En 1911, dos altos cargos de Oxford dijeron que habían viajado en el tiempo. 50 años después descubrimos la verdad

La historia de Charlotte A. Moberly y Eleanor Jourdain alimentó la imaginación popular durante décadas

En 1911, Elisabeth Morison y Frances Lamont publicaron un pequeño libro sobre su visita a le Petit Trianon, un pequeño château cerca de Versalles. Era una de esas historias deliciosas con su viaje en tren, su paseo por el edificio y su escapada por los jardines. Pero algo se torció.

El día se llenó de una "oscuridad soñada y desagradable" y sus cabezas se sumieron en una "atmósfera melancólica" que las dejó trastocadas. Conforme avazanban para encontrar la salida, empezaron a encontrarse con gentes con caras extrañas y vestidos raros; atravesaron puentes, recorrieron jardines y llegaron a ver a una muchacha sentada que, vestida con un traje tan llamativo como desfasado, las miró sorprendidas.

Al día siguiente, desprendidas ya de esa sensación extraña, volvieron a le Petit Trianon y descubrieron que nada de lo que habían visto se correspondía con la realidad. Ni los jardines eran iguales, ni los caminos se parecían y, por supuesto, la gente iba vestida a la moda de la época y el lugar. ¿Qué estaba pasando?

Un viaje en el tiempo. En 'An adventure', que así se llamaba el libro, describieron el evento con todo detalle y argumentaron que la única conclusión que encontraban era esa: un viaje en el tiempo. Y no puede decirse que fuera una conclusión precipitada: el viaje que describían Morison y Lamont había tenido lugar 10 años antes, el 10 de agosto de 1901.

Según parece, durante esa década, las autoras investigaron a fondo las transformaciones del château y sus jardines. Así fue como llegaron a la conclusión de no solo habían viajado más de un siglo hacia el pasado, sino que la muchacha sentada de traje llamativo y cara sorprendida era la mismísima Maria Antonieta.

Un éxito de ventas y una sorpresa. El libro se convirtió en un auténtico best seller y tuvo numerosas ediciones. Sin embargo, como decía Chris Wheatley en Atlas Obscura, la parte más increíble de la historia ni siquiera era esa: era que Morison y Lamont no existían. Las verdaderas autoras eran Charlotte Anne Moberly y Eleanor Jourdain, directora y subdirectora del St Hugh's College de la Universidad de Oxford, posiblemente la 'universidad para mujeres' más prestigiosa del mundo.

Moberly, de hecho, fue la primera directora del centro superando numerosas trabas y problemas. Aunque es cierto que no tuvo nunca estudios formales, era muy respetada en los círculos académicos. Jourdain, por su lado, sí era alguien con una formación científica avanzada y estaba llamada a suceder a Moberly.

Es decir, lo de la aventura parisina no era exactamente un ocurrencia. Era algo más.

Ningún explicación plausible. Por lo que sabemos, las dos profesoras de Oxford estaban realmente afectadas por lo que ocurrió en le Petit Trianon e, incapaces de encontrar una respuesta, se pusieron en contacto con la Society for Psychical Research, una institución dedicada a investigar las "experiencias humanas que cuestionaban los modelos científicos" de la época. Eran investigadores paranormales, sí; pero en un mundo en el que se estaban configurando las ciencias y la tecnología conseguía cosas que pocos años antes hubieran parecido magia.

Según la SPR, las historias de viajes en el tiempo eran muy comunes, pero el 'incidente Moberly-Jourdain' era especialmente raro y complejo. Muchos se entusiasmaron, pero otros muchos fueron escépticos. En un mundo como de principios de siglo XX, no faltaron los miembros de la SPR que sostuvieron que podía tratarse de un brote psicótico.

¿Y si estaban mintiendo? La hipótesis de que simplemente estuvieran mintiendo no convence a muchas personas ni entonces ni ahora. Sobre todo, porque aunque el libro salió bajo pseudónimo ellas sí lo comentaron en la Universidad y entre sus amistades. Se estaban exponiendo (y mucho) a que sus carreras profesionales se hundieran.

Eso finalmente no ocurrió y las dos mujeres pudieron seguir con su vida, pero lo cierto es que la duda sobre lo que pasó

¿Qué pudo pasar? Philippe Jullian en su biografía de 1965 sobre el poeta Robert de Montesquiou, sugirió una hipótesis realmente iluminadora: que Charlotte Anne Moberly y Eleanor Jourdain se habían metido, sin saberlo, en una fiesta de disfraces. Según Jullian, por la misma época del viaje a Le Petit Trianon, Montesquiou celebraba grandes reuniones de "época" en los jardines de palacio. No sólo eran disfraces: eran escenas completas, mobiliario clásico. Incluso cambios en la estructura de los jardines.

Hay más explicaciones (de experiencias alucinatorias a un simple error), pero la de Jullian parece la más sólida a ojos de los expertos. Sea como sea, la historia tuvo un enorme impacto en la imaginación pública durante medio siglo.

Imagen | Emiliano García Page

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