La fotografía urbana o también denominada fotografía de calle o, en inglés, street photography es un género cada vez más y más popular. Las razones son obvias: cada vez hay más cámaras, más fotógrafos y es muy fácil hacer fotos en la ciudad, en cualquier entorno urbano. No requiere de ningún equipo especial ni de muchos preparativos. Sólo se trata de llevar la cámara encima (y preparada) para captar esos famosos “momentos decisivos”. Cualquier escena espontánea con la que nos topamos en el metro, caminando o callejeando en busca de esas escenas.
Con todo, también es fácil caer en los clichés. En los tópicos del género. El señor saltando un charco que pillamos justo en el aire. La silueta interesante en un fuerte contraluz. Personajes peculiares con expresiones llamativas. Está casi todo inventado. Por lo que es fácil rendirse al estereotipo, en lo que sabemos que funciona. En esa foto que, aunque sabemos que es tópica, no nos resistimos a capturar y compartir. Pero hay opción para ser más autoexigentes, dejar de imitar, evitar la foto fácil y huir de los tópicos en la fotografía urbana. Por eso voy a repasar siete aprendizajes para potenciar la creatividad y buscar mayor originalidad. Sólo aptas para inconformistas.
1. Dispara menos. Piensa más.
Llevamos encima un smartphone de última generación o una cámara digital con una pedazo de tarjeta de 64GB preparada llenarla de instantes decisivos. Y por eso disparamos a diestro y siniestro. Todo aquello que nos llama la atención. Casi sin pensar. Por impulso. Ya tendremos tiempo de descartar si no nos convence el resultado. Desde luego esta es una opción. Pero ¿seguro que nos hará mejores fotógrafos? ¿seguro que conseguiremos fotos más impactantantes y originales? Es probable que alguna sí. Pero más fruto de la casualidad o de estar en el sitio oportuno en el momento adecuado (que tampoco es fácil).
Debemos dar un paso más. Pensemos, analicemos cada escena, cada momento, cada lugar por el que pasemos. Y mantengamos la cámara guardada mientras tanto. Evitemos ser de “gatillo rápido”. Aquí se trata de tener una mirada analítica. De saber encontrar donde hay mejor luz (de más calidad, que no necesariamente mayor cantidad) y por donde llega, donde se refleja. Las sombras, cómo son. El fondo ¿es confuso? ¿es uniforme? ¿es llamativo?
Todo ello debemos cuestionarlo a base a observación pura y dura. Aprovechemos nuestros traslados de un lugar a otro, cuando estamos esperando. Observemos con mirada fotográfica. Pensando. Analizando. Todos esos factores los tendremos visualizados, interiorizados y, a la hora, de la verdad, con nuestra cámara en la mano, todo será más fácil, conseguiremos mejores resultados. Y seguramente más originales que si disparamos sin pensar.
2. Experimenta. Usa otra cámara u objetivo
Ojo que tu cámara y tu objetivo siguen siendo válidos. No se trata de ir corriendo a la tienda a cambiar por algo nuevo. Se trata de experimentar con otras herramientas. Pide una cámara prestada. Saca la vieja cámara de carrete del cajón. Aprovecha aquella vieja y olvidada compacta de 3 megapíxeles. Cambia el típico objetivo de 50mm por un 28mm, o por un 100mm. Recupera injustamente tratado objetivo 18-55mm del kit de tu réflex. O hazte una.
El hecho de utilizar una cámara u objetivo que no es el habitual nos exigirá más esfuerzo. A seguir observando con otras opciones. Igual ahora nos tenemos que acercar más. O podemos aprovechar un teleobjetivo para sacar partido a escenas que de otro modo serían casi imposible capturar. Si cambiamos a una cámara de carrete (sin miedo, que también sirven y no es sólo cosa de veteranos inadaptados o jóvenes hipsters) tendremos otra perspectiva, otro ritmo.
Dispararemos menos, no estaremos seguros del resultado. Todo ello nos exigirá un poco más. Pero sobre todo no tengamos miedo a cambiar nuestra cámara habitual, las herramientas a las que estamos habituados. Así podremos experimentar, jugar y probar otras formas. El tema puede seguir siendo el mismo pero los resultados y el modo de alcanzarlos cambian, lo que nos ofrece nuevos caminos que hasta ahora no teníamos.
3. Explora nuevos lugares
Parece un poco obvio, pero no hay nada más estimulante para hacer fotos diferentes o salir de nuestra rutina que cambiar de escenario. No hace falta viajar a Bangkok o Nueva York (aunque si esto ocurre pues genial). Pásate por otras calles, otros barrios que no frecuentes. Cambia de rutas, busca rincones que te descubran nuevas posibilidades. O aprovecha si vas de paso a otra ciudad o población. Cuando pases un fin de semana en la playa o de excursión encontrarás un lugar diferente, algo nuevo que te estimulará.
