La tecnología no es buena ni mala, únicamente es un conjunto de técnicas, conocimientos e instrumentos. Pero en esta década que ahora termina hemos visto algunas innovaciones que llegaron con la premisa de intentar mejorar nuestras vidas y han acabado trayendo tantos o más problemas de los que pretendían resolver.
Sea por poner en riesgo nuestra privacidad, por dañar nuestra salud o por generar conflictos, lo cierto es que estas tecnologías han acabado siendo muy criticadas, hasta tal punto que las dudas éticas que generan están haciendo que muchos usuarios se replanteen su uso.
Y es que los avances no son siempre en línea recta. Aquí os dejamos con 11 innovaciones tecnológicas que más allá de funcionar bien o haber sido un fracaso, se caracterizan por estar en medio del debate por sus polémicas implicaciones.
Cigarrillos electrónicos
Un estudio del Servicio de Salud Pública de Inglaterra informaba que los cigarrillos electrónicos eran hasta un 95% menos dañinos que el tabaco. Las tabacaleras vieron una oportunidad de negocio en el vapeo y apostaron fuerte por ello. Pero el 'vaping' ha vuelto a encender las alarmas después de su llegada a los adolescentes y una misteriosa enfermedad pulmonar relacionada con el uso de los cigarrillos electrónicos que provocó decenas de intoxicados y causó su primera muerte.
Los cigarrillos electrónicos llegaron proclamando sus bondades pero con muchas dudas sobre su repercusión en la salud. Los últimos estudios científicos han aclarado que si bien sí parecen menos dañinos que los cigarrillos tradicionales, están lejos de no conllevar riesgos para la salud.
Loot Boxes
La industria del videojuego encontró en las loot boxes un mecanismo excelente para incentivar las recompensas. Las cajas de botón tienen su origen en el juego chino 'ZT Online' y juegan con la relación entre el estímulo y la respuesta para que continuemos probando suerte. Igual que las apuestas.
Un subidón que ha llevado a muchos jugadores a estar cerca de arruinarse y ha abierto el debate sobre su regulación. Desde la Comisión Federal de los EE.UU hasta la Comisión de Juego belga, pasando por autoridades francesas o alemanas; lo cierto es que la batalla legal está abierta y múltiples países quieren controlar estas loot boxes principalmente por su impacto sobre los menores de edad.
Impresión 3D para armas
La impresión 3D tiene múltiples ventajas, pero en 2013 nos levantábamos con la sorpresa de la primera arma de fuego construida con una impresora 3D con el nombre de Liberator. Un trabajo que pronto se expandiría a otras armas de fuego, desde una réplica del Colt CM901 hasta un fusil de combate. Armas capaces de disparar la misma munición real.
En Australia ya están reguladas y en los Estados Unidos, pese a la habitual reticencia a limitar el uso de las armas, ocho estados han presentado una demanda conjunta para detener la difusión de planos digitales de armas.
Reconocimiento facial
¿Estamos listos para el Gran Hermano? La instalación de cámaras en aeropuertos y edificios ha continuado creciendo, pero incluso con la cámara del móvil es suficiente para identificar personas. La sociedad necesita detenerse y plantear este debate. Para la Asociación Española de Protección de Datos: "El tema es más que se hace con las imágenes que si hay cámaras o no".
Ahora los grandes 'lobbies' están presionando para regular el reconocimiento facial y establecer cuáles deben ser las distintas pautas éticas. Desde la GDPR europea ya se prohíbe la recolección de datos biométricos sensibles que puedan ser usados para identificar a la gente y solo a través del consentimiento explícito del ciudadanos se permite esa recolección. Un reglamento que quiere ser ampliado por la nueva presidenta Ursula von der Leyden.
Asistentes de voz
Las máquinas quieren hablar con nosotros, pero no queda claro qué tipo de datos están recolectando sobre nosotros. En cierta forma, es como si los asistentes de voz estuvieran siempre vigilándonos. Productos como Google Home, Siri o Alexa están llegando a nuestros hogares, pero las condiciones de uso son desconocidas para los usuarios.
Y es que surgen varios dilemas respecto a su uso; por un lado el tener un micrófono siempre escuchando susceptible de fallos de seguridad aunque no hayamos dicho la palabra de activación. Y por otro el programa de escucha de fragmentos por parte de terceros, revelando situaciones tan comprometidas como teniendo sexo, haciendo negocios u operaciones con drogas.
Cápsulas para el café
Hamburgo se convertía en 2016 en la primera ciudad en prohibir el uso de cápsulas de café en los edificios gubernamentales. Y es que esta nueva manera de servir el café requería de innecesarios recursos para su fabricación y generan excesivos desechos. Un debate que ha llevado a que marcas de café como Lavazza creen un nuevo polímero capaz de descomponerse. Cápsulas compostables para poner fin a una práctica contaminante y poco sostenible. Un tipo de cápsulas que regiones como Mallorca quieren obligar a que sean las únicas empleadas.
