Se avecinan tiempos emocionantes para los entusiastas de la fotografía con los smartphones. Como os hemos explicado hace unas horas, Xiaomi ha anunciado que el próximo 4 de julio presentará su 12S Ultra, un teléfono móvil de gama alta que nos propondrá una cámara principal equipada con un sensor de 1 pulgada fabricado por Sony, el modelo IMX989, y una óptica diseñada por Leica.
Este no será en absoluto el primer móvil que apuesta por un captador de 1 pulgada. Sony, Leica y Sharp son algunas de las marcas que ya han colocado en las tiendas terminales equipados con un sensor de este tamaño, pero el paso que está a punto de dar Xiaomi nos invita a aceptar que quizá ha llegado la hora de que los sensores de 1 pulgada comiencen a popularizarse en los smartphones.
Y, si así fuese, sería una noticia fantástica. La baza más evidente que tienen estos sensores consiste en que incorporan fotodiodos de un tamaño considerable, por lo que su rendimiento cuando escasea la luz ambiental es en teoría superior al que nos entregan los captadores con fotorreceptores más pequeños. Sin ir más lejos, el sensor Exmor RS CMOS de 1 pulgada y 20 megapíxeles que incorpora el Xperia PRO-I de Sony tiene fotodiodos de 2,4 µm.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Y es que aprovechar al máximo todo el potencial de un sensor de 1 pulgada en un smartphone no es fácil. Precisamente, el Xperia PRO-I ilustra este desafío a la perfección debido a que su óptica ZEISS solo consigue cubrir el área central del sensor, por lo que la resolución efectiva, la utilizable, es de aproximadamente 12,2 megapíxeles en formato 4:3. Los 7,8 megapíxeles restantes no se emplean, por lo que en lo que se refiere a su resolución el sensor queda infrautilizado.
El limitado espacio disponible en un móvil es un reto difícil de superar
Poner a punto una óptica de alta calidad para un teléfono móvil que sea luminosa y consiga minimizar las aberraciones cromáticas y la distorsión geométrica no es nada fácil. Y no lo es, sobre todo, debido al muy limitado espacio disponible en su interior.
Los ingenieros de Sony podrían haber dotado a la cámara principal del Xperia PRO-I de una óptica capaz de recoger la luz y proyectarla sobre toda la superficie del sensor de 1 pulgada (es lo que han hecho en la cámara RX100 VII), pero en ese caso este smartphone sería sensiblemente más grueso, más pesado, y quizá también más grande. Y la mayor parte de los usuarios posiblemente rechazaría un mazacote así.
Ya nos hemos topado con los dos grandes problemas que plantea la integración en un teléfono móvil de un sensor de 1 pulgada. Si convive con una óptica convencional una parte de su resolución queda desaprovechada, y si trabaja en tándem con un bloque óptico similar al que podemos encontrar en una cámara de fotos compacta el volumen y el peso del smartphone se verán incrementados perceptiblemente, y parece que ni las marcas ni los usuarios estamos dispuestos a aceptarlo.
Afortunadamente, tenemos razones fundadas para prever que los sensores de 1 pulgada encontrarán su lugar en los teléfonos móviles, y, por el camino, estos dos problemas acabarán evaporándose. Y esto significa que será posible aprovechar la resolución completa del captador sin que al hacerlo el volumen y el peso del terminal se incrementen más allá de lo razonable.
A finales del año pasado tuve la oportunidad de mantener una larga e interesante conversación con Sebastian Doentgen, un experto en óptica que actualmente ejerce como uno de los máximos responsables de electrónica de consumo en ZEISS. Y, entre otros puntos, abordamos las dificultades a las que tienen que enfrentarse los fabricantes de las ópticas de los móviles para poner a punto soluciones de calidad en el limitadísimo espacio disponible en el interior de uno de estos terminales:
Afortunadamente, la corrección de la distorsión normalmente no representa un problema en el contexto de la óptica de los smartphones
«La necesidad de miniaturizar la óptica de las cámaras de los teléfonos móviles condiciona seriamente la elección del material utilizado en la fabricación de los elementos ópticos. Pero, por otro lado, el uso de lentes de plástico hace posibles diseños ópticos muy innovadores que, además, tienen un coste muy bajo», me explicó Doentgen.
Los elementos ópticos de plástico pueden introducir un nivel de distorsión geométrica y aberración cromática superior al de las lentes de vidrio. Afortunadamente, la corrección de la distorsión normalmente no representa un problema en el contexto de la óptica de los smartphones. Aunque el hardware óptico introduzca una distorsión residual importante puede ser corregida por el software de una forma muy convincente.

Sin embargo, el control de las aberraciones cromáticas representa un desafío mucho mayor debido a las limitadas opciones que tienen los fabricantes a su disposición a la hora de elegir el tipo de plástico que van a utilizar en la fabricación de las lentes. Aun así, una vez que esté resuelto este problema todavía permanece sobre la mesa la necesidad de conseguir que la óptica cubra toda la superficie del sensor sin que su volumen sea excesivo.
Una óptica lineal tradicional no parece ser la mejor compañera de viaje de un sensor de 1 pulgada, pero los objetivos periscópicos podrían ser la solución que estamos buscando. Sebastian nos lo explica:
«Si nos ceñimos a la óptica lineal tradicional de los smartphones su longitud es, definitivamente, un factor limitante. Y lo es debido a que solo puedes apilar una cantidad limitada de lentes. En el futuro es posible que consigamos introducir hasta 8, o, incluso, 10 elementos, pero dado lo limitado que es el espacio disponible en el interior de los teléfonos móviles no estoy seguro de que sea posible introducir más elementos en la óptica».
