A estas alturas de la película no me atrevería a decir que Xiaomi es una compañía conocida por sus teléfonos, ya que su expansión por todo tipo de cacharro electrónico no tiene límites, y el siguiente territorio que quiere conquistar es el de las cámaras. Algunas marcas históricas estarán pensando que ha venido un mal vecino al barrio.
El debut lo realiza con su compañía YI - Young Innovators -, la misma que está molestando bastante en el campo de las cámaras de acción. Entrar en el mercado de cámaras propiamente dichas es bastante complicado, que se lo digan a Samsung que creó en los dos últimos años algunas de los mejores modelos con su familia NX y prácticamente ha tenido que cerrar el departamento.
Creo que Xiaomi es bastante lista con este primer paso, cogiendo un sistema establecido y que realmente funciona en el escalón de cámaras para aficionados, que además buscan algo más. Hablamos de los modelos sin espejo que están dentro del formato micro cuatro tercios. Sí, el mismo que usan Olympus y Panasonic en sus cámaras con objetivos intercambiables.
Gracias a ello no tiene que partirse la cabeza en crear una cámara desde cero, tampoco tiene que preocuparse por lentes, ya que otros le han ido abriendo el camino. ¿Qué tal anda de sensor esta YI M1? Pues se ha elegido un CMOS de Sony con 20,16 megapíxeles, conocido internamente como IMX269.
La Yi M1 es capaz de grabar vídeo en formato 4K a 30 imágenes por segundo, subir hasta un ISO 25600, y como parece obvio en una cámara de estas características, grabar en formato RAW/DNG. La verdad es que los ingredientes pintan muy bien. Entre las especificaciones encontramos un modo especial con 50 megapíxeles.
Como se puede comprobar en las imágenes, ni hay visor electrónico, ni hay flash. La forma de interactuar con ella y ver las imágenes es a través de su pantalla táctil de 3 pulgadas. En cuanto a conectividad no falta ni Bluetooth, ni WiFi, y estando ante un producto del ecosistema Xiaomi, no faltarán aplicaciones para dispositivos móviles.
Su destino inicial es China, allí se venderá a un precio bastante bajo para el tipo de cámara que es y el buen acabado que se le presupone: van a pedir menos de 300 euros, al cambio. Lo que asusta es que en ese precio te mente un objetivo básico pero interesante en focal como es un 12-40 milímetros (f/3.5-5.6). Hay un segundo kit con un objetivo que parece más serio, un 42,5 milímetros con apertura máxima f/1,8, por el piden, al cambio, unos 400 euros.
Como viene siendo habitual en productos Xiaomi, y si el sistema se puede poner en otro idioma - importante en una cámara -, seguro que la terminamos viendo en multitud de tiendas de importación. Para los que tengan interés, estará disponible colores blanco y negro.
Más información | Xiaomi
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