Las cápsulas monodosis se entremezclan con el café y pueden llegar a tardar hasta 500 años en descomponerse. Algunas están fabricadas además en aluminio, un material que requiere una elevada cantidad de energía. Según The Guardian, se consumen 20 mil millones de cápsulas al año. Una enorme cantidad que deberá renovarse al completo para poder ser sostenible.
Deepfakes
Elon Musk advertía en 2018 que "la IA es mucho más peligrosa que las armas nucleares, así que por qué no tenemos supervisión regulatoria, esto es una locura". Y los deepfakes son solo una de las múltiples implicaciones de la inteligencia artificial. Unos rostros falsos utilizados para difundir falsos mensajes pronunciados por personas que nunca llegaron a decir eso.
Afortunadamente, el propio sistema que genera los deepfakes está mejorando para convertirse en un detector de falsificaciones, aunque los falsificadores llevan ventaja. Una situación que ha llevado a países como China a ponerse serio ante esta proliferación de deepfakes y prohibirlos directamente, como así ocurre con la entrada en vigor a partir del 1 de enero de 2020 de su ley de contenido multimedia.
Tecnología desechable
A partir de 2021, la Unión Europea prohibirá el uso de objetos desechables fabricados con plástico, como platos, cubiertos, vasos, bastoncillos o pajitas. Pero este debate, promovido por fines ecológicos, también aplica a pequeños productos de tecnología que consisten en utilizarse durante un tiempo y luego se tiran. Desde cepillos eléctricos que una vez se acaba la pila ya no sirven hasta bombillas cuya vida útil está limitada.
Se da la situación que la tecnología ha abaratado tanto el coste de los productos, que algunos son tan baratos que prácticamente sale más a cuenta comprar uno nuevo. Esto está provocando que algunas marcas prefieran hacer productos casi imposibles de reparar, con la idea de que si se estropea nos compremos uno nuevo. Una filosofía que a nivel comercial puede tener recorrido, pero tiene una importante consecuencia a nivel global para nuestro medio ambiente.
Máquina de rayos UVA
Llegaron como una forma de ponerse moreno fácilmente, pero la tecnología a veces tiene sus consecuencias. Según el Centro de Investigación del Cáncer del Reino Unido, las máquinas de rayos UVA pueden causar daños en el ADN de las células de la piel e incrementan el riesgo de sufrir cáncer de piel entre un 16 y 20%. Y además, más allá de cambiar el tono de piel, los rayos UVA pueden provocar que nuestra piel aparezca más arrugada, áspera y desgastada.
La recomendación de la Asociación Española contra el Cáncer es que debemos conocer nuestro fototipo de piel, hay que hidratarse bien y no recomiendan su uso en el caso de menores, personas que tienden a tener pecas, personas con fototipos de piel I o II o aquellos que estén tomando medicamentos. Toda una serie de requisitos para una máquina que prometía sustituir al sol, pero debe ser utilizada con mucho cuidado.
Juguetes y robots sexuales
El siguiente gran mercado de la tecnología es el de los juguetes sexuales. Y no nos referimos al Satisfyer. Porque lo que parecían divertidos juguetes para dar y recibir placer, también se han convertido en la enésima herramienta para invadir nuestra privacidad. Valga el ejemplo de la teledildónica, donde los fabricantes tienen acceso a datos de nuestra actividad como la temperatura del dispositivo o cada vez que se activa el modo vibración.
Ante el futuro del sexo y las relaciones, también han aparecido graves problemas con los robots sexuales. Y es que no estamos ante simples muñecos sexuales con un microchip, sino que utilizan algoritmos de aprendizaje automático para interactuar con la pareja. Una práctica que abre problemas legales peliagudos; principalmente en aquellos robots sexuales con aspecto infantil.
Monitorización de menores
Al final, el "Gran hermano" son los padres. Y es que con tantas aplicaciones para vigilar a los niños, se está quebrando totalmente su privacidad. Hasta el punto que muchos usuarios están empezando a cuestionar las aplicaciones de control parental. ¿Realmente es educativo hacer un seguimiento tan extremo de los hijos?
Por otro lado, las aplicaciones orientadas a menores como Youtube Kids o Messenger Kids no están faltas de problemas. La primera de ellas por recopilar datos de uso, lo que ha llevado a Google recibir multas millonarias; mientras que la mensajería de Facebook para niños permitía chatear con adultos desconocidos no autorizados. Y es que la tecnología es una herramienta muy útil, también para niños. Pero de la misma manera que los adultos debemos estar atentos a todas sus implicaciones, más cuidado hay que tener cuando afecta a menores.
Imagen | Frank. V
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 34 Comentarios