Sony presentó la semana pasada su DSLR full frame, la Sony A99. Un secreto a voces ya que las especificaciones se habían ido filtrando en los últimos días. Sea como sea, ahí estaba de forma oficial: la nueva réflex de la compañía nipona era una realidad. Una digna sucesora, sobre el papel, de la A77 y prima hermana de la Sony A900.
Su presentación tuvo lugar en Islandia. Un país singular hasta el cual nos desplazamos para conocer esta nueva cámara y probarla para contaros nuestras impresiones y ver si en esta toma de contacto logra convencernos frente a otras full frame como la Nikon D800, la Canon EOS 5D Mark III y la recién anunciada 6D.
Sony A99, buscando un hueco en las full frame de gama alta
Tras la presentación y verla a unos cuantos metros de distancia o tras la vitrina de metacrilato, cogemos la cámara. Su peso, 733 gramos, cae muy bien en las manos: ni muy ligera ni muy pesada. Sin olvidar que la estamos usando sin grip ni flash. Cómoda, con buen agarre y tras haber estado con ella todo el día encima he de decir que no se hace pesado.
A nivel de diseño no hay grandes novedades: cuerpo de magnesio sellado y una estética sin grandes sorpresas. La distribución de los botones, y la cantidad, denotan eso sí que no estamos ante una cámara básica. De hecho, al principio la sensación puede ser un poco abrumadora si no estamos familiarizados con cámaras de este tipo.
Como se puede esperar de este tipo de cámaras, los botones principales y los diales están a mano mientras que las opciones secundarias están un poco apartadas. Buen detalle el de poner el de grabación de vídeo al lado del visor electrónico, cuando ésta está demasiado cerca del disparador llega a ser engorroso, y de esto los usuarios de las NEX de Sony saben bastante.
Al contrario que muchas réflex, Sony ha decidido desprenderse del visor analógico e introducir una combinación entre un modelo elelectrónico (OLED) y un espejo translúcido. Es decir, la misma combinación que en dos modelos de su gama CSC: la NEX 7 y la recién estrenada también NEX 6.
Aunque el sistema de espejo translúcido es muy interesante hay algunas cosas que no han terminado de convencernos en esta toma de contacto con la A99. El tiempo de respuesta cuando cambiamos entre el visor y la pantalla tiene un pequeño retardo. Si fuera para un uso normal no sería nada muy importante pero teniendo en cuenta que va destinada a un uso semi profesional no es ninguna tontería.
Para solventarlo, de momento la tecnología no puede eliminar ese retardo, tenemos la opción de habilitar siempre la pantalla y el visor, con más consumo de batería eso sí, pero sin tener que preocuparnos por ese pequeño retardo. Inapreciable para el uso cotidiano pero fundamental para algunos casos como por ejemplo la fotografía deportiva.
A favor del visor electrónico decir que está muy bien colocado, que abarca todo el campo de visión y que demuestra que Sony hace un buen trabajo. También podemos disparar desde la pantalla, y hay casos donde es útil, pero lo normal es que usemos siempre el primero.
Debajo del visor tenemos la pantalla, un LCD muy completo que no tiene nada que envidiar a lo que ofrece la competencia: buena gama de colores, especialmente de tonalidades de negro, la profundidad de campo se aprecia sin problemas y un punto muy importante: lo que vemos es lo que hemos sacado.
Quizá Sony podía haber desplegado más tecnología en esta pantalla, recordemos que tiene paneles en telefonía muy interesantes, pero lo cierto es que el LCD cumple muy bien y nos muestra las imágenes con mucha verosimilitud. Además, es abatible por lo que podemos situarla en diferentes ángulos según lo necesitemos. La construcción del soporte para tal fin es buena y no da la sensación de ser débil.
Full frame y 19 puntos de enfoque más 102 de apoyo
Vamos ahora con la otra gran novedad: el sensor de 35mm. Sony quería recuperar este formato de la ya extinta A900. Una novedad importante y que además no viene sola: su sistema de autofoco en 19 puntos ahora tiene de compañero 102 puntos adicionales.
En las pruebas que hemos hecho la rapidez con la que enfoca y mantiene el movimiento, aun con velocidades de obturación relativamente altas, es buena. Habría que hacer la prueba técnica de rigor para ver cómo lo hace en comparación con la D800 y la 5D Mark III pero la sensación que nos ha dejado no es mala.
El público en este caso parece claro: quieren que los amantes de la fotografía deportiva apuesten por ella. Sin embargo hay un pequeño problema que es inherente al formato full frame: no todos los objetivos son compatibles. En este caso no es un problema de tamaño sino de que no todos pueden sacar provechoso del sistema de puntos que tiene.
Con las lentes compatibles, en el caso de la 28-75 f/2,8 (incluida en el kit que se pondrá a la venta) hemos notado que no cuenta con demasiada protección para los días lluviosos. La lente externa tiende a empañarse con facilidad, algo que en otros objetivos no ocurre.
Otro buen detalle del sistema de autofoco es la opción de ajustar siempre enfocar a un mismo punto. De nuevo, una baza muy importante para la fotografía deportiva.
El rango ISO es bastante amplio y en este apartado Sony ha hecho un buen trabajo. El procesador BIONZ apenas mete grano en una horquilla de ISO de uso común. El detalle de meter un ISO 50 se agradece.
A la hora de grabar vídeo la A99 de Sony es una buena compañera. Ofrece la calidad que promete, HD 1080p, y además los micrófonos no registran apenas ruido de los mecanismos de la cámara. Un detalle que para la grabación medianamente elaborada se convierte en un punto bastante importante.
Para acabar, un detalle que nos ha gustado: la posibilidad de utilizar dos tarjetas. Si tenéis Compact Flash más os vale renovarlas: la opción en este caso es lógica, desde el punto de vista del fabricante: Memory Stick (su formato) y SD. Podemos intercalar el uso de estar, copiar contenido de una a otra y, obviamente, formatearlas.
Conclusiones
Sony ha cogido el toro por los cuernos y se ha metido de lleno en un pulso donde Canon y Nikon son las marcas de referencia. Un binomio en apariencia inquebrantable pero donde también tienen hueco otros fabricantes. Las ya mencionadas full frame de ambos fabricantes son grandes modelos pero, ¿no hay hueco para más?
Sony A99 quiere demostrar que sí. La impresión que nos ha dado en esta primera toma de contacto es que puede ser una tercera alternativa sin problemas. Quizá en algunos aspectos técnicos no es la más puntera pero sin duda dará mucha guerra.
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