientemente de la intensidad o el tono de la luz. Y el trabajo con el pelo es bastante acertado en general, aquí vemos que donde peor lo procesa es en la foto de la derecha, en la parte izquierda (la de la acequia).
En este contraluz el modo retrato del iPhone se luce bastante. Hay que rebuscar para encontrar fallos, en este caso en el ojo que queda en segundo plano (mientras el pelo esta bastante bien salvado).

LG G6

No tiene demasiado sentido intentar emular uno de estos modos en general con la cámara del LG G6 más allá de las macro, pero aún lo tiene menos si vamos a intentar disparar a ciegas, midiendo distancia de enfoque y parámetros de iluminación para luego ser nosotros quienes aparezcamos ante esa escena (hay que saber cómo compensar a nivel de iluminación ese cambio, porque somos un añadido en la escena, necesitando probablemente corregir la velocidad de obturación).

No obstante, hemos intentado acertar con el G6 de esta manera. Al fin y al cabo el propósito de este post es poner a prueba (aunque por extensión en este caso esto también se aplique a nuestra paciencia, porque el ratio de fotos decentes/disparos fue mucho menor).

Si logramos acertar el enfoque, a falta de hacerlo con la velocidad de obturación y la ISO el resultado es muy similar al que obtenemos con un disparo en automático en cuestión del enfoque, sobre todo con un fondo cercano.
Un par de pruebas en con enfoque manual. En contra tenemos que hay que ajustar ISO y velocidad de obturación de manera manual y es algo complicado hacerlo bien sin la pantalla delante, aunque tomemos bien la referencia.
Es difícil acertar a enfocar manualmente sin apuntar directamente, y no ayuda nada una iluminación algo más exigente.

Lo bueno, si es fácil, dos veces bueno

En esta ocasión hemos de valorar algo más que la realización del relato sea sencilla, dado que no podemos intervenir para mejorar el punto de enfoque, la iluminación o cualquier otro aspecto del disparo. Esto ya deja fuera al G6 por no disponer de modo de desenfoque artificial, y entre los cuatro que sí lo tienen con los que mejor experiencia hemos tenido es con el iPhone 7 Plus y el Samsung Galaxy S8+.

En interiores suele darnos buenas tomas salvo que la iluminación sea tan reducida que el modo no se active (la del vaso de té que veíamos en la sección anterior). Aquí diferencia muy bien el objeto en primer plano de mí, en segundo, y no había 2,5 metros de distancia.
Acertar con el enfoque manual es cuestión de medir bien las distancias y sobre todo de suerte. Si además no dejamos el resto de parámetros en automático nos puede pasar que erremos en la exposición, como en este caso (y el desenfoque y \"la faena\" no compensan con respecto al modo de enfoque selectivo).

El Huawei P10 Plus y el Google Pixel XL también tienen buenas tomas, sobre todo durante el atardecer, aplicando los correspondientes modos con bastante suavidad. Pero valorando los desenfoques obtenidos obtenido según el número de intentos además de la calidad de los mismos, fue mucho más exitoso disparar con el iPhone y el S8+, además de ver desenfoques menos irregulares en baja luz.

¿Qué móvil hace el mejor efecto retrato o bokeh?

La verdad es que no es una decisión clara teniendo en cuenta cada escenario y valorando además lo sencillo y rápido que resulta disparar y obtener un bokeh en cada caso. Pero en un primer momento lo que queda claro es el podio, en el cual situamos al Samsung Galaxy S8+, al Huawei P10 Plus y al iPhone 7 Plus.

El podio queda claro, pero elegir a un ganador entre estos tres candidatos se complica

Elegir a un ganador entre estos tres se complica; en retratos con buena luz el iPhone suele dar mejor resultado (fijándonos sobre todo en el pelo y esos puntos más críticos), aunque en interiores el modo retrato es más exigente y los del Huawei P10 Plus daban un resultado relativamente bueno cuando otros no actuaban o lo daban algo más regular. Pero cuando se trata de objetos y no personas, el S8+ resolvía bastante bien, aunque en autorretratos con cámara trasera el iPhone volvía a ponerse por delante.

De ahí que en nuestra opinión el que mejor queda en más ocasiones es el modo retrato del iPhone, aunque hay que decir que con el trabajo en computación de fotografías y un cada vez mejor reconocimiento de ítems la competencia le sigue muy de cerca y, sobre todo estos otros dos miembros del podio, dan una experiencia satisfactoria. Sobre todo si además tenemos otros elementos que dan juego como el monocromo del Huawei o los efectos de tono de piel en el S8+. ¿Qué opináis vosotros?

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