La artista Heide Pfüetzner fue diagnosticada con Esclerósis Lateral Amiotrófica (ELA), enfermedad de Lou Gehrig, en el año 2007. Se trata de la misma enfermedad degenerativa que tiene Stephen Hawking y que acaba paralizando la musculatura y con un diagnóstico final de muerte.
Sin embargo tras seis años de lucha constante la artista ha inaugurado una exhibición, "Brain on Fire", de pinturas que ella misma ha creado mediante control mental de un ordenador que lee sus ondas cerebrales y ejecuta las órdenes correspondientes, cambiando el tamaño del pincel, color y posición.
La exhibición se abrió el viernes en Easdale, una pequeña isla en la costa oeste de Escocia. Este es un claro ejemplo de superación y de aplicación de la tecnología de control mental, cada vez más madura.
Hasta la fecha habíamos visto cómo con entrenamiento personas podían concentrarse para traducir sus ondas cerebrales y convertirlas en órdenes o movimiento de objetos controlados por ordenador sin embargo, acciones más complejas como pintar no se habían logrado.
La artista ha comentado que este proyecto ha sido realizado vía crowdfunding en Startnext donde consiguieron más de 6.500 dólares, lo que le ha dado la oportunidad de enseñar al mundo que la enfermedad ELS no es el fin de la vida.
Pfüetzner ha comentado que sólo puede comunicarse utilizando sus ojos ya que hace uso de una máquina de respiración auxiliar y acercarse a las nuevas tecnologías le ha abierto una ventana al mundo.
¿Cómo funciona el sistema?
La tecnología utilizada está fabricada por la compañía Gtec quien provee el software Intendix Painting, dos pantallas y los sensores y electrodos para leer ondas cerebrales.
En la segunda pantalla se muestra el estado real del lienzo virtual mientras en la otra pantalla se muestran las herramientas para pintar.
Las herramientas se presentan en una matriz, ver imagen anterior, y cada una parpadea a diferentes frecuencias. La artista sólo tiene que contar mentalmente los parpadeos de cada una lo que hace que la actividad de su cerebro varíe.
Un ordenador examina entonces sus ondas cerebrales y determina qué opción es la que la artista quiere elegir.
El resultado y la mayoría de cuadros de la exposición son pinturas abstractas que, recordamos, se han "pintado" utilizando ondas cerebrales, ni voz, ni manos, ni teclado, ni ratón ni mucho menos un pincel.
Ejemplo de uno de las obras expuestas
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