«No obstante, gracias al desarrollo de los objetivos periscópicos las reglas del juego han cambiado completamente porque la limitación de espacio vertical ha desaparecido. En la dimensión horizontal el espacio no está tan limitado como en la vertical, de modo que tenemos la posibilidad de apilar muchos más elementos ópticos. Será interesante comprobar cómo se aprovechará este potencial en el futuro», me aseguró Doentgen con satisfacción.
Así están las cosas. Me reafirmo en el vaticinio que he hecho en las primeras líneas de este artículo: se acercan tiempos emocionantes para los usuarios que disfrutamos haciendo fotografías con nuestro teléfono móvil. Dentro de unos días comprobaremos qué nos propone Xiaomi bajo el paraguas de su prometedor 12S Ultra, y también saciaremos nuestra curiosidad indagando en la estrategia que ha utilizado Leica para poner a punto la óptica que trabajará codo con codo con el sensor de 1 pulgada de este móvil. Nosotros ya nos estamos frotando las manos.
Imagen de portada: Burak The Weekender
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juan.f
Las ópticas periscópicas son una solución muy interesante en móviles, permitirían un zoom óptico real con algo más de margen y también unificar la cámara principal trasera con la de selfie. Y sin embargo ningún fabricante lo ha hecho con los sensores actuales de tamaño más convencional (quizás se me escape algún caso excepcional y sin relevancia en el mercado). Difícil veo hacerlo con un "descomunal" sensor de 1 pulgada de diagonal, que tendría que ir ubicado en una posición perpendicular a la habitual en un móvil. Eso nos llevaría a un módulo de cámara de como mínimo 2 centímetros de grosor, y eso apurando mucho.
redboy
Me suena a demasiado esfuerzo por algo que no vale la pena.
Demasiados compromisos de aqui y de allá, todo para decir que metieron un sensor de 1 pulgada en un móvil.
Creo que por la calidad final y la plata que costaría ese engendro, mejor sería un movil con cámara más normalita y una buena cámara reflex mirrorless con ese sensor...
No se, cosas mías supongo....
villaen
Les sobra la plata o que para que os frotéis las manitas. Broma aparte es saludable la evolución de la óptica de los celulares, por ahora en gamas altas, pero con el correr del tiempo llegará a otras gamas.
sapito_uy
La incorporación de sensores de 1 pulgada es una buena noticia SOLO si se puede iluminar toda el área del sensor. Caso contrario se desaprovecha por completo el sensor, pero lo peor es que este ocupa un espacio que podría ser utilizado por otros componentes que sí marcarían la diferencia. Mejor hacer un sensor del tamaño correcto, con "píxeles" grandes.
lalala_500
Lo de hacer el sensor más grande es de siempre. Hacer la óptica si que es lío. Pero seguro que dentro de nada sacan mejores materiales
HAXNAGE
El problema viene cuando el marketing te quiere vender mas humo del que enrealidad hay. Dicen que el sensor es de 1 pulg cuando el recorte hace que sea alrededor de 4/5 pulg efectivas lo que se está usando, que aún cuando es grande, no es lo que venden.
SLR
Que raro que no se hable de la profundidad de campo, a mayor tamaño de sensor y misma apertura obtienes menos profundidad de campo.
Suena a tontería pero si te gusta hacer fotos de cerca, por ejemplo comida, vas a notar que habrá zonas que salen de enfoque que antes con el sensor pequeño salía en zona de enfoque.
O le añaden un diafragma para poder controlar la apertura.
Orbayo
La fotos de los móviles actuales están "empastadas", se nota mucho el procesado. Esa escalada de megapíxeles es absurda en tamaños de sensor tan pequeños.
20 megapíxeles en un tamaño de una pulgada me parece muy correcto. Si las fotos no se notan ultraprocesadas, será mi próxima compra.
A mi me perecería bien que mi móvil sea 2 mm más grueso o 1 mm, no sé, para poder llevar una óptica excelente para ese sensor de 1 pulgada. Y las distancia focal que sea un equivalente a 28 mm de ff.
rennoibtg
Las periscópicas sirven para meter zoom en sensores pequeños, pero para usar sensores grandes lo veo más complicado. En realidad es posible poner un sensor FF en el móvil si quieres, pero hay que hacerlo en una matriz de cámaras idénticas y con la misma IA, generar una única imagen. El resultado puede ser imágenes de una calidad, luminosidad y desenfoque muy bestias sin que el móvil tenga más grosor, pero el precio y la batería iban a sufrir muchísimo. Aún así yo prefiero gastarme 2000 en esto que en un folder.
jmcolomo
Ánimo, un poquito más y reinventan la cámara de fotos.
corrodelapatata
Sigo pensando que no tiene sentido convertir el móvil en una cámara de fotos al estilo de una profesional. Para eso ya está la cámara profesional. Los smartphones ya parecen un all-in-one donde se pretende que pueda emular las capacidades y funciones de los aparatos profesionales destinados a cada uno de estos ámbitos con la misma o mayor calidad. A este paso, querrán convertirlo también en una lavadora.