Ya os hemos contado qué son, también nos hemos preguntado si son lo que necesitamos, y por fin sólo nos queda saber cuál debemos comprarnos. En este tercer número del especial sobre cámaras CSC os vamos a proponer cuatro perfiles, y dentro de cada uno dos alternativas para comprar.
No ha sido nada fácil elegir entre todo lo que tenemos disponible, ya que cada una de estas cámaras tiene su personalidad, y son muchos los equipos que he tenido que desechar, pero creo que hemos conseguido una buena selección.
Sin más preámbulos, vamos a sumergirnos en estas ocho propuestas de compra (cuatro, por duplicado), esperando que estemos aún a tiempo para inspiraros para daros un buen capricho fotográfico en estas fechas.
Calidad para llevar a todos lados (Panasonic GF3 y Olympus E-PM1)
Para muchos, EVIL o CSC lleva directamente a pensar en cuerpos y objetivos muy portátiles. Aunque esto no siempre es así, sí es cierto que en esta categoría hay bastante que elegir, especialmente con la última horanada de Olympus y Panasonic.
Una de las mejores combinaciones en esta categoría es el tandem de la Lumix GF3 con el 14mm f2.5 de la marca: la cámara, que el fabricante denomina “la más pequeña y ligera del mercado” (aunque habría que tomar medidas, en más de un sentido, para comprobarlo) es un buen compromiso entre tamaño y usabilidad, con una clara apuesta por la pantalla táctil para sustituir los controles físicos, y sin prescindir del flash integrado.
El 14mm, por su parte, ha sido un buen soplo de aire fresco en los objetivos pancake angulares, con una calidad bastante alta, y una buena luminosidad. Lo mejor es que si lo compramos junto con la cámara, por algo menos de 500 euros en total, lo sacaremos aproximadamente a mitad de precio.
Una segunda alternativa, por prácticamente el mismo precio, es su competidora el Olympus, la Pen E-PM1 con su 14–42mm, con un tamaño y características muy parecidas. Aunque perderemos el flash o la pantalla táctil, a su favor tenemos la estabilización en el cuerpo, un mejor procesado en JPG, y el mismo sistema de enfoque que la E-P3, uno de los más rápidos del mercado. Su principal problema como cámara “bolsillera”, que me ha llevado a dejarla en segunda posición, es que no podemos comprarla junto con un objetivo pancake.
Pequeño sustituto de réflex (Olympus E-P3 y Panasonic G3)
Si queremos buscar un sistema más potente, y no nos importa escalar un poco más, tendríamos que considerar la Olympus E-P3. Que no nos engañe su cuerpo compacto o su falta de visor integrado: la gama más alta de Olympus tiene mucho que ofrecer, tanto en manejo, como en calidad de imagen, como en velocidad de enfoque (su punto más fuerte).
En general, es una cámara muy bien balanceada, cómoda de utilizar y con un alto nivel de personalización, y nos dejó muy buen sabor de boca cuando pudimos analizarla. Su principal problema será su precio, ya que un kit básico con un 14–42mm se dispara a más de 800 euros, a los que habrá que sumar 150 más si queremos colocarle un visor electrónico opcional.
Una opción mucho más rentable es la Panasonic G3, con un cuerpo más abultado debido a un buen visor integrado, pantalla abatible, y algunos megapíxeles más, pero una orientación más amateur, especialmente en cuanto a la construcción del cuerpo. Eso sí, sólo tendremos que ahorrar entre 550 y 650 euros, una inversión mucho más fácil de justificar.
Tecnología punta por todas partes (Nikon J1 y Sony NEX-5n)
Si queréis lo más de lo más para alimentar vuestro espíritu geek de cara al próximo año, os damos dos propuestas bastante distintas, empezando por las nuevas Nikon 1, una cámara orientada a fotógrafos que ya tienen una cámara de gama alta y buscan una sustituta para llevar encima que no desmerezca en calidad ni opciones.
Quizá su dato más destacable es su velocidad endiablada, tomando fotos hasta a 10 tomas por segundo, y llegando a 60fps en el vídeo (subiendo hasta los 1200 si bajamos la resolución), pero más allá de las especificaciones veremos que la calidad de imagen y el autofocus no se quedan atrás. Además, tenemos curiosidades como un selector automático de fotos, en el que la cámara elige por nosotros las 5 mejores fotos de una ráfaga de 20.
Encontraremos la Nikon J1 por entre 500 y 600 euros (con un zoom básico o un 10mm pancake). Si queremos visor electrónico integrado, tendremos que costear los más de 800 euros que cuesta Nikon V1, un precio demasiado alto que nos hace recomendar la pequeña de la gama.
Nuestra segunda alternativa dentro de la alta tecnología apunta a la gama NEX de Sony, y en concreto a la NEX–5n, que hemos podido analizar recientemente: con un sensor sensiblemente más grande que el de la anterior, se sitúa en lo más alto de la calidad de imagen del mundo CSC, con permiso de la inminente NEX–7 y quizá de la Samsung NX200. ASi la localizáis (no será fácil debido a las recientes inundaciones en Tailandia), podéis esperar pagar entre 600 y 650 euros por un kit inicial.
El problema en ambos casos será una gama de objetivos demasiado reducida, que nos hará apostar por lentes clásicas adaptadas para buscar algo de variedad.
“Antiguas” joyas del 2010 (Samsung NX100 y Olympus E-PL1)
La obsolescencia programada y el rápido ritmo del mercado va dejando atrás auténticas joyas que valen mucho más de lo que cuestan. Si sois rápidos y estáis atentos, podréis encontrar en las tiendas modelos descatalogados a precios de derribo.
Una de las cámaras “antiguas” que ya ha tenido su sustituta, pero que se resiste a dejar los escaparates, es la Samsung NX100, una pequeña gran cámara con un buen sensor APS-C que en su momento (hace aproximadamente un año dio mucho que hablar, y que cada mes se vuelve más interesante a medida que los coreanos sacan más y más objetivos para ella.
Hoy en día la podemos encontrar por alrededor de 400 euros, pero si echamos el anzuelo, podremos encontrar por debajo de ese precio (en algún momento ha aparecido con su 20–50mm por 250 euros en grandes cadenas, aunque su precio volvió a subir).
Como segunda opción, si buscáis un todoterreno de mínimo tamaño, os proponemos localizar ofertas de la Olympus E-PL1 con el 14–150mm de la marca (equivalente a un 28–300mm en formato de 35mm). Teniendo en cuenta que existen ofertas de este conjunto por menos de 400 euros, un precio inferior al del objetivo suelto, podéis considerarlo como una manera de conseguir un cuerpo de backup de regalo con la lente.
Foto de cabecera | Vincent van der Pas