Después de años en que los aficionados han asociado “cámara digital potente” con “réflex”, hoy en día la ecuación no es tan fácil, y miles de fotógrafos de todo el mundo están quedándose en un escalón intermedio entre estas cámaras y las compactas clásicas, las compactas de objetivos intercambiables.
Pero, ¿conocemos realmente estas cámaras? ¿sabemos cuáles son sus ventajas e inconvenientes? Antes de meternos de lleno en la recomendación de cámaras sin espejo de cara a las navidades, vamos a ver bien dónde nos movemos.
Comenzamos aclarando que podemos escuchar nombrar estas cámaras como CSC (Compact System Cameras), EVIL (Electronic Viewfinder Interchangeable-Lens) o MILC (Mirrorless Interchangeable-Lens Camera), entre otros, aparte de las denominaciones que cada fabricante se saque de la manga. Si os tengo que recomendar alguna, yo siempre intento usar la primera.
CSC y Réflex: ¿Cuál es la diferencia?
Antes de nada, vamos a recordar qué convierte una cámara en réflex: un espejo basculante que lleva la luz al visor óptico para encuadrar la imagen (pasando por un pentaprisma para que no la veamos invertida), y que cambia de posición para llevarla al sensor en el momento tomar la foto.
Gracias a este sistema, podemos garantizar vemos por el visor el encuadre exacto que va a tener la fotografía, lo cual en su día fue un gran avance con respecto a otras cámaras como las telemétricas.
Además, las cámaras réflex incluyen también un sistema de enfoque por detección de fase: no vamos a entrar en cómo funciona, pero basta decir que es una de las maneras más rápidas y precisas de enfocar automáticamente.
Quitando el espejo
Las cámaras CSC, en cambio, son mucho más simples Al no existir el visor óptico al que desviarla, la luz llega siempre directamente al sensor, sin nada que interfiera. Sólo con saber esto, la primera conclusión está clara: sólo podemos trabajar con la información que tiene el sensor, que no es poca.
Pensando un poco sobre esto, las características del sistema casi salen solas:
No existen visores ópticos: O bien usamos pantallas, o visores electrónicos.
No podemos usar el mismo enfoque que las réflex: Se usa enfoque por contraste.
Tenemos menos elementos entre el sensor y el objetivo, así que podemos reducir la distancia entre ambos, y no necesitamos el pentaprisma.
Con esto, por fin, lo tenemos todo para ver las…
Ventajas y desventajas de las cámaras CSC frente a las réflex
Como siempre, no hay una cámara buena ni mala, sino una más adecuada a nuestras necesidades. ¿En qué se traduce entonces todo lo que hemos visto?
Algunas cosas malas
El autofocus es más lento, ya que enfoque por contraste es más lento que el de detección de fase.
En la mayoría de las cámaras no hay ningún visor integrado, y si son opcionales suelen ser un relativamente caros.
Las calidad de imagen de las pantallas y los visores se degrada cuando hay poca luz.
La resolución de estas pantallas es limitada.
Al ser sistemas más jóvenes, hay muchos menos objetivos y accesorios que en los sistemas réflex más consagrados.
Afortunadamente, todos estos puntos pueden mejorar con la tecnología, y de hecho lo han hecho de manera espectacular generación tras generación.
Y muchas cosas buenas
A igualdad de características, se pueden hacer cámaras y objetivos mucho más pequeños.
En cuanto a los visores, no sólo vemos el encuadre exacto, sino que podemos ver la imagen definitiva en tiempo real, con su exposición, profundidad de campo y procesados ya aplicados.
Sobre la propia imagen se pueden superponer todo tipo de información y de ayudas, como por ejemplo las vistas ampliadas para el enfoque manual o el histograma.
La grabación de vídeo se realiza exactamente igual que la toma de fotografías, de manera nativa para la cámara.
Es más sencillo darle “inteligencia” a la cámara: detección de caras o de sonrisas, elección de las mejores fotos de una ráfaga, etc.
La simplicidad del diseño hace posible adaptar objetivos de cámaras clásicas que no son compatibles con los sistemas réflex.
Al eliminar el espejo basculante, se reduce la trepidación, disminuyendo la posibilidad de que la foto salga movida.
Habréis visto que no he hecho ninguna referencia a la calidad de imagen, y es que tenemos que desechar la idea de que las cámaras sin espejo son peores en este sentido que las réflex: esta afirmación es una falsa creencia debido a que los primeros sistemas del mercado tenían sensores relativamente pequeños, pero poco a poco están llegando a gamas cada vez más altas.
Con esta introducción, ya estamos preparados para pasar a la artillería pesada: en los siguientes artículos nos meteremos de lleno en lo que podemos encontrar en el mercado, y empezaremos con las sugerencias para vuestras compras navideñas.
Esquema cámara réflex | Wikimedia Commons
Foto inferior | Boqiang Liao