Reconozco que a veces me cuesta no repetirme en mi propia ciudad y en los lugares habituales donde fotografío. Por lo que cuando me encuentro en una localización diferente, veo fotos por todas partes. Veo más posibilidades, me encuentro más atrevido y busco opciones diferentes. Esto de cambiar a un nuevo lugar es un estímulo para nuestra creatividad que podemos potenciar fácilmente.
4. Aprovecha los eventos y acontecimientos de tu ciudad
En fotografía urbana no te puedes encasillar y encorsetar en buscar momentos extraordinarios en lugares y con personas cotidianas. Es interesante sacarle todo el partido a desfiles, conciertos, ferias y cualquier evento extraordinario y diferente. Ahí podemos encontrar un escenario repleto de posibilidades. Ideales para probar cosas diferentes: retratos posados, momentos divertidos, escenas surrealistas… son perfectas para explotar el ingenio, para atreverse con otro tipo de fotografías.
Siempre siguiendo nuestro instinto y con la capacidad de observación tan despierta y desprovista de complejos como podamos.
5. Usa el flash. Sin miedo
El flash no es para todos. Al menos cuando hablamos de fotografía urbana. Pero no debemos descartar su uso. Es llamativo, nos delata en la calle si buscamos máxima discreción. Pero puede darnos una estética diferente a la habitual. Saturando colores, iluminando escenas oscuras, aumentando el contraste o encontrando impacto en detalles. O simplemente capturando reacciones (al más puro estilo de Bruce Gilden o Mark Cohen).
El flash no solo es para rellenar sombras, para conseguir detalle en escenas interiores o con poca luz. También es muy interesante a plena luz del día. Requiere atrevimiento. Podemos optar por separar el flash externo de nuestra cámara (bien a través de conectores inalámbricos o incluso con un cable) y buscar nuevas posibilidades. Eso sí, no olvidemos que aunque nos de el subidón y nos creamos como Bruce Gilden, mejor siempre mantener todo el respeto a las personas que fotografiemos (aunque esto debemos tenerlo siempre, usemos o no un flash).
6. Aprovecha la noche y los interiores
Allí donde el sensor de nuestra cámara llega al límite, donde podemos encontrar temor a subir la sensibilidad ISO es donde podemos encontrar nuevas posibilidades. Ya sea en escenas nocturnas o incluso en interiores, la opción de realizar fotografía urbana en clave baja nos sirve como un reto para estimular la creatividad, con escenas diferentes.
Es un reto técnico, pero no hay que ser temeroso. Sube el ISO, pierde el miedo al ruido (o al grano si usas película rápida), busca detalles con la poca luz para aprovechar la estética y ambiente que ofrece la noche en la ciudad o en un interior. Con todo, cabe señalar que la ciudad incluso de noche está llena de luces reflejadas, de luces artificiales y solo hay que buscar el lugar idóneo para capturar ese ambiente. Al margen de que las personas, las situaciones y escenas son diferentes al día y también hay que saber aprovecharlas.
7. Rompe las reglas
En todos los géneros fotográficos suelen existir una especie de normas o decálogos de cómo hacer las mejores fotografías. Esto en fotografía urbana es muy común. Hay algunos que incluso proclaman reglas estrictas. Como si no cumplirlas invalidara el hecho de considerar una imagen como fotografía de calle. Rompamos los moldes. Es una fotografía libre, sin ataduras y si queremos ser originales y creativos debemos romper las normas. Sin complejos.
Dispara a baja velocidad, juega con la exposición múltiple, cambia la perspectiva o rompe los habituales esquemas de composición. El experimento vale la pena. Saltaremos nuestros habituales límites y nos llevará a fotografías menos comunes. Más divertidas y estéticamente más rompedoras. Todo ello unido a una práctica habitual y sin abandonar nunca un criterio propio y claro que nos permitirá encontrar el estilo, el tema o la estética que nos estimula.
Tengamos presente (y a mano) aquellos recursos que nos puedan servir para potenciar la creatividad. Ya sean filtros, Photoshop, película caducada o el uso de un balance de blancos forzado.
Además de estos consejos también es recomendable para encontrar inspiración otras prácticas frecuentes como ver mucha fotografía, aprender de los grandes, estar abierto a nuevas ideas y también ver cine, escuchar música y leer libros. Aunque no sean de fotografía. Todo esto, unido a formación, buenas ideas y mucha experimentación nos llevará a ser fotógrafos urbanos más creativos y originales. Que falta hace.
Jesús León es periodista, fotógrafo y coordinador de Xataka Foto. Acaba de publicar el libro ‘Fotografía Urbana’ con la editorial Anaya, en el que aborda su gran pasión, la fotografía urbana. Disponible en Amazon.
Foto inicio | Maciej Dakowicz
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